Los diputados y senadores del Frente Amplio (FA) se abocarán a intercambiar sobre el presupuesto este sábado a partir de las 10.00 en La Huella de Seregni, con la presencia del secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez. La idea, explicaron a la diaria fuentes del gobierno, es “explicar los motivos y los objetivos” de la propuesta presupuestal y “unificar miradas” para que desde el FA “pidan cosas consistentes”. “No te podés dar el lujo de tener miradas inconsistentes” en un escenario sin mayorías parlamentarias en Diputados, entienden desde el gobierno.
El Poder Ejecutivo tiene tiempo hasta el 31 de agosto para enviar el proyecto de ley de presupuesto al Parlamento y se tomará hasta el último día de ese plazo. La iniciativa ingresará por la Cámara de Diputados y está previsto que el 3 de setiembre comience a tratarse en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda con la comparecencia de las autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas.
Según informó el semanario Búsqueda el 24 de julio, con base en fuentes del gobierno, el espacio fiscal previsto para 2026 es de 140 millones de dólares. Desde el Poder Ejecutivo señalaron a la diaria que para el final del período el espacio fiscal se estima en 240 millones, a los que hay que agregarles “algunos millones más” para salarios de los funcionarios públicos. En estos días, el gobierno está en negociaciones con la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado por los lineamientos salariales del sector público.
Los gastos e inversiones del próximo presupuesto estarán en línea con las prioridades programáticas del FA y con los anuncios de campaña, así como con los 63 compromisos asumidos por el gobierno de Yamandú Orsi. “En general, todos los incisos [ministerios y organismos] tienen algo de aumento, y la prioridad es infancia y adolescencia”, señalaron las fuentes.
Habrá una “política diferencial” para la educación y la infancia, aseguraron desde el gobierno. Se incluirá en el presupuesto la multiplicación por cinco de las becas Butiá para estudiantes de enseñanza media y recursos para el bono educativo de 2.500 pesos, que se pagará a las familias de todos los estudiantes de escuelas públicas a partir del año próximo. También habrá presupuesto para los CAIF y aumentos para el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay.
En el caso de la Universidad de la República (Udelar), si bien habrá un aumento, estará muy lejos de lo solicitado por la institución, que pide un incremento del 52% de su presupuesto hacia el final del quinquenio. Desde el gobierno ya prevén que la propuesta presupuestal genere “insatisfacción” en la Udelar.
Se dispone además un incremento para ciencia y tecnología, destinado en parte a la creación de la Secretaría de Ciencia y Generación de Conocimiento, que funcionará en la órbita de Presidencia, y al programa Uruguay Innova.
En materia de seguridad, se prevé la creación de 2.000 cargos de policías y la inversión en cárceles. La mejora del sistema penitenciario está “entre las prioridades de las inversiones” públicas, pero además se recurrirá a modalidades alternativas, como los contratos de participación público-privada.
En materia de vivienda, si bien habrá recursos adicionales, estarán lejos de la promesa de duplicarlos, que fue uno de los 63 compromisos del gobierno.
De dónde salen los recursos
“Es probable que haya cambios en el diseño tributario. Si no generás un flujo de ingresos, estas políticas no son sostenibles”, dijo una fuente de gobierno a la diaria, y acotó que esto se hará “con una mirada progresista”.
En este aspecto, no hay mayores novedades respecto de lo que ya se ha anunciado públicamente. El gobierno piensa implementar el impuesto mínimo global a las empresas transnacionales, con el que prevé recaudar 350 millones de dólares, y también un gravamen a los depósitos en el exterior, con el que estima obtener cerca de 100 millones de dólares.
Las fuentes de gobierno consultadas valoraron que se trata del presupuesto “más duro de los gobiernos del FA”, en primer lugar, “por restricciones políticas”, porque no hay mayorías parlamentarias en Diputados, y en segundo lugar, porque “la restricción fiscal es la más grande de los gobiernos” frenteamplistas. “Lo que tenés para repartir es mucho menor que las expectativas que podían tener los integrantes del gobierno”, reconocen desde el Ejecutivo, y esto incluso motivó tensiones y molestias con algunos ministros, que se buscaron aquietar con la intervención del secretario de la Presidencia y del presidente Yamandú Orsi.
En este contexto, el gobierno espera que en el Parlamento, si se introducen cambios, sea sobre la base de redistribuir los recursos previstos, porque no se plantea enviar mensajes complementarios dada la “situación fiscal tensa actual”, aunque después, en las sucesivas rendiciones de cuentas, “se puede ir viendo, en la medida en que logremos avanzar en el ratio deuda/PIB”, apuntaron las fuentes. “La idea no es que tengamos rendiciones cero”, acotaron.
Debates a la interna del FA
El gobierno tiene “temor” de que la discusión sobre la propuesta del gravamen al 1% más rico de la población, lanzada por el PIT-CNT y apoyada por algunos sectores dentro del FA, “se meta en el presupuesto”, señaló una fuente del Ejecutivo. Entienden que esto deterioraría el clima de inversiones, y la inversión es una de las principales apuestas del equipo económico para lograr un mayor crecimiento.
Mariano Tucci, diputado del Movimiento de Participación Popular (MPP) y coordinador de la bancada del FA en esa cámara, dijo a la diaria que hasta el momento el debate sobre el 1% “no está planteado en la bancada de Diputados”. “Y no preveo que esté tampoco”, acotó.
Sin embargo, el senador socialista Gustavo González y el senador comunista Óscar Andrade valoraron, en diálogo con la diaria, que es una propuesta que debería incorporarse al debate presupuestal.
González señaló que la salud, la educación y la vivienda deben ser las prioridades, y recordó que en vivienda el programa del FA “se comprometió a duplicar la partida que hay hasta el momento y también a exonerar del IVA a las cooperativas de vivienda por ayuda mutua”. En este marco, consideró que hay margen para plantear en el presupuesto la propuesta del 1% porque “acá va a haber una ley de fierro, que es: hay dinero o no hay dinero”. “Las inversiones no han venido todavía, y si no hay dinero, de algún lado va a haber que sacar, ¿no?”, señaló. Consideró que hay que apuntar a “una reforma tributaria importante, ver las exoneraciones al capital para poder cumplir con esto, si no va a ser muy difícil, muy difícil”.
En la misma línea, Andrade indicó que el escenario macroeconómico “no permite enfrentar los nudos principales”, como la infancia, la ciencia y la tecnología, la vivienda, “con la potencia necesaria”. En particular, mencionó que es necesaria una reforma urbana que requiere un piso de presupuesto de un punto del producto interno bruto, y hoy hay medio punto invertido en vivienda. Acotó que la vivienda está muy vinculada con la infancia y que, según un informe reciente de Unicef con la Cámara de Construcción, la mitad de los niños está viviendo en viviendas precarias y el hacinamiento “es 20 veces mayor” en hogares que tienen niños que en hogares que no los tienen. Andrade remarcó que en estos casos, en términos económicos -además de las cuestiones éticas-, no estamos hablando de gastos, sino de inversiones, porque atender la situación de la infancia “nos va a hacer ahorrar mañana” en materia de salud, en materia de seguridad.
En cuanto a de dónde deberían obtenerse los recursos, el senador del PCU dijo que él planteó, tanto en la bancada del FA como al equipo económico, que debería establecerse a la Caja Militar una “medida espejo” a la que se implementó con la Caja de Profesionales: “No creo que mueva la aguja en la magnitud de lo que precisás, pero sí creo que políticamente es correcto planteártelo”.
Respecto de la discusión del 1%, recordó que la hipótesis de recaudación está entre los 600 y 800 millones de dólares. “No me podés decir que es poco importante para las políticas públicas recibir entre 600 y 800 millones de dólares por año, cuando la baldosa en la que tenés que moverte para hacer transformaciones desde el punto de vista de los recursos es de 140 y termina en 200. O sea, no podés menospreciar un debate de una medida que en términos de impacto es muy fuerte”, consideró. Además, cuestionó que en el debate público se discuta en algunos casos esta medida “como si fuera el cambio de clases en el poder”, cuando en realidad “es una reforma más de un tributo que llegó a tener 13 veces y medio más de tasa que lo que tiene ahora”.
Sobre la consideración de que un tributo de estas características complicaría la inversión, Andrade señaló que los investigadores que han estudiado este tema han dicho que en los países donde se aplicaron medidas de estas características “no hay evidencia que marque que habría un detrimento importante, y además en el diseño se puede estimular componentes que favorezcan el tema de la inversión a los efectos de no pagar este peaje”.
En cuanto al argumento del gobierno de que se comprometió en la campaña electoral a no poner más impuestos, Andrade recomendó: “No le pongas impuesto, ponele Fondo para el Desarrollo de la Infancia, ponele Fondo Dignidad, generá mecanismos de transparencia plena a los efectos de garantizar” el destino de esos fondos.
El senador del PCU valoró que si no se da esta discusión hoy, puede ser que “en 2029 nos estemos señalando las culpas”. “No me parece que sea una discusión en contra del gobierno. Ese es un planteo absurdo. Es a favor de que el gobierno, que es nuestro gobierno, tenga la posibilidad de aproximar mucho más su política a su objetivo programático”, afirmó.
Recordó que el FA “supo ser gobierno en momentos de crecimiento económico bajo”, durante el segundo período de Tabaré Vázquez, y “nos hicimos un nudo bárbaro”. “Y ese nudo bárbaro después te desgasta, te enfrenta a tu base social, te enfrenta a tu programa, quedás medio maltrecho”, apuntó. Dijo que entiende que el programa del FA no es algo a aplicar “mecánicamente”, sino una manera de organizarse “para hacer avanzar las medidas en esa dirección”. “Pero si el avance es algo más nítido, contribuye a entender que hay dos proyectos de país, y eso para el FA es muy importante. Para la derecha es importante pensar que no hay alternativa. Instalar, matrizar en la cabeza de nuestro pueblo que no hay alternativa, que esté el gobierno de Yamandú o el de [Álvaro] Delgado, va a ser más o menos igual. Bueno, para el FA es muy importante mostrar espacios de alternativa, y yo no encuentro sinceramente que haya posibilidades de mostrar espacios de alternativa con mayor nitidez si no se abordan algunas cuestiones redistributivas”, consideró.
Si al final del debate se llega a fijar un tributo del 0,3% en lugar del 1% porque no hubo acuerdo interno en el FA, opinó que al menos “diste un debate, llegaste a un resultado”. Si no se consiguen las mayorías necesarias con los partidos de la oposición para aprobarlo en Diputados -si bien Cabildo Abierto dijo que estaba “dispuesto a discutir” un tributo de estas características, acotó Andrade-, valoró que no sería una derrota política, o en todo caso “es una derrota que vale la pena tener”. “Y mañana tenés para explicar que hay temas que no pudiste resolver porque tenías minoría parlamentaria y porque no lograste convencer”, pero “si ni siquiera planteás la iniciativa, es muy difícil que después la síntesis sea: ‘Bueno, el FA intentó abordar la problemática, pero en algún caso naufragó porque no tuvo los votos suficientes’”.