Este sábado en el Instituto de Formación Docente (IFD) de Paysandú, con una gran asistencia de público, se inauguró la placa en memoria de la maestra Raquel Culñev, detenida en 1972 por integrar el Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros) y fallecida en 1977 por responsabilidad del Estado.

“Sus sueños fueron arrebatados por el solo hecho de pensar diferente, por soñar un mundo más igualitario, tenía tan solo 26 años. Su historia debe conocerse”, expresó el comunicador Bruno Puglia, quien presentó el acto.

Inauguración de la placa en homenaje a Raquel Culñev, el sábado 5 de octubre, en el Instituto de Formación Docente de Paysandú.

Inauguración de la placa en homenaje a Raquel Culñev, el sábado 5 de octubre, en el Instituto de Formación Docente de Paysandú.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Durante el homenaje, compañeras de prisión de Culñev hicieron uso de la palabra y recordaron el admirable coraje y temple con que enfrentó su enfermedad.

María Elia Topolansky y Laura Dessimoz relataron a la diaria la historia de Culñev, a quien recuerdan como una mujer “alegre” y “positiva”. Según contaron, a principios de 1973 comenzó a sentirse mal estando en la cárcel y a finales de ese año se agudizó su estado clínico. Tiempo después tuvo un cólico hepático fuerte y la internaron en el Hospital Militar en Montevideo. Sin embargo, su estado de salud fue siempre relativizado por las autoridades y su situación empeoró. Más allá los exámenes y análisis que le hicieron y de los pedidos de la familia para que la asistieran, falleció en 1977, cuando ya había poco por hacer porque se encontraba muy débil.

Inauguración de la placa en homenaje a Raquel Culñev, el sábado 5 de octubre, en el Instituto de Formación Docente de Paysandú.

Inauguración de la placa en homenaje a Raquel Culñev, el sábado 5 de octubre, en el Instituto de Formación Docente de Paysandú.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Culñev nació en 1951 en Paysandú y vivió siempre en la ciudad. Se casó con Raúl Mallarino, con quien tuvo un hijo que hoy vive en la ciudad de La Plata, en Buenos Aires. Al igual que las mujeres que eran detenidas al norte del Río Negro, estuvo presa en la cárcel de Paso de los Toros. Hoy sus restos descansan en el Panteón de Adeyom en Paysandú.

En marzo de 2022 la Intersocial Paysandú, a través de la Comisión de la Memoria, organizó un recorrido por sitios de la memoria de la ciudad. Ese mismo año la Feria de Derechos Humanos llevó el nombre de Raquel Culñev.

Unos años antes, recordó Topolansky, quien integra la Comisión de la Memoria, la entonces directora del Instituto de Docentes, Silvia Grattarola, había ubicado y separado la ficha que acreditaba los estudios de Culñev y su título de maestra.

Con los respaldos documentales y los testimonios de quienes compartieron cárcel con ella, se solicitó a la Comisión Nacional Honoraria de Sitios de Memoria que autoriza la colocación de la placa. Sin embargo, hubo trabas de diferente tipo que dilataron el proceso, entre ellas, las que impuso el Codicen.

Inauguración de la placa en homenaje a Raquel Culñev, el sábado 5 de octubre, en el Instituto de Formación Docente de Paysandú.

Inauguración de la placa en homenaje a Raquel Culñev, el sábado 5 de octubre, en el Instituto de Formación Docente de Paysandú.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

El homenaje

La placa fue obra del artista plástico Fernando Irecio que, además, es docente de arte del IFD. En diálogo con la diaria, Irecio expresó: “Mis colegas me convocaron para este proyecto y hace seis meses que estamos trabajando. Lo único que teníamos de Raquel era una foto vieja y en base a ello comenzamos a trabajar. Lo más difícil fue elegir el lugar. Tuvimos que trabajar digitalmente con la fotografía, pasarla a un formato que se pueda imprimir en un acrílico y lo que se quería destacar era la sonrisa de Raquel”.

“Trabajamos con Sergio Sastre que es un carpintero que trabaja conmigo que hizo la base de lapacho y hace contraste con el ladrillo. El lugar es muy bueno porque allí los estudiantes la van a ver, la van a tener presente. De mi parte agradecerle a los que confiaron en mí. Para mí, el arte ayuda a cerrar el ciclo, a curar heridas y dejar la memoria viva”, concluyó.

Inauguración de la placa en homenaje a Raquel Culñev, el sábado 5 de octubre, en el Instituto de Formación Docente de Paysandú.

Inauguración de la placa en homenaje a Raquel Culñev, el sábado 5 de octubre, en el Instituto de Formación Docente de Paysandú.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

La profesora Carla Bernardoni, por su parte, reflexionó que “el pasado ya pasó, es algo que no puede ser cambiado. Lo que sí puede cambiar es el sentido de ese pasado, sujeto a nuevas interpretaciones basadas en una nueva intencionalidad. Entonces el pasado está activo, porque confronta escenarios de lucha contra el olvido y el silencio”.

El hijo de Culñev no pudo asistir al acto pero mandó un mensaje en el que manifestó su agradecimiento por el homenaje: “Gracias por el esfuerzo y la constancia de ustedes por no bajar los brazos y mantener la lucha por establecer estos recuerdos y homenajes para que la generación actual y la futura tengan presente lo que significó el terrorismo de Estado”.

Inauguración de la placa en homenaje a Raquel Culñev, el sábado 5 de octubre, en el Instituto de Formación Docente de Paysandú.

Inauguración de la placa en homenaje a Raquel Culñev, el sábado 5 de octubre, en el Instituto de Formación Docente de Paysandú.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

En tanto, la profesora Silvia Grattarola dijo que “este es un acto de memoria que repara en algo la atrocidad cometida contra ella. Reconocemos la frialdad, la deshumanización y la determinación criminal y despreciable con que el Estado resuelve dejar a alguien librada a su propia suerte, sin asistencia en una situación límite de salud”.

En el evento participaron integrantes de la Red Nacional de sitios de la Memoria que vinieron de otros departamentos.

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