Octubre en un año preelectoral marca un punto de inflexión en las definiciones que deben tomar los actores del sistema político, y las próximas son semanas claves para el Frente Amplio (FA), que si bien ya optó por dar libertad de acción a sus sectores con respecto al plebiscito contra la reforma de la seguridad social que impulsa el PIT-CNT, ahora se apresta a definir los “límites” de esta libertad en la Mesa Política de este lunes, cuando se pondrá en común el documento que elaboró el viernes una comisión espejo del Secretariado Ejecutivo, que se enfoca en este asunto.

La idea es llegar al consenso en el Plenario Nacional del 14 de octubre, pero primero se debe saldar un acuerdo en la Mesa Política, donde la discusión pasa, sobre todo, por el uso de los comités de base en la puesta en práctica de la libertad de acción –por ejemplo, frente a la decisión de repartir papeletas y dónde hacerlo–.

Neutralidad

El Movimiento de Participación Popular (MPP) fue de los primeros en posicionarse en contra del plebiscito, cuando todavía era sólo una posibilidad, y ahora, lo que promueve es que los espacios comunes –como los comités de base y las redes sociales de la fuerza política– sean un terreno neutral. El diputado Sebastián Valdomir dijo en diálogo con la diaria que quieren evitar “una lógica de ganadores y perdedores” a través de la discusión interna en cada comité, “y mucho menos reproducir eso comité por comité o coordinadora por coordinadora”.

“Nosotros no consideramos que haya que generar la disputa interna acerca de si se puede o no se puede juntar firmas a una cuadra del comité o si se puede embanderar un comité”, dijo Valdomir; al entender del MPP, esto supondría “lastimar el relacionamiento interno” en los comités de base, donde “los militantes pueden tener diferentes visiones con respecto a la juntada de firmas”, por lo que apoyan la idea de que estos espacios sean un lugar neutro.

Respecto de las redes sociales, la opinión es la misma: “Las redes del FA deben divulgar actividades, iniciativas y propuestas que son comunes de todo el Frente, no de una parte de los sectores”, señaló Valdomir. El diputado hizo énfasis en que la discusión podría llegar a “desgastar muchísimo”, en un contexto donde se está “terminando la discusión programática y vamos a ir, después de diciembre [cuando sea el Congreso] a la disputa electoral contra el bloque de la derecha”.

De todas formas, Valdomir confió en que “se le va a encontrar solución en los días que quedan de acá al Plenario”; en esta búsqueda de consensos ”hay que ser flexibles sin irse demasiado para un lado o para el otro”, consideró.

Dentro de Convocatoria Seregnista-Progresistas (CSP), el espacio que engloba a los sectores que apoyan la precandidatura de Mario Bergara, entienden que la libertad de acción es efectivamente “una solución”, pero de todas formas piensan que “lo mejor era que el FA no apoyara directamente”, dijo a la diaria el diputado Gustavo Olmos. “Pero el camino que hoy tenemos como posible es el de la libertad de acción” y, en ese sentido, también entienden “la neutralidad” en el FA como un valor. Es decir, que “los espacios comunes no sean utilizados en ninguno de los dos sentidos: ni para generar actividades de recolección de firmas y de propaganda a favor de la papeleta ni en un sentido de oposición”.

La libertad de acción da la seguridad para que “los grupos puedan expresarse libremente en un sentido o en otro”, pero para los comités “si no aseguramos algo, es un problema; no queremos desatar una puja en cada comité para ver quién tiene eventualmente la mayoría y que haya algunos comités que terminen tomando una actitud y otros que terminen tomando otra”, ya que “el FA decide no tomar una postura”; para la CSP “la estructura se tiene que ajustar a ese lineamiento y no operar en ninguno de esos dos sentidos”, analizó Olmos.

Autorregulación

Por el contrario, en el Partido Socialista (PS), sector que acompaña la consulta popular, entienden que “la libertad de acción debe abarcar tanto a los sectores, sus militantes y dirigentes, como a los comités de base”, los cuales deberían “autorregularse en función de la opinión y las resoluciones de sus propios integrantes”, señaló el secretario general del PS, Gonzalo Civila, a la diaria.

“Está sobre la mesa un recurso de democracia directa, para muchos de nosotros una posibilidad de realizar cambios estructurales en la seguridad social, a favor de las mayorías y con la participación de toda la ciudadanía”, con esta base, “lo importante es que podamos expresarnos y actuar en el sentido que entendamos mejor, con argumentos y respeto mutuo, sin comprometer los muchos objetivos comunes que tenemos”, sentenció el dirigente socialista.

Por su parte, el Partido Comunista del Uruguay (PCU), en su Comité Central de este domingo, terminó de cerrar su apoyo al plebiscito. En la declaración que surgió de esta instancia, el sector del FA enmarca la decisión en “el enfrentamiento de los dos proyectos de país”, que trae consigo “la necesidad de desplegar todas las fuerzas del pueblo”.

Por eso, indicó, el PCU “compromete su militancia en la recolección de firmas” y en “el desarrollo de una campaña” que permita “dialogar con el conjunto de nuestro pueblo, a lo largo y ancho del país, desarrollando una polémica directa, política, ideológica y programática con la derecha y con los sectores del capital financiero, únicos beneficiarios de la reforma jubilatoria del gobierno”.