En Argentina 57% de la población recibió al menos una dosis de vacunas contra la covid-19. Pero sólo 17,6% tiene las dos que completan el esquema. Esa diferencia se debe a las demoras que ha sufrido la llegada de las segundas dosis de Sputnik V. La primera, ya se aplicó a unos nueve millones de personas.

Esta vacuna tiene la particularidad de que utiliza componentes distintos en la primera y la segunda dosis, un vector de adenovirus diferente en cada una. No se trata de un problema de administración de los cargamentos, sino de demoras en la producción y entrega de ese “segundo componente”.

Frente a estas dificultades, las autoridades comenzaron a estudiar en julio la combinación de vacunas, una posibilidad que también exploran otros países, entre ellos Rusia. Estos estudios desarrollados en varias provincias argentinas se llevaron a cabo con la cooperación del Fondo Ruso de Inversión Directa.

El miércoles, la ministra de Salud argentina, Carla Vizzotti, anunció que los primeros datos de esas investigaciones mostraron buenos resultados, que decidieron a las autoridades a ofrecer una combinación de vacunas. Quienes recibieron una primera dosis de Sputnik V podrán optar por una segunda del laboratorio Moderna.

Si bien la combinación es opcional, quienes no la elijan deberán esperar a que el segundo componente de la vacuna rusa llegue al país. La demora afecta a las dosis y también al envío del principio activo que permitiría producir esa vacuna en Argentina, mediante el laboratorio Richmond.

Vizzotti informó también que los mayores de 50 años y personas con factores de riesgo tendrán prioridad para ser vacunados en este esquema combinado. Otra población que tendrá prioridad es la de aquellos que llevan más tiempo vacunados con sólo una dosis, porque se recomienda recibir la segunda antes de los tres meses.

De acuerdo con la ministra, la experiencia internacional y datos preliminares de investigaciones realizadas en el país llevaron a las autoridades a aprobar la combinación del primer componente de Sputnik V con una segunda dosis de Astrazeneca o de Moderna. También se aprobó la combinación de Astrazeneca y Moderna, que por ahora no está prevista en el país.

“La prioridad uno del gobierno es completar los esquemas de vacunación, y se está trabajando para ello”, dijo días atrás Vizzotti, y también afirmó que “se ha definido agosto como el mes de las segundas dosis”. A su vez, el presidente argentino, Alberto Fernández, anunció el viernes que su gobierno planea aplicar este mes unos siete millones de segundas dosis. Por otra parte, su país recibió este viernes 200.000 dosis de la vacuna de una sola aplicación del laboratorio chino Cansino.

Con demoras

Las autoridades rusas no han explicado a qué se debe la tardanza en la fabricación de la segunda dosis, pero de acuerdo con la cadena BBC, existe la teoría de que toma más tiempo desarrollar el componente activo de esta segunda vacuna, que utiliza como vector al adenovirus 5, que el de la primera, con el adenovirus 26. Mientras tanto, en Argentina comienzan a registrarse casos de la variante Delta, y además este viernes el país llegó a cinco millones de casos positivos de coronavirus.

Desde que comenzó la pandemia el gobierno de Alberto Fernández negoció y llegó a acuerdos o preacuerdos para contar con diversas vacunas. Hasta julio, recibió más de 42 millones de dosis en total de Sputnik V, Moderna y la de Astrazeneca y Oxford, según informó el gobierno en su página web. En agosto, a ese total se sumaron las 200.000 dosis de Cansino, que son una primera entrega de un total de 5,4 millones de dosis reservadas, y además se firmó un acuerdo con Pfizer por otros 20 millones. Pero, con su población de 55 millones de habitantes, Argentina no ha logrado los avances suficientes en una campaña de inmunización que comenzó en diciembre.

En julio la prensa publicó un correo electrónico de la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, en el cual le recordaba a Rusia que le debía a Argentina 13 millones de dosis de Sputnik V y el segundo componente para la elaboración de la vacuna en el país. “A estas alturas todo el contrato está en riesgo de ser públicamente cancelado. Nosotros entendemos el faltante y las dificultades de producción de algunos meses atrás. Pero ahora, siete meses después, todavía estamos muy atrás, mientras estamos empezando a recibir dosis de otros proveedores en forma regular, con cronogramas que se cumplen”, manifestó Nicolini en el mensaje.

Vizzotti explicó que “es una práctica muy común enviar mails a los proveedores y discutir los contratos. Solicitar y ‘gestionar’ para que se cumplan esos contratos”. Dijo a la radio El Destape: “Imaginate que todos los países del mundo necesitan lo mismo y al mismo tiempo”, y agregó que las dificultades en la producción “no son sólo del Instituto Gamaleya”, que fabrica la Sputnik V.

Días después, la ministra dijo también, a otra emisora, Radio 10, que “Rusia siempre ha priorizado a la Argentina” en la entrega de vacunas en el exterior, en el marco de una relación “estratégica” entre los dos países, y destacó que las primeras dosis de esa vacuna “tiene mayor eficacia que muchas otras de dos dosis”. Pero “esto no quiere decir que no sea importante completar el esquema de vacunación”.

El mejor escenario

“Tener más opciones siempre es un avance”, dijo el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, según informó la agencia Télam. Consultado acerca de si conviene esperar la segunda dosis de Sputnik V o elegir la Astrazeneca o la Moderna, que son las que se manejan para completar el esquema, dijo que “desde el punto de vista científico” se concluyó “que es lo mismo: tienen la misma capacidad de producir respuesta inmune y en cuanto a efectos adversos. Por lo tanto, es igual. Yo recibiría la primera que me toque”.

La provincia de Buenos Aires tenía previsto otorgar unos 400.000 turnos para la segunda dosis entre el jueves y el viernes, y Kreplak insistió en que en este momento “la combinación de vacunas es el mejor escenario”.

También el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, anunció que su administración contactaría a las personas que se dieron la primera dosis para ofrecerles la segunda. “La combinación de vacunas es segura y el uso de Astrazeneca como segunda dosis da una inmunidad muy similar a la que daría una segunda de Sputnik”, dijo. “También medimos Sputnik con Moderna y los resultados fueron muy buenos; la combinación fue segura y los estudios internacionales demuestran que esta combinación genera una inmunidad alta”, afirmó.

De acuerdo con Vizzotti, el mínimo que las autoridades quieren lograr es que este mes 60% de los mayores de 50 años tengan las dos vacunas, y dijo que “está asegurado” el número de dosis necesarias para lograrlo, unas 2,3 millones.