Los candidatos a la presidencia peruana, Pedro Castillo y Keiko Fujimori, aparecen cada vez más parejos en las encuestas de intención de voto para la segunda vuelta electoral del 6 de junio. El estudio más reciente, de la empresa Datum, concluye que 42,6% de los votos válidos serían para Castillo, de Perú Libre, y 41,7% para Fujimori, de Fuerza Popular. La candidata de derecha crece así 1,6% en apoyo desde la última medición, y su rival cae 2,9%.

El estudio midió la posición de los votantes el 25 y 26 de mayo, después de un debate entre los equipos de expertos de los dos candidatos y de un ataque armado que también podría incidir en la elección. El domingo, 16 personas, entre ellas cuatro adolescentes, fueron asesinadas en la zona del Valle de los Ríos Apurimac, Eme y Mantaro (Vraem), donde operan grupos armados vinculados con el narcotráfico, y que supuestamente tienen en sus filas a exintegrantes de Sendero Luminoso.

El fantasma de ese grupo, que actuó entre 1980 y 2000, durante un conflicto armado que dejó más de 60.000 muertos, fue agitado varias veces en esta campaña por el fujimorismo. Lo mismo hicieron en la primera vuelta electoral otros candidatos, que insistieron en vincular a candidatos de izquierda con la violencia política.

No está claro todavían quiénes son los responsables de matar a esas 16 personas, cuyos cadáveres fueron calcinados. Pero el asesor de Fujimori en asuntos de seguridad, Fernando Rospigliosi, asegura que el ataque fue obra de Sendero Luminoso. De hecho, antes de que ocurriera ya había insistido en que podía pasar algo así en cualquier momento. La Dirección contra el Terrorismo también le atribuyó el ataque a esa organización armada, aunque lo hizo incluso antes de llegar al lugar para indagar lo ocurrido.

El investigador sobre narcotráfico y terrorismo en Perú Jaime Antezana dijo a la agencia de noticias Efe que “esto ha sido una masacre criminal, llanamente”. A su entender, pudo haber sido cometida por sicarios, para poner en la agenda el peligro de los grupos armados, o se trató “de un ataque exprés de los Quispe Palomino para beneficiar al fujimorismo”. Los Quispe Palomino fueron tres hermanos que en el pasado fueron parte de Sendero Luminoso. “Pero no es terrorismo”, aclaró Antezana, y recordó que durante otras campañas electorales ‒en 2011 y 2016‒ también hubo ataques armados en esa región peruana.

Castillo dijo el ataque ocurrió después de que Rospigliosi dijera en un debate que “personajes cercanos a estas cosas [a la violencia armada] van a trabajar con nosotros”, con Perú Libre. “El pueblo no es tonto, sabe en qué escenarios surgen estas cosas”, agregó.

En el lugar de los asesinatos, las autoridades encontraron volantes en los que se atribuía la masacre al “Militarizado Partido Comunista del Perú”, y se leían frases como: “Quien vote a favor de Keiko Fujimori es traidor, es asesino del Vraem, es asesino del Perú”.

Castillo llamó al presidente peruano, Francisco Sagasti, a que lo investigue por el atentado. Según informó el medio digital Expreso, el candidato dijo públicamente: “Invoco y llamo a Sagasti a que empiece por mí, mi entorno, por Perú Libre y mi comando. Me pongo a disposición para que se hagan todas las investigaciones. El Perú no puede estar prestándose para esto, la vida es primero”.

A su vez, la candidata de Fuerza Popular negó que ella tenga algún vínculo con lo ocurrido y dijo que Castillo está “nervioso” y por eso “ha insinuado que el fujimorismo tendría algo que ver con estos sucesos”. La hija del expresidente Alberto Fujimori concluyó: “El fujimorismo derrotó al terrorismo”.