Francia se dispone a pedir un certificado sanitario o un test negativo de covid para acceder a diversos lugares públicos y al transporte colectivo. A medida que se detecta un repunte de los casos de coronavirus en ese país, el gobierno de Emmanuel Macron intenta acelerar la aprobación de nuevas medidas en el Parlamento, donde presentó un proyecto de ley que incluye la vacunación obligatoria para trabajadores de la salud y para aquellos que por su empleo puedan contagiar a personas vulnerables con las que están en contacto. También establece en ese proyecto que si una persona tiene un resultado positivo en un test de covid, está obligada a cumplir una cuarentena.
La iniciativa fue aprobada el viernes en la Cámara de Diputados, con 117 votos a favor y 86 en contra, y pasará a consideración del Senado. Según informaron Efe y France24, se opusieron el Partido Socialista ‒que reclamaba establecer la obligatoriedad de la vacunación‒, Francia Insumisa, el Partido Comunista y la Agrupación Nacional.
El ministro de Salud, Olivier Véran, dijo que mientras se debate sobre estas medidas “el virus sigue actuando”, y consideró que “sin esta ley sólo hay dos alternativas, o dejar que el virus vuelva a escaparse o confinar a la población”. De todos modos, ya se exige un certificado sanitario para acceder a eventos con más de 1.000 asistentes.
Los contagios se duplicaron en una semana en Francia, donde hay una resistencia más fuerte que en el resto de la región a vacunarse contra la covid-19, hecho que se ha reflejado en movilizaciones masivas. De acuerdo con las autoridades sanitarias, 96% de los nuevos casos corresponden a personas que no se vacunaron.
La Unión Europea aplica desde el 1º de julio el llamado “pasaporte covid” que exige test negativos, vacunación completa o haberse recuperado recientemente de un contagio para viajar entre países del bloque. Además, los distintos países exigen condiciones específicas, por ejemplo cuarentenas, según el origen de los viajeros o su paso por un territorio en el que la situación sanitaria es crítica.
Al igual que Francia, Reino Unido, Italia y España exigirán un certificado de vacunación para acceder a discotecas, cines, restaurantes, partidos de fútbol o espectáculos musicales. En el territorio británico se aplicará la medida a fines de setiembre, y mientras tanto rige para las discotecas, que recién volvieron a abrir.
En Italia, a partir del 5 de agosto se pedirá el certificado sanitario para bares y espectáculos, pero no para acceder al transporte público. “Queremos evitar que un crecimiento de los contagios derive en nuevos cierres y el instrumento que tenemos es la vacuna”, dijo el ministro de Salud, Roberto Speranza. A esta medida se agrega una prórroga al estado de emergencia hasta el 31 de diciembre.
A su vez, en algunas regiones de España, como las islas Canarias y Galicia, piden un certificado para acceder a bares y restaurantes, que han cuestionado que esa vigilancia recaiga sobre ese sector, que fue uno de los más afectados por esta crisis, al igual que el turismo, del que algunos de esos locales dependen. Otras regiones se plantean aplicar medidas similares y otras, restricciones durante la noche.
Si bien la vacunación es extendida en España, la pandemia afecta a la población más joven, que todavía no se vacunó.