A primera vista parece una serie de puntos inconexos y desperdigados, pero, como si se mirara el cielo en busca de una constelación, una vez que se ve la conexión entre los astros es imposible dejar de ver la figura de fondo. No, no hablamos de astronomía: hablamos de los beneficios que obtuvo Cabildo Abierto para el sector militar. “Beneficios” es la palabra que utilizó el diputado frenteamplista Gustavo Olmos para conjugar una serie de elementos que se suman a los cambios que el senador Guido Manini Ríos logró arrancar al gobierno en relación con la reforma de la seguridad social.

“Es una muestra de la línea estratégica de cómo llevan su agenda”, señaló Olmos en diálogo con la diaria. Y añadió: “El mismo 28, mientras negociaban la votación en el Senado sobre este proyecto, votaron la reparación contra víctimas de la violencia política; ahora presionan con la tenencia compartida en Diputados y en Senado con el tema de las prisiones domiciliarias para mayores de 65 años. Por un lado, te dicen que hasta los 65 años sos joven para trabajar y, por el otro, que sos un pobre viejito que tenés que irte a tu casa aunque seas un represor”.

Aunque desde el oficialismo intentan matizar esa derrota y advierten que amenazaron a Cabildo Abierto con retirarle los cargos (según consignó Búsqueda en su edición de esta semana), lo cierto es que el Partido Colorado bramó y pataleó ante los resultados evidentes que Cabildo Abierto ha cosechado.

Desde el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), el economista Gonzalo Zunino analizó las modificaciones obtenidas por Cabildo Abierto y la supuesta sostenibilidad del sistema tras estos anuncios. En relación con la principal modificación advertida, aquella que lleva los años que se tomarán para el promedio y cálculo de jubilaciones de 25 a 20 años, señaló que “tendrá su impacto más grande en las jubilaciones medias y medias altas, pero en las muy altas no debería impactar porque están topeadas”. Tampoco impactarán sobre las jubilaciones más bajas. Esto se da por dos motivos: “En primer lugar, por curvas de ciclo de vida salarial más planas. Entran y salen del mercado de trabajo, y esa falta de continuidad hace que no haya mucha diferencia, ya que la estabilidad en el mercado de trabajo suele tener pendiente más ascendente. Y, además, tienen suplemento solidario y tienen esa forma de cálculo que desciende con el cálculo jubilatorio. Si mejora el cálculo, pero recorta el suplemento solidario, el incremento se amortigua”.

En un cálculo aproximado, Zunino estima que las jubilaciones que se verán beneficiadas con el cambio de cálculo son aquellas que están entre 40.000 y 70.000 pesos, que pueden llegar a tener mejoras entre 4% y 6%, mientras que las más bajas no subirían más que 1,5%.

Uno de los principales focos de debate en torno a estas modificaciones tiene que ver con la eventual sostenibilidad del sistema. El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, uno de los que cuestionaba la posibilidad de bajar el cálculo a 20 años, asumió su participación en este tema: “Estuve al tanto y en contacto permanente con el presidente sobre las condiciones de Cabildo y acompañé su decisión porque entiendo que los cambios afectan el objetivo de la sostenibilidad fiscal, pero no en un grado tal que implique asumir que no haya reforma”, dijo a la diaria.

Tal y como lo explicó el coordinador de los equipos técnicos que han impulsado la reforma de la seguridad social, Rodolfo Saldain, el balance de Mieres es que “sigue siendo positivo para votar la reforma”, pese a que se diferenció de lo actuado por Manini Ríos y los suyos: “Obviamente no comparto ni las condiciones que puso Cabildo ni la forma en que las exigió”.

El impacto fue calculado en 0,3% del producto bruto interno, y si bien dicha medida es de cierto alivio para el sector militar, no es algo que impacte tanto, opina Zunino: “Se les calculaba con los últimos cinco años (en la situación actual) y ahora van a 20”. Sin embargo, como alertó Olmos desde sus redes sociales, el proyecto que ingresó a Diputados ya tenía, en su artículo 328, una modificación importante respecto del anteproyecto: el Ejecutivo tiene posibilidad de duplicarles la bonificación a los militares. Esto es pasar de computar cada año trabajado como 1,2 años (lo que se conoce como 6 por 5) a 1,4 años por cada año trabajado (lo que se conoce como 7 por 5). Esto, explicó Zunino, implicaría que los militares “se jubilen antes y con más jubilación, ya que, si bien llevan la edad jubilatoria de 60 a 65, les reducen los años de trabajo en seis años, o sea que podrán jubilarse con un año trabajado menos que antes”.

Todas estas modificaciones ya habían comenzado aun antes de esta estocada final de Cabildo Abierto. En ese sentido, Olmos detalló un paso a paso de los cambios que se fueron dando. “Primero, del anteproyecto al proyecto que finalmente presentó el Ejecutivo ya cambiaron una serie de cosas: preveían que sólo personal de combate –tropa y oficialidad– entraban en bonificación de caja militar. Y los de hospital a régimen común. Revirtieron eso e incorporaron al personal de Defensa que no es tropa. Y también les conceden aguinaldo a los pensionistas de Caja Militar. Después, el 28, el día de la votación en el Senado, y sin pasar por comisión, le dan al Poder Ejecutivo posibilidad de duplicar bonificación. Y ahora, en Diputados, le conceden los puntos que Manini Ríos le pidió a Azucena Arbeleche”.

Para Olmos, el cambio del cálculo de 25 a 20 años beneficia “más a los militares por la forma en que es la carrera y su evolución en escalafón y salarial”.