“Vienen con pasteles y chorizo seco, como si estuviera preso; lo van a hacer engordar”, comenta un paisano desde arriba de su caballo. Son las 9.30 del domingo y a pocos metros del mojón que marca el kilómetro 274 de la ruta 2, en Soriano, se empieza a juntar la caballería que partirá hacia la chacra del exintendente de ese departamento Guillermo Besozzi (Partido Nacional), que en los papeles está preso, pero en su hogar. El paisano, con sus botas, su facón detrás del cinturón y su sombrero, comenta que ahora la casa de Besozzi “es un consultorio, todo el día hay gente”.
Hace más de diez días, el exintendente fue imputado por la jueza Ximena Menchaca por varios de los delitos contra la administración pública que figuran en el Código Penal a partir del artículo 153 (peculado, tráfico de influencias, concusión, cohecho, etcétera). La Justicia dispuso como medida cautelar la prisión domiciliaria por 180 días.
A las pocas horas de que se supo la noticia, varios militantes blancos convocaron a una concentración en Soriano –en distintos lugares, acorde a cada transporte– para apoyar al exjerarca bajo el lema “Todos somos Besozzi”. El señor, que sigue arriba de su caballo, comenta que lo que está viviendo el exintendente es una jugada política para que no gane, ya que competirá por la reelección en las departamentales de mayo. “Pero les va a ganar igual, desde la casa; la gente lo va a seguir porque lo quiere mucho y no tiene problemas con nadie”, acota el señor.
Manifestación en apoyo a Guillermo Besozzi en su casa de ruta 2 en Soriano.
Foto: Alessandro Maradei
“Despacio, que te vas a caer”, le dice un hombre a una niña de cinco años que va arriba de su caballo de lo más contenta, para aquí y para no tan allá porque está aprendiendo. Una señora comenta que la niña y el caballo ya “se conocen mutuamente” y el animal “ya sabe que es ella que anda”. De repente, ya son más de una veintena de personas –todas a caballo– en la concentración, cuando empieza a llover. “Lo único que me molesta es que se me mojen los documentos y el celular”, dijo otro paisano, quitándole importancia.
Clarita es una yegua de 12 años que, como su nombre lo dice, es de color clarito. Es de Mariela, quien comenta que irán a lo de Besozzi para que “sienta el apoyo del pueblo de Soriano”, y también agrega que lo que le pasó al exintendente “es todo un enjuague para que no se postule” “Para mí es una trampa para que la intendencia no sea blanca, porque la intendencia de acá siempre ha sido blanca y queremos que siga blanca”, subraya.
Ponete la camiseta
Pasadas las 10.00 ya se escucha una sinfonía de relinches y cerca de 50 caballos parten por el costado de la ruta hacia la chacra de Besozzi, ubicada en el kilómetro 268 de la ruta 2. Antes de que llegue la caballería, se va armando el ambiente, y varios militantes se pegaron a la portera a la espera de que salga Besozzi. El ambiente de apoyo es tal que incluso hay un puestito de “merchandising” alusivo, como si fuera un recital. El producto estrella es la camiseta blanca con la foto del exintendente y la frase con el leitmotiv del evento (“Todos somos Besozzi”) y “Hay orden de no aflojar”, que se compran por 500 pesos (en todos los talles, según el vendedor).
Manifestación en apoyo a Guillermo Besozzi en su casa de ruta 2 en Soriano.
Foto: Alessandro Maradei
María Fajardo, diputada blanca de Soriano, se abraza con una mujer que no para de llorar, la contiene y le va a buscar algo de tomar. Fajardo dice a la diaria que “los que no conocen a Guillermo serían incapaces de movilizarse” por la situación, pero sí los que lo conocen, por su “gestión, por cómo llega a la gente y cómo atiende en cualquier lugar, a cualquier hora, sea del partido que sea”. “Lo que no entiende la gente es que las intendencias son el mostrador más largo y más cercano que tiene la gente: llegan a cubrir las necesidades en todos los gobiernos –más allá de partidos políticos–, porque los ministerios no pueden cubrir situaciones que son de urgencia”, asegura.
La diputada dice que “muchas veces” se critica la burocracia, incluso ellos mismos, los políticos, porque “los tiempos de la gente son muy distintos”. Agrega que está muy “movilizada” porque Besozzi es su “hermano del alma, no de ahora, sino de toda la vida”. Comenta que el exintendente es la persona que “tiene respeto por la necesidad y el dolor de la gente, que no tiene banderías políticas a la hora de gestionar”. “Es la persona que está en cada hospital que falte algo, en cada hogar de ancianos, en cada policlínica, en cada persona que se le vuela un techo o en un tornado, como el que tuvimos en Dolores. Tendría todo un día para contar lo que es Guillermo para nosotros, es un hombre honesto”, asegura.
Además de Besozzi, otros jerarcas de la Intendencia de Soriano también fueron imputados por delitos similares. Fajardo dice que quienes están detenidos por este caso tendrán oportunidad “de demostrar su inocencia”, porque cree en la Justicia, pero “las formas que se usaron no son las mismas que para alguien que quizás ha abusado de alguna niña o de algún niño”. “Yo no voy a decir qué hay detrás, pero las formas y el celo que se usó en esta causa no es la misma que se usó en otras”, insiste. Ante la pregunta de si piensa que Besozzi será reelecto, Fajardo contesta que hoy está “más preocupada por el Guillermo ser humano que por el Guillermo político”, y agrega: “Si perdemos, vamos a perder en las urnas; pero vamos a ir a las urnas y vamos a hacer campaña”.
Manifestación en apoyo a Guillermo Besozzi, el 23 de marzo, en Soriano.
Foto: Alessandro Maradei
Al fin, Besozzi sale al frente de su estancia y al instante es vitoreado por los militantes, que no paran de llegar, mientras por un sistema amplificado de sonido se escucha la versión de la canción “Qué tiene la noche” de Chacho Ramos. Besozzi le da la mano, un abrazo o un beso a toda persona que lo requiera, y muchos le piden fotos. Dos mujeres, ambas con la camiseta que vendían unos metros atrás, no quisieron perderse la foto.
Entre los presentes también rondaba el senador blanco Sergio Botana, que fue uno de los tantos que saludaron muy afectuosamente a Besozzi. En diálogo con la diaria, Botana señaló que la gente que se juntó tiene “banderas de la patria” porque “lo que se está defendiendo acá no es a un hombre, sino a la patria”. “Estamos defendiendo el derecho del que está más lejos y del que está más solo. Si hay atropellos contra los que tenemos cómo defendernos o quién nos defienda, pobrecito del que está solo”, señala.
Botana dice que esta situación le hace acordar a la época del caudillo blanco Wilson Ferreira Aldunate, “que lo metieron preso” (al final de la dictadura), pero acota que “el pueblo les gana siempre a los totalitarios”. El senador asegura que Besozzi va a ganar “de rienda envuelta y sin mirar la carrera”, y subraya que el país al que le habla entiende lo que quiere decir. El cuello de Botana está rodeado por un pañuelo blanco con la virgen de los Treinta y Tres, y cuenta el motivo: “Porque nos tiene que proteger a todos, tiene que proteger las cosas de la patria: en estas cosas especiales siempre trato de usarla”. Luego de esas palabras, el senador, visiblemente emocionado, dice que se siente así porque le hace acordar “a esa época, que es la de los blancos de veras”.
Manifestación en apoyo a Guillermo Besozzi, el 23 de marzo, en Soriano.
Foto: Alessandro Maradei
Preso en mi ciudad
“Libertad o muerte”. La bandera de los Treinta y Tres Orientales flamea en medio de la caballería, que está llegando a lo de Besozzi. En total, cerca de 100 caballos se acercaron. La mayoría entró a la estancia y el exintendente se encargó de saludar a cada uno de sus jinetes. En un momento, ante tanta multitud y bullicio, un reluciente caballo negro corcoveó con ganas, pero el paisano que lo montaba lo supo controlar.
Subido a la caja de una camioneta y micrófono en mano, Besozzi habló cerca de 15 minutos para los que llegaron a demostrarle su apoyo y cariño. Su discurso fue subiendo y bajando en la intensidad a caballo de la emoción, que le vidriaba los ojos, sobre todo cuando agradeció a su familia. “Lo único que puedo hacer es agradecer”, fue lo primero que dijo, y subrayó lo que significa ensillar para ir a apoyarlo. “Miren que todo el tema de ensillar, hay que movilizar caballos... No es tan fácil como parece cuando uno los ve desfilar, así que gracias enormes a todos los que están a caballo, que han venido de distintos lugares”, subrayó.
Manifestación en apoyo a Guillermo Besozzi, el 23 de marzo, en Soriano.
El exintendente aclaró que la movida no era “un acto político” ni el lanzamiento de su campaña, ya que eso se hará “sobre fin de mes o el otro”, y lo de este domingo en su casa “no tiene nada que ver con una campaña”. Dijo que se la banca, aunque “es difícil para la familia”, pero está dolido por sus “compañeros” que están “adentro”. “Si esto lo quieren transformar en un tema político, conmigo alcanza”, acotó, entre un mar de aplausos. Sobre el tema de fondo, dijo: “Yo soy inocente, no toqué nada, no me llevé nada, nunca, jamás, porque tengo los valores bien puestos”.
Señaló que siente impotencia, ya que ni siquiera tuvo la oportunidad de que alguien le pregunte si algo de eso es cierto o no. “Alguien que me preguntase de parte de la Justicia; yo pretendía algo de eso. Los procedimientos se discutirán en la Justicia, pero, ¿saben qué?, los muchachos y el que habla no somos delincuentes, somos gente que gestiona y que trabaja por la sociedad”, dijo, y tuvo que parar de hablar porque la gente empezó a cantar “¡Guillermo, amigo, el pueblo está contigo!”.
El exintendente le habló a un hombre que tenía la camiseta que vendían en la entrada y dijo: “No pretendo que sean yo; en un país de libertades como el nuestro, cada uno tiene que ser como es”. Además, les agradeció a todos los que fueron a visitarlo en estos días, que “han sido muchos”, y dijo que a veces no los puede atender como pretende. “Yo soy el mismo de siempre, nunca cambié en nada, soy la misma persona que cuando arranqué como edil. Hice las cosas que tenía que hacer de la mejor manera, con errores y con aciertos”, subrayó.
Manifestación en apoyo a Guillermo Besozzi, el 23 de marzo, en Soriano.
Foto: Alessandro Maradei
Varios de los asistentes trataban de calcular cuántas personas había. Alguno dijo 2.000, otros fueron más entusiastas para hacer la cuenta. Besozzi siguió exponiendo su defensa, señalando que en toda su carrera política, de 26 años, siempre tuvo claro “cómo se maneja la cosa pública” y que a los jerarcas los eligen “para hacer girar la rueda de un departamento, para que haya vivienda, cultura, deporte y puedan atender a cada uno de los que tienen alguna problemática; dentro de la ley, todo, y por fuera, nada”.
Besozzi dijo que le habían preguntado por la tobillera y aseguró que da “la posibilidad de llegar hasta por allá”, señalando el alambrado que marca donde empieza su chacra, y subrayó que no tiene problema con que se la “filmen”. “Miren que estoy dolido, que me han hecho sentir el fierro, miren que me banco todo esto”, señaló, y dijo que el cartel que estaba adelante, en apoyo a los otros jerarcas de la intendencia imputados, le “duele enormemente”, porque son todos “muchachos de trabajo, profesionales intachables”.
Manifestación en apoyo a Guillermo Besozzi, el 23 de marzo, en Soriano.
Foto: Alessandro Maradei
Al final, el exintendente dijo que no iba a hablar más para que no se sigan mojando –la lluvia fue y vino a lo largo de toda la mañana–. Después empezó a mencionar todos los lugares desde donde fueron a apoyarlo (Colonia, Río Negro, Flores, San José, y así) y a “toda esa delegación” de Cerro Largo que acompañó a Botana –exintendente de ese departamento–, y otra vez dijo que “esto no es un tema político”. Entre agradecimientos y más agradecimientos, alguien gritó “¡pa que aprendan los zurdos!”. El homenajeado se bajó de la camioneta y siguió saludando y abrazando a todos los que dicen que son Besozzi.