El féretro que transporta los restos del dirigente del Partido Nacional Jorge Larrañaga llegó en el mediodía de este domingo a la Casa del Partido Nacional, en la calle Juan Carlos Gómez. Con gritos de “Viva el Guapo” y “Viva el Partido Nacional”, llantos y flores, centenares de personas despidieron a quien fuera ministro del Interior del gobierno de Luis Lacalle Pou, que falleció este sábado, a los 64 años, de un paro cardiorrespiratorio.

En una breve ceremonia, con la presencia de la familia y los hijos de Larrañaga, las personas presentes entonaron el himno nacional y escucharon las palabras del arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla.

El ministro de Defensa Nacional, Javier García, designado por el presidente Luis Lacalle Pou como ministro interino, dijo que con el fallecimiento de Larrañaga se pierde “un estilo valiosísimo en la vida política, que hay que destacar: el de no medir costos cuando se tienen convicciones”. “Jorge se convencía de algo y era una topadora. Se podía coincidir o se podía discrepar, pero enfrente había un hombre valiente y leal, y eso es muy valioso para la política y muy valioso para la democracia”, sostuvo, visiblemente emocionado.

El presidente del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Pablo Abdala, también presente en la ceremonia, expresó su dolor y manifestó que todavía no asume lo que pasó. “Murió como vivió, dando todo de sí hasta el último minuto, sin escatimar, sin medir costos de ninguna especie, ni siquiera costos humanos. Entregó su vida por el país, en el esfuerzo de ayudar a los demás, en el esfuerzo de mejorar la sociedad”, afirmó.

Con Larrañaga “se fue mucho más que un gran ministro del Interior, se fue un gran dirigente político y se fue un extraordinario ser humano”, destacó Abdala. “Combinaba dos condiciones que parecen contradictorias pero que no lo son: una es la de la firmeza, la de ese carácter recio que muchas veces todos advertíamos en él, en su expresión pública, pero al mismo tiempo una enorme ternura, una enorme fraternidad”, agregó. Y dijo que el dirigente se fue “en el momento que más necesitábamos de él también”.

En la mañana del domingo, los restos del ministro fueron velados en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. Autoridades nacionales y referentes políticos se hicieron presentes en el Parlamento para despedirlo y homenajearlo.