Cerca de 100 países confirmaron a través de un comunicado conjunto que recibieron garantías por parte de los talibanes de que los ciudadanos afganos que deseen abandonar el país podrán hacerlo más allá de la fecha límite fijada para la retirada de las tropas internacionales, que se cumplirá el martes.

“Recibimos garantías de los talibanes de que todos los ciudadanos extranjeros y cualquier ciudadano afgano con autorización de viaje de nuestros países podrán dirigirse de manera segura y ordenada a los puntos de partida y viajar hacia fuera del país”, se expresa en la nota, publicada por la Casa Blanca y consignada por el portal Europa Press. Mientras, la situación en Kabul sigue siendo de extrema tensión.

Este domingo las fuerzas estadounidenses lanzaron un ataque militar con un dron contra un vehículo que supuestamente transportaba “múltiples terroristas suicidas” de la rama afgana de Estado Islámico, que planeaba atacar el aeropuerto de Kabul. De acuerdo a algunos informes reseñados por agencias internacionales, al menos tres niños murieron como consecuencia de la acción bélica estadounidense, que fue condenada por los talibanes. Un vocero de la organización fundamentalista islámica, Bilal Karimi, dijo en una entrevista con la cadena CNN que “no es correcto llevar a cabo operaciones en suelo ajeno” y consideró que Estados Unidos tendría que haber informado a los talibanes del ataque con antelación.

Pero mientras esto pasaba en Kabul, el presidente estadounidense Joe Biden estaba en la base de Dover, en el estado de Delaware, lugar al que llegaron los féretros de 11 de los 13 militares estadounidenses que murieron en el ataque suicida perpetrado el jueves por Estado Islámico, organización que está enfrentada con los talibanes, en el que en total murieron más de 170 personas, la gran mayoría civiles afganos.

El aeropuerto Hamid Karzai de Kabul sigue siendo por estas horas un lugar de máxima tensión, mientras las fuerzas extranjeras aceleran sus operaciones de salida de Afganistán. Al respecto, varios ciudadanos de nacionalidad británica le dijeron al diario inglés The Guardian que siguen en la terminal aérea, a pesar de las amenazas de posibles ataques de Estado Islámico.

Se espera que este lunes los países integrantes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas discutan las garantías dadas por los talibanes, después de que se profundizaran las preocupaciones sobre la difícil situación en la que quedarán miles de afganos que tuvieron vínculos con las fuerzas ocupantes.

La semana pasada, los talibanes generaron inquietud en la comunidad internacional, cuando se reveló que estaban impidiendo que los afganos abandonaran el país y declararan que la ruta al aeropuerto de Kabul estaba abierta únicamente para ciudadanos extranjeros.

Las últimas garantías de los talibanes son parte de negociaciones que se están llevando adelante con mucha reserva, mientras las nuevas autoridades afganas buscan coordinar acciones con gobiernos extranjeros, intentando separarse de lo que fue su primer gobierno en Afganistán, entre 1996 y 2001, caracterizado por flagrantes violaciones a los derechos humanos, particularmente a los de mujeres y niñas. El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, dijo este domingo que si los talibanes quieren reconocimiento diplomático, así como también acceso a fondos de ayuda para la reconstrucción del país, tendrían que garantizar un “paso seguro” para aquellos que quisieran irse.

Por otra parte, ya hay decenas de miles de afganos que huyeron en el marco de la guerra interna hacia países fronterizos, principalmente hacia Pakistán e Irán, por lo que la comunidad internacional también está tratando de coordinar el financiamiento de los numerosos campos de refugiados allí instalados. Además, dentro de las fronteras afganas hay cientos de miles de personas desplazadas, por lo que esta cuestión humanitaria también tendrá que ser abordada en conjunto con las futuras autoridades del país.

Al respecto, los talibanes todavía no conformaron un gobierno y comunicaron que no lo harán hasta que las fuerzas de ocupación extranjeras abandonen el país.