Los combates entre los talibanes y los militantes del Frente de Resistencia Nacional de Afganistán parecen estar cerca de llegar a su fin.

Al tiempo que los talibanes informaron de notorios avances de sus tropas en la provincia de Panjshir, la única del país que no está bajo su control, ubicada al noreste de Kabul, el líder rebelde Ahmad Massoud dijo estar dispuesto a negociar.

“Para alcanzar una paz duradera, estamos dispuestos a dejar de luchar con la condición de que los talibanes también detengan sus ataques y movimientos militares en Panjshir y Andarab”, dijo Massoud, en referencia a un distrito en la provincia vecina de Baglan, de acuerdo a lo que informó la cadena panárabe Al Jazeera.

Según lo publicado por Massoud en la página de Facebook de su organización, la negociación podría llegar a buen término con la mediación de los ulemas, término que designa a los eruditos expertos en las leyes islámicas.

Horas antes del anuncio de Massoud, la cadena afgana TOLO News informó sobre un encuentro de ulemas, en el que se pidió públicamente a las partes finalizar con los combates en Panjshir.

Los participantes del encuentro realizado en Kabul pidieron a los dos bandos que anunciaran un alto el fuego y negociaran una solución pacífica. Según los estudiosos, tras la retirada de las fuerzas extranjeras del país, no quedan motivos para luchar.

“¿Estás luchando con base en qué justificación para matar a tus hermanos musulmanes? Estimados académicos, si esta situación continúa, el país se verá envuelto en un conflicto basado en la etnia y la región”, dijo Abdul Qader Qanet, uno de los ulemas que participaron en el encuentro.

Paralelamente el líder político talibán, el mulá Abdul Ghani Baradar, anunció el domingo que se están acelerando las gestiones para el establecimiento de un gobierno inclusivo para Afganistán y que este será anunciado “pronto”.

“Puedo asegurar a la gente que estamos haciendo todo lo posible para mejorar las condiciones de vida y que el gobierno será responsable con todo el mundo y proporcionará seguridad, porque es necesaria para el desarrollo económico”, afirmó Baradar a Al Jazeera.

Mientras la situación política y militar parece estar estabilizándose, la crisis humanitaria que está afectando a millones de afganos no cesa.

Es por ello que la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) pidió a los países vecinos de Afganistán que no cierren sus fronteras a la gente que busca huir del país, para evitar que la situación se convierta en “una catástrofe humanitaria”.

Según expresó el portavoz de Acnur Babar Baloch, quien se encuentra en Pakistán, muchos afganos podrían verse disuadidos de cruzar la frontera por pensar que no tienen los papeles necesarios o que tendrían que enfrentarse a guardias armados. “Todavía pueden pasar por Pakistán, pero el cruce está muy regulado”, afirmó el vocero de la entidad dependiente de la Organización de las Naciones Unidas.

Frente a la crisis de refugiados afganos que se estuvo registrando en las últimas semanas, las autoridades de Pakistán anunciaron la semana pasada el cierre temporal de los principales pasos fronterizos.

Desde la Acnur se expresó que “aunque muchas personas pueden no tener los documentos necesarios para salir, sí tienen una necesidad imperiosa de protección internacional”.