La comisión del Senado de Brasil que investiga si el gobierno de Jair Bolsonaro fue omiso ante la pandemia de covid-19 considera que ya cuenta con pruebas de que se cometieron delitos. Según informó el diario Folha de São Paulo, el grupo mayoritario en la comisión, integrado por senadores independientes y opositores, podría pedir a la fiscalía que inicie una investigación al respecto.

Durante las últimas semanas la comisión investigadora recibió a exministros de Salud y otros funcionarios, y sus testimonios indican que Bolsonaro y su gobierno eran conscientes del impacto que podía tener la pandemia y deberían haber actuado para minimizarlo, señalaron los senadores.

Los testigos informaron que el presidente recibió advertencias del Ministerio de Salud acerca del rumbo que tomaba la situación sanitaria, que integrantes del gobierno evaluaron cambiar el prospecto de la cloroquina para agregar allí que se utiliza para tratar la covid-19, aunque no es recomendada para ese uso, y que el Ejecutivo dejó sin respuesta una oferta de vacunas del laboratorio Pfizer que le hubiera permitido a Brasil contar con las primeras dosis en diciembre, y no en marzo. Esa empresa le ofreció al gobierno sus vacunas en agosto, para que 1,5 millones de dosis llegaran antes de que terminara 20202, pero no recibió respuesta. Un exjefe de Comunicación, Fabio Wajngarten, finalmente hizo gestiones “personales” ante Pfizer para comprarle la vacuna.

Según informó la agencia de noticias Efe, Wajngarten evitó comentar las afirmaciones de Bolsonaro acerca de que la vacuna de Pfizer podía convertir a las personas en yacarés, pero negó que esa fuera una “estrategia de comunicación”.

Esta semana, el total acumulado de muertes en Brasil por covid-19 superó los 425.000. También esta semana, el respaldo a la gestión de Bolsonaro cayó seis puntos y alcanzó un mínimo de 24%, de acuerdo con un sondeo de Datafolha. Otra encuesta de ese instituto concluye que si las elecciones fueran hoy, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva ganaría frente a Bolsonaro en hipótesis de primera vuelta y de balotaje. “Los canallas de la izquierda siempre fueron iguales. Y quieren ahora que vuelva ese hijo del demonio”, dijo el presidente en alusión a Lula.