Dos de las tres grandes coaliciones de partidos chilenas definen este domingo su candidatura a la presidencia en elecciones primarias. Dentro de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, del Frente Amplio, y Daniel Jadue, del Partido Comunista, compiten por representar en las elecciones de noviembre a un número de votantes que creció en los últimos años y en particular en las municipales y constituyentes de mayo.

El diputado Boric fue electo en su banca por el partido Convergencia Social, que forma parte del Frente Amplio chileno. Formado en ciencias políticas, Boric participó en las luchas estudiantiles de 2011 de las que emergieron varios dirigentes que hoy son legisladores, y recién cumplió los 35 años que se requieren para aspirar a la presidencia.

Por su parte, Jadue es un arquitecto y sociólogo de 54 años que arrasó en mayo al postularse a la reelección como alcalde de Recoleta, y se perfila como favorito para las primarias del domingo dentro de la izquierda. Desde la alcaldía se hizo popular con medidas como la de las farmacias populares, con medicamentos a precios accesibles cuya compra gestiona su administración, las ópticas populares, que funcionan con la misma lógica, o las escuelas populares, que ofrecen un espacio a jóvenes que no tienen un lugar público seguro donde reunirse.

También la derecha gobernante, Chile Vamos, elige este domingo su candidato. Se presenta a estas elecciones y con expectativas de remontar en votos después de la caída que sufrió la popularidad del presidente Sebastián Piñera y la baja votación que registró en las elecciones locales de convencionales de mayo.

Entre los cuatro precandidatos de Chile Vamos, el favorito en las encuestas –tanto para el domingo como para las elecciones de noviembre– es Joaquín Lavín, de la conservadora Unión Demócrata Independiente. Lavín ya intentó en dos elecciones convertirse en presidente y ahora cuenta con una base de apoyo más amplia, generada como alcalde de Las Condes, un barrio rico de la Región Metropolitana de Santiago.

Para tratarse de un dirigente cuyo partido ha defendido la dictadura de Augusto Pinochet, exhibe un discurso moderado que puede ayudarlo a ampliar su registro de votantes. Lo mismo hicieron otros de los precandidatos de derecha que, al igual que él, fueron ministros de gobiernos de Piñera.

Con Lavín compiten Mario Desbordes, del partido del presidente, Renovación Nacional, Ignacio Briones, de Evolución Política, y Sebastián Sichel, independiente.

Las encuestas atribuyen una ventaja de más de 20 puntos para Lavín, seguido por Sichel, Briones y Desbordes. Sin embargo, una afluencia de votantes mayor o menor puede cambiar este escenario en una elección en la que no es obligatorio participar.

A su vez, los partidos que integraron la Concertación tienen varios candidatos en disputa, pero por el modo en que procesaron su interna no lo van a dirimir en las primarias del domingo. Una posible candidata es Paula Narváez, del Partido Socialista y cercana a la expresidenta Michelle Bachelet. Pero podrían surgir nuevos postulantes que representen a otras de las organizaciones políticas que componen esta coalición: el Partido por la Democracia, el Partido Radical y la Democracia Cristiana. A este último partido pertenece uno de los nombres que suenan fuerte en las encuestas para competir en las elecciones de noviembre, el de la senadora Yasna Provoste, que hasta el viernes no había manifestado intenciones de postularse.

A diferencia de la izquierda de Apruebo Dignidad y la centroizquierda de la Concertación, que piensan en la segunda vuelta, en la que podrían establecer una alianza presidencial, la derecha parte unida desde las primarias. Tiene expectativas de lograr el domingo no sólo la definición del candidato, sino también una votación fuerte que le permita mostrar su respaldo antes de las elecciones de noviembre. Los dos objetivos estarán atados a la participación de los votantes, tanto para ellos como para la izquierda.

Además del desafío de que los votantes vayan a las urnas, se agrega otro en estas elecciones. Según señaló el diario La Tercera, pueden votar los militantes de aquellos partidos que compiten en estas primarias y también los independientes, pero no pueden hacerlo los que están registrados en partidos que no participan en esta elección.