La compra de la estancia María Dolores por parte del Instituto Nacional de Colonización (INC), que valió que el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alfredo Fratti, tuviera que ir al Parlamento a principios de junio y duros cruces entre el oficialismo y la oposición, ahora también genera diferencias en la interna del Partido Nacional (PN).

El jueves, tras recibir al presidente del INC, Alejandro Henry, el intendente de Florida, Carlos Enciso, tomó distancia de las críticas que han hecho algunos dirigentes nacionalistas a la compra del campo en ese departamento y alegó que la adquisición “es un factor de desarrollo a apoyar y explotar en Florida”. Horas después, el senador nacionalista Sebastián da Silva compartió sus declaraciones, volvió a criticar la decisión y lanzó: “Para discutir de temas de campo, hay que poner argumentos de campo”.

Este domingo, consultado por las críticas de Da Silva, el jerarca departamental dijo que “no es bueno polemizar” entre “compañeros del partido”, pero reafirmó sus dichos: “Le ahorro la llamada, puede venir por acá un día a tomar un mate o acompañarme a las recorridas que voy a hacer el martes”, dijo, y comentó que “no es necesario sobreabundar” en su visión sobre los “factores de desarrollo” que hay que “priorizar” en el departamento, y reafirmó que la compra de la estancia María Dolores va en esa dirección.

Enciso fue un paso más allá al decir que Da Silva “representa a un grupo extranjero” con sede en su departamento y que tiene, “obviamente”, “intereses y formación en la temática”. “Tal vez le falte saber de los 70 tambos que cierran por año en Uruguay, de la problemática del sector lechero. Como intermediario, como consignatario que él ha sido, conocerá desde otra óptica al agro”, añadió.

En ese sentido, dijo que el departamento no está “hoy por hoy” en “condiciones para no generar estas apoyaturas y salir adelante”, y señaló que su postura está relacionada con la visión “desarrollista” que promovía el exdirigente del Partido Nacional Wilson Ferreira Aldunate (exministro de Ganadería, Agricultura y Pesca entre 1963 y 1967) en cuanto a los factores de desarrollo de la actividad agropecuaria, y no desde una postura “ultraliberal” que “no se sabe a quién defiende”.

“Estamos en un buen rumbo. Y sí, soy político profesional, y a mucha honra. Empecé desde la juventud: fui edil, diputado, senador, tres veces intendente. Es mi única actividad, es mi único ingreso, es mi única forma de ver la política full time como una actividad de servicio. Cuando a veces se quiere descalificar la política, yo la reivindico”, cerró.

Da Silva: “El desarrollismo no avala el malgasto público”

Consultado por la diaria, Da Silva aseguró que si “Wilson estuviera vivo estaría haciendo lo mismo” que hace él. “El desarrollismo no avala el malgasto público. En un momento donde hay una crisis del sector lechero, seguro que no avala gastarse más de 30 millones de dólares para instalar a 16 colonos”, cuestionó. “Hay una concepción equivocada de lo que es la más profunda raíz wilsonista, que nace y termina en la probidad y en el buen uso de los dineros públicos. A Wilson se lo quiere poner en lugares donde seguramente él no estuviera”, lanzó, y subrayó que con la crítica que hace a la compra de la estancia, la que calificó como una “barbaridad”, en realidad está “honrando” a Aldunate.

Da Silva apuntó, de todos modos, que no era su interés “entrar en valoraciones personales” con Enciso, pero insistió con que él no es un “político profesional”, como sí lo es Enciso. “El político profesional es aquel que hace de la política una profesión, y los que no lo somos entendemos que la política es un tiempo en el paso de la vida en el que uno se puede dedicar al servicio de la gente, pero siempre manteniendo otras actividades”, remarcó.

El legislador negó tener un “interés” personal en el caso de María Dolores, como sugirió Enciso, por sus negocios en el rubro del agro. “Tengo un conocimiento profundo de las necesidades que tienen los tamberos y los colonos”, aseguró Da Silva, quien es uno de los directores de la empresa Don Augusto Agro, que se dedica a la cría de caballos criollos en Cardal, Florida, además de tener tambos en el departamento. El senador dijo que la empresa trabaja en Florida hace “más de 20 años” y que varios de los directores son “íntimos amigos” del intendente.