Las autoridades económicas del Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón acordaron este sábado, en una reunión en Londres, la reforma del sistema fiscal global, que implicará la implementación de un impuesto para las empresas multinacionales en los países donde obtienen beneficios.

“Después de años de discusiones, los ministros de Finanzas del G7 han alcanzado un acuerdo histórico para reformar el sistema fiscal global”, dijo el ministro británico de Finanzas, Rishi Sunak. El acuerdo formal podría concretarse en la próxima reunión de los ministros del G20 en Venecia en julio, antes de su validación por los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El acuerdo apuntaba, indicó Sunak, a que los gigantes tecnológicos multinacionales hagan una contribución fiscal y tributen en los países donde generan beneficios, y no solo donde tienen su sede física.

Explicó que el pacto está previsto para la “era digital global” y para “asegurar que es justo, de modo que las compañías correctas pagan el impuesto adecuado en el lugar correcto”, dijo el ministro. “Esto es algo de lo que se ha hablado durante al menos diez años. Y aquí, por primera vez hoy, hemos llegado a un acuerdo de principios tangibles sobre cómo deben ser estas reformas y ese es un gran progreso”, valoró Sunak.

El nuevo impuesto puede afectar a gigantes tecnológicos como Apple, Google y Facebook, ya que hasta ahora las grandes compañías pueden establecer sedes en países con impuestos relativamente bajos y declarar allí sus beneficios.

En el comunicado emitido tras la reunión se aclara que el impuesto será de “al menos 15%”, algo largamente discutido, ya que Estados Unidos, con el apoyo de otros países, planteaba que fuera de 21%.

Tras el anuncio, el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, dijo que el acuerdo “es un punto de partida y en los próximos meses lucharemos para asegurar que este impuesto corporativo mínimo sea lo más alto posible”. Por su parte, el ministro alemán Olaf Scholz también calificó de “histórico” el acuerdo: “Es una muy buena noticia para una fiscalidad justa y solidaria y mala para los paraísos fiscales de todo el mundo”.

Las repercusiones

El acuerdo generó reacciones positivas entre autoridades de Estados Unidos, España e Italia, según recogió la agencia Efe. La OCDE se pronunció a través de su secretario general, Mathias Cormann: “El consenso hallado hoy por los ministros de finanzas del G7 sobre un nivel mínimo de fiscalidad mundial es un paso histórico hacia el consenso mundial necesario para reformar el sistema fiscal internacional”.

“El efecto combinado de la globalización y la digitalización de nuestras economías ha provocado distorsiones y desigualdades que solo pueden abordarse eficazmente mediante una solución acordada multilateralmente”, añadió.

También se pronunció Facebook, a través de Nick Clegg, su jefe de Asuntos Globales. “Facebook ha llamado desde hace tiempo a una reforma de las reglas fiscales globales y damos la bienvenida al importante progreso realizado en el G7”, escribió en su cuenta de Twitter, donde opinó que el nuevo acuerdo permitirá “dar certeza a las empresas y fortalecer la confianza pública en el sistema fiscal global”, a la vez que reconoció que Facebook “pagaría más impuestos, en diferentes lugares”.