A 206 años del Reglamento de Tierras Artiguista, y en pleno debate sobre la Rendición de Cuentas en la cámara alta, ayer se reunieron varios grupos de colonos, aspirantes y productores rurales, en un encuentro que tuvo a la bandera de Artigas como único símbolo. Reclamaron en contra del recorte presupuestal al Instituto Nacional de Colonización (INC) previsto en la Rendición, que ya obtuvo la media sanción en la Cámara de Diputados y que próximamente será tratado en Senadores. El objetivo fue “darle valor a la tierra porque la tierra es vida”, según se manifestaron, y al final de la jornada dialogaron con diferentes actores políticos que se acercaron a escuchar a los locales y a expresar sus discrepancias con el recorte. Los grupos encargados de la organización fueron la Comisión de Colonización de Cerro Largo, el Movimiento por la Tierra, la Mesa Nacional de Colonos y el Grupo de Colonos Centurión.
No perder lo conquistado
“Hasta hace poco la gente del interior no se animaba a protestar, salían a alguna caravana pero no tocaban ni bocina; ahora la cosa está tan complicada que nos hemos unido y alzamos la voz, la unión es lo que más rescato de esta jornada”, dijo a la diaria Mario Thedy, colono desde hace más de diez años, radicado en las afueras de Cerro Largo. “La gente piensa que el recorte por el que hoy estamos reclamando afecta sólo a los del campo, pero no es así, afecta a todo el país”, agregó, ya que entiende que mientras “al uruguayo trabajador no se le da nada para que pueda trabajar, a los que vienen de afuera se les brinda todo, y es por eso que estamos en manos de muchos internacionales”.
En la misma línea opina César Rodríguez, colono desde hace 13 años e integrante del Sindicato de Peones de Estancia y de la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (Unatra). Según contó a la diaria, “en el INC por año se anotan 1.300 familias y sólo 120 obtienen respuestas claras”. Por otra parte, explica que las tierras que posee el instituto son “la herramienta más importante para el medio rural uruguayo, para que la gente se quede en el campo”. “Lo que tenemos que hacer los colonos es estar unidos como hoy y no permitir que lo construido se desmorone de un momento a otro, desde el 2000 a 2012 ya se fueron 12.000 familias del campo”, sostuvo.
Silvia Guzmán es parte de la Comisión por un Canelones Libre de Soja Transgénica y en Defensa del Agua, y junto a su familia se hicieron presentes en la movilización. En diálogo con la diaria, Guzmán consideró que “la tierra es del que la trabaja” y que “defender el presupuesto del INC es defender la vida en el campo, que cada vez está más despoblado; es importante que la gente se quede en el campo y produzca sanamente”, afirmó.
Por la tierra
Desde las primeras horas de la mañana y hasta la media tarde, aspirantes a colonos junto a sus familias se acercaron para, según manifestaron, “defender la tierra”. Aunque no todos han tenido suerte y algunos están esperando desde hace muchos años, entienden que recortar el presupuesto no es ni será nunca la forma.
Horacio García tiene 36 años, es aspirante y “productor de toda la vida, de lo que venga, pero siempre trabajando”, dijo. Consideró que es “un disparate” sacarle a la gente más plata, porque ya hay poco de por sí, y hay una gran confusión porque “tener unos bichos en el campo no es ser una persona adinerada”. “Los adinerados son los grandes productores que tienen grandes extensiones de tierra y cada vez permiten menos que los pequeños y medianos se desarrollen”, expresó. Concluyó que “lamentablemente la juventud está destinada a trabajar la tierra de otros, porque conseguir lo propio no es nada fácil y además hay que esperar mucho tiempo”. Se anotó en el INC hace cuatro años, y si bien aún no recibe ningún tipo de respuesta, no se queja, y cree que el sorteo que se realiza como uno de los métodos para asignar las tierras “es correcto”.
Casi a las diez de la mañana, algunos habitantes de la ciudad, y sobre todo colonos y sus familias, a caballo, rodearon la oficina del INC para leer su proclama. Celestino Pereira y Miriam Pittamiglio son un matrimonio que reside en Melo; por el momento viven en la casa de los padres de Pereira. “Sabíamos que esto iba a ocurrir y nos acercamos para acompañar”, contaron a la diaria. Se han anotado muchas veces y han proyectado varios proyectos al INC; sin embargo, y luego de más de diez años de espera, no lo han logrado. “Lo pienso y me dan ganas de llorar, vivimos de changas que apenas nos alcanzan, y mi esposo sabe hacer de todo”, expresó Pittamiglio. “Nosotros estuvimos 20 años esperando y no salimos sorteados para tener un pedacito de terreno; ahora, si pretenden sacar un presupuesto menor, los que vamos a terminar en los asentamientos somos nosotros”, agregó.
En ese momento se acercaba Julio César Silvera, de 58 años, otro aspirante a colono que llegó para, sin ningún tipo de esperanza, acompañar la movilización. “Presenté cuatro proyectos, me he cansado de esperar y, sabiendo hacer de todo, no me toca; ya veo que a mí nunca más me toca”, se lamentó. “Tengo una esposa y dos hijos, lo que gano por lo que hago casi no me da, y lo que veo cada vez más es que es difícil subsistir en el campo en este momento, que lo están fundiendo y, además, sin nada propio”. Al igual que Pittamiglio y Pereira, Silveira ya no tiene esperanzas de recibir nada, y siente que para la tierra “todo está cada vez más complicado”.
“Recordamos a quienes apoyan el recorte de los dineros de Colonización y a quienes manifiestan el apoyo a no comprar más tierras, que también apoyan por consecuencia a que se frene la llegada de materias primas a todas nuestras industrias nacionales, lo que acarrea falta de trabajo en los distintos centros poblados a lo largo y ancho de todo el país”, expresaba la proclama leída por Dinara, hija de un colono, que pocos minutos después partiría nuevamente, en su caballo, hacia el Centro Raidista de Cerro Largo. “Señores directores de Colonización, señores legisladores y gobierno en general: aportemos los recursos requeridos al INC para que este sea el verdadero promotor del desarrollo y hagamos los cambios necesarios que sean posibles para ejecutar las políticas de la tan anhelada reforma agraria”, añadía.
Segunda vuelta
En el Centro Raidista llegó el mediodía cargado de charlas entre trabajadores rurales que murmuraron un solo y claro objetivo: defender la tierra. Poco a poco, se acercaron legisladores y senadores de varios partidos, que habían arribado al lugar minutos antes que los colonos se movilizaran a caballo hacia el centro de la ciudad.
Entre asado, familia y el lema de la tierra más que presentes, se fueron iniciando los debates. Uno de los presentes allí fue el senador frenteamplista Óscar Andrade, quien en diálogo con la diaria expresó que el objetivo claro que lo llevaba a estar presente en la jornada era el de “conversar una situación que parece ser la tormenta perfecta para hundir la posibilidad de que los pequeños productores rurales se puedan sostener”. Consultado sobre qué espera o supone que podrá ocurrir cuando la cuestión se trate en el Senado, dijo: “Lo principal será sincerarse, porque si realmente preocupa el tema de la vivienda de los uruguayos, tendríamos que ver por qué el Ministerio de Vivienda ha bajado tanto el presupuesto el año pasado, y no pretender arreglar la problemática quitando financiación a los colonos”. Por otra parte, considera que por esta y varias cuestiones más, no se incentiva a la juventud a que permanezca en el campo. “Hay muchas cuestiones en cuanto a la educación, la conectividad, los accesos y demás, que no muestran a la vida de campo como algo motivador; entonces, si la situación es esa, lo que menos hay que hacer es quitarles lo que ya tienen, en este caso, bajar el presupuesto”.
Quien también se expresó al respecto fue el exministro de Agricultura, Ganadería y Pesca Carlos María Uriarte. Dijo a la diaria que lo que se llevaba de la jornada y del diálogo con los presentes era “la enorme inquietud de los colonos; el motivo del día es el recorte, pero las inquietudes son varias y disparan una serie de preocupaciones”. Por otra parte, “entendemos que luego de más de 70 años de vigencia de la ley de colonización, amerita renovarla y actualizarla”, dijo. Finalizó entendiendo que “apuntar a que la juventud permanezca en el campo es vital, pero se debe mejorar en ese aspecto”. “Ojalá en Senadores el tema del recorte se revea, porque los asentamientos deben ser regularizados, pero sacar de un lado para el otro no es la manera. El objetivo es revertir lo que pasó en Diputados”, deseó.
Sobre el final y ya en la puesta en común, en la que participaron todos los presentes, se continuaron expresando varios actores políticos. “Vengo aquí con la enorme fe que da la razón. Vamos a torcer la voluntad manifiesta porque no podemos seguir haciendo transferencias del interior a la capital, esa no es la solución”, dijo a todos los presentes el senador nacionalista Sergio Botana. “El tema de los asentamientos hay que arreglarlo, pero no sacando recursos que precisamos para que nuevas generaciones puedan acceder a la tierra”, agregó.
También leyó su proclama uno de los movimientos organizadores, el Movimiento por la Tierra. Subrayó que el motivo por el que estaban allí presentes era la defensa del INC: “Lo conseguiremos aunque el sistema político nos dé la espalda, lo haremos como nos enseñó el jefe de los orientales y protector de los pueblos libres, José Gervasio Artigas”.