Liz Cheney fue apartada el miércoles del cargo que ocupaba en la bancada del Partido Republicano en la Cámara de Representantes, el tercero en importancia. La dirigente (hija del exvicepresidente Dick Cheney) criticó el martes, en un discurso en el Congreso, a los políticos que defienden a Donald Trump y su afirmación de que fue él quien ganó las elecciones de noviembre, y no Joe Biden.

“No me quedaré sentada a mirar en silencio mientras otros llevan a nuestro partido por un camino que abandona el Estado de derecho y se unen a la cruzada del expresidente para socavar nuestra democracia”, dijo, y agregó que “permanecer en silencio e ignorar la mentira envalentona al mentiroso”. Para entonces ya sabía que al día siguiente tendría lugar la votación en la que perdió el cargo partidario. Para algunos republicanos, era necesario votar en contra de Cheney en nombre de la unidad de su organización política.

Una vez que se conoció el resultado de la votacion, Cheney dijo que va a trabajar por un partido “fuerte”, para que haya un candidato a la presidencia que defienda la Constitución y para que Trump “no vuelva a acercarse al Despacho Oval”. A su vez, Trump dijo que Cheney es “un ser humano amargado y horrible”.