El Comité Central del Partido Comunista del Uruguay (PCU) definió que el senador Óscar Andrade encabece la lista 1001 para las internas de junio y en octubre para el Senado, según informó en una declaración que hizo pública este domingo, luego de una reunión en la que resolvió su plan para 2024 y 2025 y los lineamientos de la campaña electoral. Asimismo, el sector del Frente Amplio (FA) reivindicó su apoyo al plebiscito que impulsa el PIT-CNT para dejar sin efecto la reforma jubilatoria del gobierno y su respaldo a la precandidatura de la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, con la puntualización de que “la única garantía del triunfo y del proceso de cambios es la unidad y la militancia frenteamplista toda”.
En un plano de análisis político, el PCU afirma en su declaración que “los años 2024 y 2025 serán de síntesis política de nuestro pueblo”, la cual “tendrá una expresión central en las elecciones internas, nacionales, departamentales y municipales”, así como “en los niveles de conciencia y organización que logremos alcanzar en la lucha cultural con el bloque de poder y sus instrumentos para mantenerlo”. El objetivo del PCU es “recuperar el gobierno para el pueblo con el Frente Amplio, con un peso mayor del bloque histórico, político y social, democrático y radical de los cambios, para avanzar en democracia hacia una democracia avanzada”.
Según el análisis del PCU, “el gobierno de la coalición de derecha culmina con un Uruguay más desigual, con deterioro democrático y sin haber dado respuesta a los problemas reales de nuestro pueblo”, y entiende que para estas elecciones hace “las mismas promesas que no cumplieron y más de lo mismo”. En este marco, el Comité Central comunista entiende que “el FA y el movimiento popular han dado pelea”, y como ejemplo de ello señala la recolección de 800.000 firmas para impugnar la ley de urgente consideración “en plena pandemia”. Por tanto, “reivindicar el papel de la lucha y la unidad social y política del pueblo es parte de la síntesis que tenemos que lograr en estos dos años”, afirma.
El PCU reafirma la necesidad de respaldar el plebiscito que impulsó el PIT-CNT, que, entre otras cosas, plantea fijar la edad jubilatoria en 60 años y eliminar las AFAP. “Respaldamos esa iniciativa por su justeza y porque da una respuesta de lucha”, sostiene el partido, y asegura que “hay un rechazo mayoritario de nuestro pueblo a la reforma jubilatoria y un respaldo al plebiscito”. “Obtener las firmas es una tarea central. Esto impactará en el plano general de la disputa con la derecha. Nuestro compromiso es con las firmas y con el plebiscito”, asevera.
“Es imprescindible” que el programa del FA “sea el centro” en la campaña
De cara a las elecciones, el PCU señala que el FA “ha culminado la elaboración de su programa con un gran congreso que expresa la única alternativa real al programa de la desigualdad de la derecha”, y resalta que en la campaña electoral “es imprescindible que ese programa sea el centro, junto con organizar la militancia y el apoyo popular que nos permitan ganar el gobierno y hacerlo realidad”. “El gobierno es muy importante para las transformaciones sociales, pero es necesario el protagonismo popular organizado para que estas se materialicen”, reivindica.
En esa línea, el PCU apunta que militará para que Cosse “sea la candidata presidencial del FA, pero sabemos, como ella lo ha expresado con claridad, que la única garantía del triunfo y del proceso de cambios es la unidad y la militancia frenteamplista toda”. En consiguiente, hace un llamado a “lograr una gran movilización frenteamplista y una gran votación en junio, como un primer paso hacia octubre y una victoria con mayorías parlamentarias”.
Por otra parte, destaca que el 1° de marzo la diputada Ana Olivera asumirá la presidencia de la Cámara de Diputados, lo que la convierte en “la primera comunista en presidir la cámara”, lo que entiende “como un hecho de gran relevancia política”.
En otro punto de la declaración, el PCU reitera su “repudio al genocidio que el gobierno de Israel está cometiendo en Gaza, reconocido por la ONU, la Comunidad Internacional y la Corte Internacional de Justicia”, y anuncia su adhesión “a la convocatoria de la marcha de solidaridad con el pueblo palestino el 29 de febrero”.