En Bolivia, en la plaza Isabel La Católica de La Paz, organizaciones sociales reclamaron el fin del bloqueo económico con la bandera cubana y la wiphala, que representa a los movimientos indígenas, al grito de “Cuba sí, yanquis no”. Lejos de allí, en España, el derechista Partido Popular (PP), que está al frente de la alcaldía de Madrid, decidió iluminar la plaza Cibeles con los colores de la bandera cubana. Manifestó que quería mostrar solidaridad con un “pueblo oprimido”, y cuestionó al gobierno español por no emitir una declaración en la misma sintonía.

En diversos países organizaciones sociales y políticas, dirigentes y gobernantes tomaron partido sobre los que sucede en Cuba. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se refirió al embargo estadounidense y defendió los principios de “no intervención, autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias”. Su par argentino, Alberto Fernández, manifestó: “No conozco exactamente la dimensión del problema de Cuba. Lo que sí tengo claro, como bien dijo Andrés Manuel López Obrador, es que, si realmente nos preocupa humanitariamente Cuba, terminemos con los bloqueos”.

Al igual que el PP, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llevó esta crisis a su país para cuestionar a su principal rival político, Luiz Inácio Lula da Silva. “Yo apoyo al movimiento que pide libertad allá. Pero, ¿qué es lo que piensa Lula? Imaginen si ese bandido fuera elegido presidente de la República”, declaró. El expresidente Lula ya se había pronunciado sobre la situación: “¿Qué está sucediendo en Cuba de tan especial para que se hable tanto? Hubo una caminata. Incluso vi al presidente de Cuba en la caminata, conversando con personas. Cuba ya sufrió 60 años de bloqueo económico de Estados Unidos, todavía más con la pandemia, es inhumano”.

A su vez, los gobiernos de Colombia y Chile, que tuvieron sus propias movilizaciones sociales recientes, se refirieron a las protestas. El Ejecutivo de Iván Duque llamó “a todos los actores” a que las protestas se desarrollen de forma pacífica y a autoridades de Cuba “a respetar ese derecho y a garantizar la libertad de expresión del pueblo”. Por su parte, el gobierno de Sebastián Piñera pidió al de Cuba que no pretenda “eliminar las legítimas expresiones ciudadanas” y a “permitir que estas puedan manifestarse en libertad y sin amedrentamientos”.

Biden, Cuba y Miami

Mucho más lejos que otros dirigentes políticos fue Francis Suárez, el alcalde de la ciudad estadounidense de Miami, en Florida. Durante esta semana Miami tuvo sus propias manifestaciones. Durante una de estas, rodeado de personas que le reclamaban que ayudara a los cubanos a liberarse de “la tiranía” y le apuntaban con la cámara del celular, el alcalde republicano respondió que él es el “único” que se mostró a favor de una “intervención militar”.

Los manifestantes de Miami criticaron no sólo a Suárez sino a los políticos republicanos que no paran esta “masacre” y al presidente Joe Biden, al grito de “Biden, pa’ cuándo, el pueblo está esperando”. Tanto a unos como a otros, les echaron en cara que les dieron su voto; ganar en Florida es clave para ganar las presidenciales.

El gobernador de ese estado, Ron DeSantis, junto a una congresista de origen cubano, María Elvira Salazar, llamaron el jueves a Biden a darle conexión a internet al “pueblo de Cuba” desde la embajada estadounidense en La Habana. Biden dijo el jueves que su gobierno estaba estudiando si tiene “la capacidad tecnológica” para hacerlo.

“Hay una serie de cosas que yo consideraría hacer para ayudar al pueblo de Cuba, pero eso requeriría una circunstancia diferente, o una garantía de que el gobierno no se aprovecharía de ellas”, agregó el presidente estadounidense. “Por ejemplo, [restablecer] la capacidad de enviar remesas a Cuba, eso yo no lo haría ahora, porque lo cierto es que es muy probable que el gobierno confiscara esas remesas, o al menos buena parte de ellas”, dijo. En cambio, sí estaría dispuesto a donar “cantidades significativas de vacunas”, pero sólo “si se garantiza que una organización internacional administrará esas vacunas y lo hará de una forma en la que los ciudadanos de a pie tengan acceso a ellas”.

En una conferencia de prensa, también Biden hizo sus declaraciones políticas: “El comunismo es un sistema fallido, universalmente fallido. Y no veo que el socialismo sea un sustituto muy útil”. En respuesta, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo que “Estados Unidos ha fracasado en el empeño de destruir a Cuba a pesar de que, para conseguirlo, ha malgastado miles de millones de dólares”. Acerca de Biden, afirmó que si “tuviera sincera preocupación humanitaria por el pueblo cubano, podría eliminar las 243 medidas aplicadas por el presidente Donald Trump, incluidas las más de 50 impuestas cruelmente durante la pandemia, como primer paso para el cese del bloqueo”.