Las ciudades de Kunduz, Sar-e-Pol y luego Taloqan, todas ellas situadas en el norte de Afganistán, cayeron este domingo en poder de los talibanes, que siguen avanzando por vastas zonas del país y tomaron cinco capitales provinciales en los últimos tres días.

“Tras feroces combates, los muyahidines, por la gracia de Dios, capturaron hoy la capital de la provincia de Kunduz”, ubicada 300 kilómetros al norte de la capital, Kabul, y a 50 de la frontera con Tayikistán, anunciaron los talibanes en un comunicado consignado por Radio Francia Internacional.

En los últimos tres meses, aprovechando la retirada de las tropas extranjeras, los talibanes pasaron a controlar enormes zonas rurales, y en las últimas semanas comenzaron a centrar sus ataques en importantes ciudades del país.

Los talibanes ya habían tomado Kunduz, una ciudad de gran valor estratégico por conectar varias provincias y tener frontera con Tayikistán, en setiembre de 2015, y consiguieron permanecer dos días en ella. La captura de esta ciudad, además, tiene un enorme valor simbólico para los talibanes, porque en noviembre de 2001 fue la última población grande que perdieron luego de la invasión estadounidense que terminó con los cinco años de gobierno de los fundamentalistas en el país.

Los rebeldes ya se habían apoderado el sábado de la ciudad de Šibarġan, capital de la provincia de Yauzyán, situada en el noroeste del país, un día después de hacerse con el control de Zaranj, capital de la provincia de Nimruz, muy cerca de la frontera con Irán, en el suroeste del territorio afgano.

El Ministerio de Defensa afirmó que las tropas gubernamentales estaban intentando retomar zonas clave de Kunduz, en combates que se estaban sucediendo en varias partes de la ciudad, donde la población civil ya había comenzado su huida días antes.

Paralelamente, la conquista de Taloqan fue notificada por un portavoz talibán, Zabiullah Mujahid, quien compartió varias fotos y videos de los insurgentes izando la bandera talibana en la plaza principal de la ciudad, donde liberaron a los reclusos de la prisión y entraron en el recinto de la administración provincial.

Las autoridades confirmaron los ataques y dijeron que la resistencia está en marcha, mientras que no hubo confirmación inmediata o rechazo por parte del gobierno afgano, de acuerdo a lo que informó la agencia de noticias turca Anadolu.

El Ministerio de Defensa afgano, por otro lado, afirmó haber infligido muchas bajas a los talibanes, así como a militantes extranjeros, incluidos paquistaníes y combatientes de Al Qaeda. También se informó que las fuerzas estadounidenses que aún permanecen en el país asiático realizaron ataques aéreos contra las posiciones rebeldes.

Además, agencias internacionales informaron que sigue habiendo combates en los alrededores de Herat, una importante ciudad afgana, capital de la provincia homónima, situada en el oeste del país, cerca de la frontera con Irán.