En el marco de unas elecciones cuestionadas en su legitimidad debido a la forma en que se interpretó la constitución para habilitar la reelección, Nayib Bukele ganó este domingo un nuevo mandato como presidente de El Salvador, con una mayoría abrumadora de los votos. La reelección del mandatario salvadoreño, criticado por organismos internacionales de derechos humanos debido a las políticas de represión que implementó en su territorio, no fue bien recibida por la oposición política uruguaya, mientras que en el oficialismo hay matices.
El senador del FA José Carlos Mahía describió la situación en El Salvador como “el proceso de un gobierno autoritario, y se votó con un régimen de excepción, con libertades vigiladas y una constitución que la interpretó un tribunal, pero que efectivamente prohíbe la reelección tal cual sucedió”. “A mí me llama la atención cómo se preocupan por otros procesos, en América Latina, como el caso venezolano y algún otro más, y le llaman 'régimen”. La pregunta es: ¿cómo se le llama al gobierno de Bukele? ¿Es el régimen de Bukele? ¿Las elecciones en El Salvador fueron libres?”, preguntó Mahía en diálogo con la diaria.
El senador frenteamplista subrayó que “a veces hay que tener consistencia”, y destacó que en su partido hacen críticas “siempre”. Por lo tanto, dijo que, por las condiciones en las que se desarrollaron estas elecciones, fueron “tan irregulares como otras”. Este domingo, referentes del oficialismo participaron en un acto organizado por venezolanos en Uruguay que reclamaba la habilitación de María Corina Machado para competir en las elecciones en su país, y precandidatos de la coalición plantearon al gobierno uruguayo no reconocerlas si eso no sucede.
“Naturalmente que es un referente negativo Bukele, sobre todo en materia de seguridad pública, porque hay violaciones constatadas a los derechos humanos por organismos internacionales”, evaluó en diálogo con la diaria el diputado frenteamplista Mariano Tucci, que también cuestionó el hecho de que “la reelección está prohibida constitucionalmente en ese país y Bukele ha encontrado los subterfugios para justamente poder presentarse y ganar la elección nacional”. “Nosotros no vemos a Bukele como un referente para nuestra América Latina, sino todo lo contrario”, sentenció el legislador.
En cambio, desde la coalición tienen otra opinión. El senador y líder cabildante Guillermo Domenech sostuvo en conversación con la diaria que “si son elecciones libres, el pueblo salvadoreño tiene todo el derecho a expresarse como le parezca” y destacó que lo importante “es que no haya candidato proscritos, que las elecciones sean libres, y que la gente en el error o en el acierto elija el candidato que más le plazca, del signo político que sea”, y si bien apuntó que políticamente “no es lo ideal Bukele”, reconoce “que ha sido muy exitoso” en “una realidad muy compleja” como la salvadoreña.
Por su parte, el senador blanco Jorge Gandini dijo a la diaria que en El Salvador “por lo menos hay un proceso democrático que no se ha cuestionado”, más allá de que le “simpatice o no el presidente y sus políticas”, y subrayó que por lo menos el país “es estable en esa región compleja”. Consultado sobre las políticas de seguridad de Bukele, Gandini dijo que “hay que analizarlas en el contexto de un país muy violento, con efectos de la violencia muy fuertes en el estado de opinión de la gente”.
“Creo que él [Bukele] dio una respuesta, que genera estos resultados. No podemos analizarla mecánicamente con Uruguay. Hay que mirar con atención ese proceso, en el que también hay que cuidar los derechos humanos; pero la verdad es que la mayor violación de derechos humanos era el estado en el que vivía la gente. Y eso ha permitido la mano dura frente a la delincuencia, que ha sido bien vista. De hecho, en un proceso democrático tiene un resultado muy amplio de respaldo popular”, finalizó el senador.