Esta semana, el gobierno superó una de las pruebas más complejas del período: la aprobación del presupuesto quinquenal en la Cámara de Diputados, donde le faltan dos votos para conformar una mayoría. Logró que el Partido Nacional (PN), Cabildo Abierto (CA) y seis legisladores del Partido Colorado (PC) acompañaran en general el proyecto, consiguió los votos de CA para aprobar los principales impuestos propuestos y el apoyo de Identidad Soberana para aprobar el impuesto a plaguicidas altamente contaminantes. Casi el único traspié fue la no aprobación de los cambios al secreto bancario, que la oposición rechazó en bloque.

“Fue un triunfo para el gobierno y para la bancada oficialista”, sintetizó el diputado frenteamplista Mariano Tucci, presidente de la comisión de Presupuestos integrada con la de Hacienda que tuvo a estudio la iniciativa. Tucci dijo a la diaria que además de que se lograron los objetivos centrales del presupuesto, “se consolidó una expresión muy aceitada entre legisladores de mucha experiencia y los que recién asumen responsabilidades”, y destacó que “los nuevos legisladores del Frente Amplio (FA) fueron fundamentales”.

Al mismo tiempo, valoró que se logró aprobar el presupuesto “con unidad política, sin fisuras dentro de la interna del FA”, y destacó especialmente “la capacidad de negociación y de acuerdo que demostraron el gobierno y la bancada en su vínculo con la oposición”. En particular, resaltó que hubo “acompañamiento permanente del Poder Ejecutivo” durante el trámite del proyecto.

Llamó además a tener en cuenta que se negoció bajo dos circunstancias “críticas”, como lo son “el déficit fiscal más grande de los últimos 35 años y la ausencia de mayorías parlamentarias por primera vez en los últimos 40 años”.

Señaló que si bien él era optimista respecto de que el presupuesto se aprobara, nunca pensó “que se acompañara de la forma en la que se acompañó”. “Todos los partidos políticos votaron algo con el gobierno, incluyendo Identidad Soberana”, destacó.

También mencionó el trabajo de los partidos de la oposición para lograr mejorar el proyecto y evaluó que es un “triunfo para la gente”, porque de esta forma se le permite a la fuerza política electa “poder plasmar en su presupuesto quinquenal su propuesta política, económica y social”. “Y eso también dependía de los otros, ¿verdad? Porque te faltaban dos votos. Entonces, yo creo que esto es parte del activo republicano que distingue a Uruguay entre el resto de los países de América Latina y del mundo, es la responsabilidad de sus partidos políticos”, consideró. Evaluó en este sentido que los partidos interpretaron correctamente la expresión “de la gente en la calle, que nos dice que quiere a la política alejada del enfrentamiento permanente”.

La Coalición Republicana y sus divisiones

En su primera votación presupuestal como oposición, la Coalición Republicana adoptó estrategias diversas, votó en muchos casos dividida, y hubo dirigentes que no ocultaron su molestia por la falta de coordinación.

El 2 de setiembre, en conferencia de prensa tras la reunión de su directorio, su agrupación parlamentaria y sus intendentes, el PN anunciaba su voluntad de votar en general el proyecto de presupuesto quinquenal. “El PN dice que Uruguay va a tener presupuesto”, sentenció el senador nacionalista Javier García, y criticó que desde el gobierno se haya querido “cuestionar hasta el patriotismo” de su partido, deslizando que el país “se podía quedar sin presupuesto”.

Además de la “responsabilidad” institucional, como se señaló en su momento, pesaron otras consideraciones en el PN a la hora de votar en forma favorable. “El PN de forma unánime se expresó de forma favorable a la aprobación del presupuesto, entre otras cosas, o la más importante, por el hecho de que en la Cámara de Diputados el gobierno no tiene mayoría, eso lo obligaba a negociar, y nosotros no queríamos dejar al gobierno en una situación de semiextorsión de algún otro partido que le dijera: ‘O es todo esto o el presupuesto no sale’”, dijo a la diaria el diputado nacionalista Juan Martín Rodríguez, que prefirió no confirmar si se refería a CA como el potencial extorsionador. “Nosotros no íbamos a permitir que al gobierno se lo extorsionase, cada uno sabrá interpretar”, deslizó.

Rodríguez reconoció que, de todos modos, al darle CA los votos al gobierno para aprobar los impuestos, el FA le tuvo que conceder la reasignación para las Fuerzas Armadas, pero consideró que “una cosa es que un partido político tenga la llave para todo el presupuesto y otra cosa es que tenga la llave para una parte importante, como la parte impositiva, pero que no deja de ser una parte”.

Un segundo elemento que tomó en consideración el PN fue la posibilidad de negociar con el gobierno. Para Rodríguez, a raíz de la decisión del PN de votar en general, “el diálogo con el gobierno fue otro”, el oficialismo fue “más receptivo” a los planteos nacionalistas y eso habilitó a “mejorar” aspectos del presupuesto. “No es lo mismo que yo te diga ‘no te voy a votar nada’ a que te diga ‘mirá, yo tengo otra actitud’”, señaló, y agregó que “atendiendo a que el PN había actuado de una manera responsable como oposición, constructiva, el gobierno te escucha de otra manera”.

Mencionó como ejemplos de esto los artículos, que en algunos casos se aprobaron con votos del FA, referentes a atender la situación de las personas con discapacidad, y las reasignaciones que resolvió la bancada oficialista para el Instituto Clemente Estable y el Hospital de Clínicas.

En cambio, para el diputado del Partido Independiente (PI) Gerardo Sotelo, “lo poco” que logró la coalición, que fue que no se aprobaran los cambios al secreto bancario, no tuvo que ver con que el PN hubiera votado a favor en general. Rodríguez coincidió en que fue “un triunfo” para la oposición el hecho de que se rechazaran esos artículos.

Reclamos de mayor coordinación en la coalición

“El FA está logrando en Diputados una triple victoria: 1) aprobar un presupuesto gris sin mayoría propia, 2) presentar una Coalición Republicana dividida, y 3) blindarse ante críticas futuras si las cosas salen mal. Alguien debería estar mirando más lejos. Así, estamos liquidados”, lamentó el 11 de octubre Sotelo, en un posteo en su cuenta de X.

El 1° de octubre había quedado instalado el ámbito de coordinación de la Coalición Republicana para, entre otros objetivos, coordinar posiciones sobre el presupuesto. Pero no se avanzó en esto y el 9 de octubre se votó en general el presupuesto en Diputados con la coalición dividida.

Sotelo recordó que la primera reunión de coordinación fue una instancia “muy rica, que generó mucho entusiasmo”, y allí se acordó que “antes de salir afuera con iniciativas propias, las planteábamos allí, particularmente aquellas que pudieran generar disensos”, según contó a la diaria. “Ese es el gran acuerdo que hicimos ese día”, aseguró. Después se produjo el anuncio del PN de que votaría a favor en general. Para Sotelo, “lo más saludable” hubiera sido reunirse y definir todos juntos “la estrategia con respecto al presupuesto”, dando “una señal políticamente mucho más poderosa”.

De todas maneras, el diputado del PI evaluó que fue “simplemente una oportunidad perdida” y dijo que espera que la coordinación de la coalición “se consolide y que tengamos de ahora en más un trabajo más coordinado”.

En la misma línea que Sotelo, el diputado colorado Felipe Schipani dijo a la diaria que desde la oposición “se asumieron estrategias distintas para encarar el presupuesto” y “hubiera sido deseable coordinar un poquito más”. “Nosotros nos enteramos por la prensa de que el PN iba a votar en general”, lamentó.

Señaló que, de todos modos, se trata de la primera instancia presupuestal que tienen como oposición, y que lo sucedido “tiene que servir para coordinar en futuras instancias”. Consideró que si bien los partidos no tienen que pedirse “permiso”, en “los temas centrales, y vaya si la ley de presupuesto lo es, hay que tener cierta coordinación”.

Schipani opinó por otra parte que la posición del PN “no fue muy coherente”, porque votó a favor en general, pero durante la votación expresó “una valoración política negativa del presupuesto”.

El diputado colorado reconoció que la posición que decidió adoptar el PC lo sacó de las negociaciones presupuestales con el oficialismo. “Yo no participé en ninguna negociación porque en la medida en que no votamos en general, no había ánimo de negociar nada con nosotros, o sea, las negociaciones se dieron con quienes votaron a favor en general. Esa fue un poco la tónica expresada por el gobierno. En alguna oportunidad fui a conversar de algún tema y se me dijo: ‘No, tú votaste en contra’. Sólo los que votaron a favor pudieron negociar con la bancada oficialista”, afirmó.

Rodríguez opinó que el PN “hizo lo que tenía que hacer” y “tomó una definición”, mientras que tanto colorados como independientes prefirieron “demorar más o dilatar más la toma de decisión”. Y apuntó que “más allá de que no lo habíamos dicho en esos términos [que el PN iba a votar la iniciativa en general], habíamos dicho que íbamos a asegurar el presupuesto al gobierno, al país”. Dijo también que en la coalición “hay que saber convivir con que somos tres partidos distintos” y que “los tiempos de los partidos los pone cada partido”.

De todos modos, consideró que los planteos de Sotelo son “de recibo”, porque en la reunión de coordinación se podría haber dicho que ya habían tomado una definición.

A quienes reclaman unidad de acción en la coalición, Rodríguez les preguntó cuál sería el criterio para la definición: “¿Iba a ser un voto en función de la cantidad de legisladores? Bueno, entonces la posición del PN iba a imperar, porque tiene 38 legisladores, el PC tiene 22 y el PI tiene uno. Si iba a ser un voto calificado, y cada partido iba a tener uno, entonces, eso quiere decir que el PN, con más legisladores que los dos partidos sumados, iba a valer lo mismo que los demás. Era muy difícil llegar a un consenso, y la realidad es que cada partido tiene sus cuestiones internas”, señaló Rodríguez.

El diputado nacionalista dijo que le quita “dramatismo” a la división de la coalición en la votación en general, porque “reglamentariamente la mal llamada ‘votación en general’ es para habilitar el pasaje a la discusión en particular, que es el verdadero presupuesto, porque si los artículos no se aprueban, no hay presupuesto”. Añadió que se queda en cambio con “todo lo demás”, que fue la coordinación posterior de la coalición, que implicó reuniones permanentes para hacer un “chequeo” y “coordinar los disensos”, y destacó que “buena parte” de los artículos los votaron juntos.

Para Rodríguez, no es una señal de debilidad de la coalición lo que sucedió, porque la coalición “no es un partido y no está en el gobierno” y porque los aspectos en los que hubo diferencias no son “centrales a la visión de país que tenemos”, y, en cambio, en los “temas centrales”, como el del secreto bancario, hubo coincidencias.

La interna colorada

Schipani reconoció que sintió “cierta desilusión” por las discrepancias internas en el PC, ya que 11 legisladores votaron en contra del presupuesto en general y seis lo apoyaron. Schipani recordó que la bancada bicameral colorada resolvió dos puntos: decidir su posición sobre el presupuesto al final de la discusión de la comisión, cuando hubieran escuchado a todas las delegaciones, y hacer una serie de propuestas al gobierno para mejorar el presupuesto, a sugerencia del senador Pedro Bordaberry. Como estas propuestas no fueron contempladas por el oficialismo, los dos representantes colorados en la comisión, Conrado Rodríguez y Gabriel Gurméndez, votaron en contra del presupuesto.

“Después lo que pasó es que algunos integrantes de nuestra bancada cambiaron su voto, se apartaron un poco de lo que habíamos definido como bancada”, indicó Schipani, y contó que la argumentación de estos legisladores fue por el lado de que “hay que dar una imagen de apoyo” y que “no se puede estar siempre en la crítica”, o “para poder influir en algunas cuestiones”. Schipani opinó en cambio que el “resultado lógico” de los posicionamientos del PC tendría que haber sido “que ningún diputado colorado votara el presupuesto”. “Porque si le vamos a plantear una serie de demandas a la bancada oficialista, y no nos votan ninguna, la consecuencia lógica es no acompañar, pero bueno, hubo algunos legisladores que a último momento resolvieron acompañar, de alguna manera quebrando la unidad de acción y la estrategia que habíamos definido”, indicó. Consideró que esta acción también constituyó “una desautorización a nuestros representantes en la comisión de presupuesto”, Rodríguez y Gurméndez.

Críticas a Cabildo: el “satélite” del FA y “las culebras”

El diputado cabildante Álvaro Perrone dijo a la diaria que hace un balance “positivo” de la votación presupuestal y que la negociación con el FA se dio “en buenos términos”. Recordó que junto con la otra diputada de Cabildo, Silvana Pérez Bonavita, tuvieron una reunión con varios legisladores del FA una vez que el presupuesto ingresó al Parlamento. Allí, Cabildo planteó sus prioridades, que apuntaban a la mejora de la situación del personal subalterno de las Fuerzas Armadas y de Sanidad Militar, la instalación del Hospital de la Costa, la mejora presupuestal para la Universidad Tecnológica y atender temas de discapacidad y de acoso escolar.

Perrone contó que en el encuentro hubo “mucha apertura” por parte del oficialismo y que después llevaron adelante negociaciones para lograr las reasignaciones presupuestales que se aprobaron para el personal subalterno y sanidad militar. “Cuando uno va en forma positiva, las cosas salen bien. Que no alcanza, que es poco, ya lo sabemos todos, porque es poca plata, pero después, en cada instancia de rendición de cuentas, vamos a seguir peleando”, aseguró.

Schipani consideró que lo que sucedió en la votación presupuestal “vino a confirmar lo ya conocido”, y es que, a su juicio, “la estrategia de CA es darle al FA las mayorías”. “Ya pasó a ser un satélite del FA, es la nueva mayoría parlamentaria del gobierno, eso queda totalmente claro”, remarcó. Acotó de todos modos que no hay que cerrarle las puertas a Cabildo de cara a las próximas elecciones: “Yo no le cierro las puertas a Cabildo ni a nadie. Como decía Mujica, si uno quiere ganar, bueno, tiene que abrazarse a las culebras”.

Sotelo, en tanto, llamó a ver “toda la película” para que se entienda. Dijo que si se miran los últimos años, Cabildo no sentía por la coalición el affectio societatis_ (voluntad de asociarse) de sus otros miembros, y además tuvo desencuentros con el gobierno de Luis Lacalle Pou, por ejemplo, con relación a la gestión de la exministra de Vivienda Irene Moreira. Todo esto hace que “hoy ya no esté en la coalición por decisión propia”.

Por otra parte, Sotelo señaló que cuando se conformó Cabildo, referentes del Movimiento de Participación Popular manifestaron “coincidencias ideológicas” con el novel partido, en particular “una mirada de nacionalismo popular”, y remarcó que el expresidente José Mujica fue “el responsable principal de crear la figura de Guido Manini Ríos como referente del Ejército y luego de la política”. “Entonces, estamos viendo nada más que la última escena de una película que viene desde muy lejos y que no sabemos cómo va a continuar, porque no sabemos qué va a pasar con CA”, señaló.

Sobre las críticas a la actuación de Cabildo, Perrone afirmó que la postura de su partido no fue votar los impuestos “a cambio” de las reasignaciones, porque estaban a favor del impuesto mínimo global y también del “impuesto Temu”. “Nunca estuvimos en negociaciones de decir ‘te votamos el mínimo global a cambio de esto’. Porque no votar el mínimo global iría contra nuestro propio discurso”, enfatizó, y agregó que sugerir “extorsión” es “un atrevimiento”. “Si hubo o no hubo extorsión, que se lo consulten al FA y ellos dirán cómo fue nuestra forma de negociar”, remarcó.

En cuanto al PC, el diputado cabildante apuntó que “quedaron en incapacidad de negociación porque rompieron todos los puentes, no tuvieron chance de negociar nada”. Agregó que no es Cabildo “el que negocia embajadas, el que tiene cargos en las intendencias”. “Pero la culpa es de CA, que no tiene ningún cargo en ningún lugar, porque nosotros jamás pedimos cargos ni negociamos cargos”, afirmó.

Sobre las coincidencias entre el FA y Cabildo señaladas por Sotelo, Perrone afirmó que en su partido son “pragmáticos” y que no “siguen” al FA en los temas en los que la coalición “sí decide seguirle”, como “la eutanasia y todo lo que tiene que ver con políticas de género”. “Nosotros estamos lejos de todo eso. Somos pragmáticos: los temas económicos, los temas de seguridad, nosotros ahí estamos en todo”, señaló, y agregó que CA “no vota nada que tenga que ver con la ideología”.

Sí consideró que Cabildo tiene una política de “defensa de la industria nacional” y por eso apoyó el “impuesto Temu”. “Nosotros mantenemos una coherencia que otros no mantienen”, sentenció.

Consultado sobre las negociaciones con CA, Tucci sostuvo que “en ningún momento, bajo ningún punto de vista, Cabildo tuvo una actitud extorsiva con el FA, como tampoco lo tuvieron el resto de los partidos políticos”. “Fue una discusión política sana con todos los partidos, abierta, dura”, apuntó. Y recordó que Cabildo había mencionado la posibilidad de apoyar el impuesto mínimo global desde antes.

La reunión que mantuvo el FA con CA fue “para tener un intercambio en términos generales de cómo se veía el presupuesto, y ellos manifestaron su idea de siempre de tratar de fortalecer los recursos para el personal subalterno y para sanidad militar, y nosotros también les trasladamos cuál era la columna vertebral del presupuesto quinquenal donde necesitábamos que se nos acompañara”, explicó.

Pero acotó que así como se conversó con Cabildo, se hizo lo propio con el resto de los partidos. “Porque a veces se coloca mucho el foco sobre CA, pero no nos damos cuenta de que hay un montón de artículos que salieron sin sus votos y sí con los votos del PC o del PN”, remarcó.