Con su llegada a la ciudad de Sevilla el 29 de junio, el presidente de la República, Yamandú Orsi, dio inicio a una serie de encuentros internacionales en los que dejó señales del perfil que se buscará darles a las relaciones internacionales durante su mandato. En España, en el marco de la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo Sostenible, organizada por Naciones Unidas, dejó claro que “el multilateralismo es la salida”. En tanto, en Buenos Aires, durante la Cumbre del Mercosur, remarcó “la necesidad estructural de apertura”.
Con el único antecedente de la Cumbre de la Celac, desarrollada en abril, los encuentros mantenidos por el mandatario tuvieron la particularidad de contar con la presencia de figuras relevantes para las aspiraciones políticas o comerciales uruguayas a nivel internacional. Por ejemplo, en su primera noche en Sevilla, asistió al Real Alcázar, donde, además de ser recibido por el rey Felipe VI y la reina Letizia, compartió cena con el presidente de España, Pedro Sánchez; el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El mensaje del mandatario en la conferencia dejó en claro algunas intenciones. En un primer momento, mostró ser consciente de que expondría en un contexto mundial de “grave cuestionamiento del sistema multilateral”, que se traduce en una “multipolaridad de foros, alianzas y acuerdos que no representan la voluntad de la comunidad internacional en su conjunto, sino posiciones circunstanciales que socavan aún más el sistema universal”.
“En un escenario global particularmente inestable, estamos convencidos de que el multilateralismo no es sólo una opción, sino el único camino viable para construir soluciones comunes, duraderas y justas para el bienestar de nuestras poblaciones”, enfatizó el mandatario. Con esa visión como punto de partida, profundizó en la necesidad de la “reforma de la arquitectura financiera internacional” para caminar hacia los objetivos de desarrollo sostenible.
En ese sentido, catalogó como “fundamental” que los países más desarrollados “cumplan con sus compromisos internacionales y aumenten sustancialmente la provisión y movilización de recursos hacia los países en desarrollo”. Explicó que eso no se enmarca sólo en “asistencia oficial al desarrollo”, sino más bien en “construir mecanismos sostenibles y predecibles” que den paso a “transiciones productivas, sociales y ambientales”.
Dentro de la misma línea de razonamiento, Orsi consideró necesario “un cambio de paradigma en la medición del desarrollo”, con la incorporación de “indicadores” que no sólo tengan en cuenta el producto interno bruto, logrando así “asignar de manera más justa el financiamiento y la cooperación internacional”. Específicamente, se refirió a que se debe poner sobre la mesa las dimensiones de “desarrollo sostenible, económica, social y ambiental”. Por último, se detuvo en lo valioso de “instrumentos financieros innovadores como bonos sostenibles, canjes de deuda por clima o por desarrollo”.
Orsi y el énfasis en el multilateralismo
“La alineación del presidente uruguayo en favor o abogando por el fortalecimiento del multilateralismo hace sentido en países como Uruguay, que es un país pequeño, sin posibilidad de tener relevancia o peso relativo en el contexto internacional; la única forma de obtener algo de la agenda internacional y de tener alguna voz es en los organismos internacionales o en los organismos multilaterales”, comentó a la diaria Marcos Soto, decano de la UCU Business School.
Por su parte, el analista internacional Fernando López indicó a la diaria que la postura marcada por Orsi en España es propia del “realismo y la sensatez” de reconocer que “se está manejando en un mundo crítico y tormentoso”. Para el especialista, tanto Orsi como el canciller, Mario Lubetkin, están haciendo uso a nivel internacional del “capital moral” del país –marcado por el apego a la institucionalidad y a la democracia– para no “dar pasos en falso”.
Soto remarcó, por lo pronto, que el apego al “multilateralismo” genera “visiones encontradas” con la corriente que actualmente lidera el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que tiene apoyos regionales como el de Javier Milei o Jair Bolsonaro. El especialista recordó que las agendas “antimultilateralismo” profundizan su visión con el “negacionismo del cambio climático” y confrontan con algunas líneas que marca la Organización Mundial de la Salud (de hecho, Estados Unidos y Argentina iniciaron el camino para retirarse de la organización).
López recordó que el multilateralismo se ha transformado en algo que “forma parte del paquete cultural, político e ideológico” del Frente Amplio y planteó que en el contexto global será una herramienta clave para el “futuro económico” en el marco de posibles “bandazos económicos de los imperialismos” estadounidenses, rusos y chinos. El analista remarcó, concretamente, la relevancia que toma en este contexto que el Mercosur pueda abrochar el acuerdo con la Unión Europea.
El presidente Yamandú Orsi durante la Cumbre del Mercosur en Buenos Aires.
Foto: Matías Baglietto, Nurphoto, AFP
Orsi y la Cumbre del Mercosur
En Buenos Aires, Orsi vivió su primera Cumbre del Mercosur como mandatario y mostró su conformidad con algunas señales del bloque regional. “Estamos encontrando lo que siempre quisimos, que el Mercosur nos potencie”, señaló en rueda de prensa. Asimismo, tanto en declaraciones a la prensa como durante la reunión del bloque, el mandatario se encargó de valorar avances conseguidos durante la presidencia pro témpore de Argentina y destacar el contacto permanente con el país vecino. También invitó a su par argentino a visitar tierras uruguayas.
Recordando su participación en la cumbre desarrollada en Montevideo, tras ser invitado por el entonces presidente Luis Lacalle Pou, Orsi dejó claro durante la reunión del bloque que para Uruguay el Mercosur es afrontado como “una auténtica política de Estado”. “Constituye nuestra principal plataforma de inserción internacional para buscar las mejores soluciones a los innumerables desafíos que enfrentan nuestras sociedades”, puntualizó.
Por un lado, desde el plano comercial, Orsi reafirmó que Uruguay siempre entendió al Mercosur como “un paso hacia una mayor apertura al mundo, promoviendo una integración más profunda y ambiciosa”. “Uruguay así lo ha reclamado en repetidas oportunidades y a todos los niveles: debemos aspirar a perfeccionar la zona de libre comercio, facilitar el desarrollo y hacer posible un tránsito más fluido de bienes y personas”, remarcó.
Paralelamente, señaló que el contexto internacional es “profundamente distinto” al existente cuando la creación del bloque, y también al de la última cumbre de diciembre de 2024. “Entre el evidente aumento de los riesgos geopolíticos, es fundamental reafirmar que el Mercosur constituye una región de paz, de diálogo y de respeto mutuo, de democracia y de respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales”, dijo.
Con respecto al futuro, Orsi dejó en claro que Uruguay mira con “optimismo la posible suscripción hacia el fin de este año del acuerdo de asociación con la Unión Europea”. Definió la posible concreción del acuerdo como un “hito en materia económico-comercial”, aunque enfatizó que “también debe ser apreciado en clave geopolítica”. Por último, también mostró satisfacción por la finalización del acuerdo Mercosur-EFTA.
Con miras al próximo semestre, cuando se desarrollará la presidencia pro témpore de Brasil, Orsi apuntó que confía en el avance de las “negociaciones actualmente en curso con Emiratos Árabes Unidos y El Salvador”. También llamó a “retomar las negociaciones con socios relevantes como Corea del Sur y Canadá”.
Orsi y la diplomacia
“Eso se llama diplomacia”, respondió López al ser consultado por las consideraciones de Orsi sobre Argentina durante la cumbre y su invitación a Milei. “Tanto Lubetkin como el presidente Orsi actúan no sólo con prudencia, cosa que es más que necesaria en este momento”, indicó el analista en referencia a la región.
Soto, en tanto, comentó que “reconocer” el papel de Argentina es algo “acertado” dada la “no alineación” que a priori existe entre los gobiernos. “Creo que fue un guiño interesante en esto de abogar por mayor apertura”, subrayó el analista. A su vez, agregó que el bloque debe convivir en una “visión encontrada” entre Argentina y Brasil, en que el país liderado por Milei sostiene una visión “acotada” al comercio, mientras que Lula da Silva incorpora otros aspectos, como “infraestructura, combate al crimen organizado o desigualdades”.
Más allá de estas diferencias, Soto subrayó que actualmente el Mercosur encuentra en Argentina “vocación de apertura”, lo que, a diferencia de años anteriores, hace “posible que la agenda se dinamice”. Más allá de este posible avance de la apertura del Mercosur, el analista consideró importante que Uruguay pueda impulsar otras “alternativas” con una agenda propia, dado que el Mercosur sólo lo limita a “negociar acuerdos de preferencias arancelarias”, pero no de otro carácter.
Por su parte, López marcó la relevancia en el Mercosur de lograr definitivamente cerrar el acuerdo con la Unión Europea. Apuntó que, más allá de un beneficio comercial “obvio”, existe una razón “política” marcada por el debilitamiento de las democracias en el mundo. “Hay un riesgo global de degradación de la democracia y un país democrático como Uruguay, con instituciones firmes, con una conciencia democrática tan ascendida en su gente, tiene que tener en Europa, en la Europa democrática y humanista, un punto de apoyo central”, concluyó.
La cumbre de los BRICS
Orsi partió el viernes a Río de Janeiro para asistir a la 17ª Cumbre de los BRICS. En un diálogo con Folha de São Paulo que tuvo lugar el miércoles, el mandatario afirmó que, “sin duda, los BRICS representan hoy un Sur global extremadamente activo, con una incidencia muy significativa desde el punto de vista económico”. Dentro del grupo de países que participan de la instancia se encuentran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.