El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, advirtió que se puede desatar una “crisis incontenible” en Gaza e Israel, que impulsaría el extremismo en todo Oriente Medio. Pidió a las partes en este conflicto que permitan “que los esfuerzos de mediación se intensifiquen con vistas a detener los combates inmediatamente”. Esos intentos fueron impulsados por la propia ONU, Estados Unidos, Egipto y Jordania.

Una vez que se conoció que Israel rechazó los términos de un cese del fuego propuesto por Egipto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, manifestó que la ofensiva en Gaza “no ha terminado todavía”. A su vez, su ministro de Defensa, Beny Gantz, había manifestado que Israel tiene intención de lanzar una ofensiva terrestre, y afirmó: “Estamos atacando y sorprendiendo a Hamas todo el tiempo. Continuaremos hasta que traigamos paz y seguridad a largo plazo”.

Según su gobierno, los milicianos de Hamas y la Yihad Islámica lanzaron cerca de 2.000 cohetes contra Israel desde el lunes y causaron la muerte de nueve personas. A su vez, el Ejército israelí bombardeó la franja desde aire y tierra, y dejó 122 muertos, entre ellos 31 niños.

Además, en la zona de Cisjordania ocupada por Israel, seis palestinos murieron y más de 70 fueron heridos en enfrentamientos con el Ejército israelí durante nuevas protestas en rechazo a los bombardeos en Gaza, informó la Autoridad Nacional Palestina, según la agencia Efe. Otra agencia, la palestina Wafa, reportó que soldados israelíes dispararon contra una ambulancia y un médico palestinos.

Después del fracaso del intento de mediación egipcio, llegó el viernes a Tel Aviv el enviado del gobierno estadounidense para la región, Hady Amr, que dialoga con Israel pero no acepta como interlocutor a Hamas.