Sentada junto a Julieta Sierra, una de las diputadas más jóvenes del Frente Amplio, al día siguiente de una maratónica jornada en la comisión del presupuesto, Ana Olivera rememora en voz alta cuando, en un tire y afloje, la llamó el entonces prosecretario de Presidencia, Juan Andrés Roballo, cerca de la medianoche, para avisarle: “Mirá que les van a sacar tanto porque hay fortalecer tal cosa”. En esa oportunidad el beneficiario fue la educación y el damnificado, el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), en el que Olivera era subsecretaria.

Hoy el Mides está a salvo. Pero la educación vuelve a exigir reasignaciones presupuestales. Tanto Olivera (Partido Comunista) como Sierra (MPP) coinciden en atender, en la medida de lo posible, el reclamo de la Universidad de la República (Udelar), aunque “es complicado”, sobre todo, por la resistencia de la oposición a la creación del impuesto mínimo global, sin el cual, advierte Sierra, el presupuesto del gobierno “queda desbalanceado”.

Sobre el debate impositivo, con la oposición y a la interna del oficialismo, y las expectativas en torno al presupuesto, entre otras cosas, las diputadas frenteamplistas conversaron con la diaria.

¿Cómo viene la discusión del presupuesto? ¿En qué temas parecería haber consenso con la oposición?

Julieta Sierra: El miércoles tuvimos una jornada muy larga que, dentro de todo, presentó bastantes coincidencias, principalmente en la delegación del Mides. En la prioridad respecto de la infancia se deja en claro que las transferencias por sí mismas no cambian la realidad, algo que ya se ha dicho públicamente muchas veces. No es sólo una transferencia monetaria, con eso no se resuelven las cosas. Creo que la oposición, al haber salido recientemente del gobierno, también tiene claro que se necesita algo mucho más completo.

Ana Olivera: Yo creo que en todo lo de la protección social se reflejaron coincidencias, porque lo mismo que con el Mides sucedió con el INAU [Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay]. Creo que con ASSE [Administración de los Servicios de Salud del Estado] también, más allá que se desnaturalizó la discusión por la situación vinculada al presidente [Álvaro Danza], pero en el fondo, sobre dónde está puesta la plata, hay coincidencia.

El oficialismo ha remarcado que el presupuesto nunca sale como entra. ¿La bancada del Frente Amplio (FA) ya identificó en qué áreas se podrían reasignar recursos?

Ana Olivera: No quiero generar expectativas... Pero la frase de que el presupuesto nunca salió como entró es absolutamente cierta, y bueno, creo que claramente todos estamos contestes en que el tema de la descentralización de la Udelar es un tema muy importante. Creo que el otro tema que todos entendimos que también es muy importante, de lo que vamos viendo, es el tema de la UTEC [Universidad Tecnológica]. También hay que conversar sobre el tema de los recursos para violencia basada en género, me parece. Pero después de que termine la ronda [de las delegaciones] haremos una síntesis para conversar entre nosotros.

Julieta Sierra: Y en una cámara donde no tenemos mayoría. Por supuesto que, como decía Ana, uno no quiere generar expectativas ni comprometer ya la palabra, porque es complicado. Uno tiene intenciones. Yo –es mi opinión personal– tengo intenciones de ver qué recursos puede haber para la descentralización de la Udelar y para la UTEC como unas de las prioridades, pero no se lo puedo decir a una delegación ni puedo decir públicamente “va a estar esto, esto y esto”, porque sería demagógico. Además, todos los reclamos que he escuchado hasta ahora tienen sustento, tienen validez, tienen justificación. Obviamente, siempre decimos: “Los recursos son finitos y la eficiencia del gasto es fundamental”.

Ana Olivera: La semana pasada hubo muchos planteos respecto de la cultura, Cinemateca, teatro independiente. Ahí vamos a tener que afinar mucho. Y hay otras cosas que no son de plata que también vamos a tener que mirar. Todavía no tenemos un panorama acabado.

¿Ya se está analizando de qué incisos podrían reasignarse esos recursos?

Ana Olivera: Hay que mirar atentamente el presupuesto. Siempre hay algunos recovecos, pero para eso uno tiene que trabajar mucho. Veremos con tranquilidad, quedan 30 días para el fin del tratamiento en Diputados. Hay que mirar más atentamente y hay que conversar con el Poder Ejecutivo también. Y nosotros pensamos que lo que pase en Diputados va a ser definitorio para lo que pase en el Senado. Esa es otra preocupación que tenemos, sin lugar a dudas.

Julieta Sierra: Sí, los acuerdos que realicemos en la Cámara de Diputados deben sostenerse en el Senado, donde el FA tiene mayoría y resultaría “más fácil” poder votar modificaciones. Nosotros tenemos el compromiso con los legisladores de la oposición de acordar determinadas cosas en Diputados que luego se sostengan en el Senado.

¿La mayor discrepancia con la oposición está en los cambios tributarios que el equipo económico incluyó en el presupuesto?

Julieta Sierra: El impuesto mínimo global está teniendo algunas diferencias que ya han sido bastante claras. No me doy cuenta de qué legislador de la oposición se ha manifestado completamente a favor del impuesto mínimo global, seguramente lo haya. La mayoría de los que están en la comisión han dicho públicamente que, a priori, están en contra. A nuestro parecer, las propuestas tributarias son la manera de sostener el presupuesto. Creo que eso está claro, porque más allá de las reasignaciones que podamos hacer, a la hora de hablar de un incremento también de algún lado tenés que recaudar.

Ana Olivera: A priori, están en contra de cualquier cosa que tenga la palabra im adelante. El impuesto global es el más sencillo, el más claro de todos. Y es muy importante porque allí están los recursos para poder llevar adelante las políticas que nos planteamos. Por algo hay un crecimiento en las políticas, no sólo de protección social, a partir de 2027, porque el impuesto global podrías empezar a percibirlo recién en esa fecha. Una vez aprobado, tenés 18 meses por delante. Por eso hay un crecimiento en el plan del quinquenio a partir de 2027, y pasás de tener 140 millones a 240 millones.

¿No hay demasiado optimismo en la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico)? El propio Gabriel Oddone dijo en la comisión que “las jurisdicciones comprendidas en el acuerdo global no están todavía claras” y mencionó que Estados Unidos “está negociando su exclusión”.

Ana Olivera: No, porque, en realidad, si Estados Unidos no se retira, la previsión es de 200 millones de dólares más de los que están previstos; o sea, no es una previsión optimista, es una previsión pensando en que eso puede pasar. Si es más, mejor. En el presupuesto está contemplado el escenario de mínima, porque la mayor parte de las empresas que están localizadas y generan riqueza en Uruguay, aunque tienen sus sedes allá, son de la Unión Europea.

¿Este impuesto tiene que aprobarse sí o sí en el presupuesto o hay margen para tratarlo como un proyecto de ley aparte?

Julieta Sierra: Forma parte de la planificación. El ministro Oddone dijo en la comisión que le encantaría discutir esto en todo 2026 y tener una discusión más amplia, pero por las necesidades que tiene la ciudadanía respecto de algunas cosas, sumadas a la situación fiscal bastante restrictiva, está la urgencia de discutirlo ahora y que se apruebe en el presupuesto, que si no queda desbalanceado.

Ana Olivera: En el presupuesto vos tenés el crecimiento, por varias vías, inversión pública y privada, y también tenés como un hecho la búsqueda de la justicia tributaria. Acá no estás gravando a la población uruguaya. Estás gravando al capital, estás gravando a la renta, estás gravando, en algún caso, a la renta abusiva.

El impuesto de Temu recae sobre el consumo.

Julieta Sierra: Creo que ese es el único que genera más polémica en ese sentido, pero también hoy tenés un fenómeno que nos pasa bastante por arriba. Temu cuadruplicó sus compras en el último año y tenemos demandas de los comerciantes uruguayos que nos dicen “no estamos pudiendo con Temu”. ¿Y qué pasa? Temu mañana se va y los comerciantes uruguayos quedan. Además, nosotros hablamos del impuesto Temu, que es lo que genera más trascendencia porque lo conoce todo el mundo, pero también hay una serie de baterías que acompañan a la industria nacional.

El presidente de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, ya propuso agregar tres cosas en el presupuesto: situación de los deudores, límites a la forestación y aumentos de los salarios de los militares. ¿Cómo ven estos planteos?

Julieta Sierra: Lo han dicho públicamente, pero no sé cómo va a ser la discusión con Cabildo en el presupuesto. Lo de los deudores sé que está sobre la mesa; es el tema que conozco un poco más. Es un proyecto que en este momento está en la Comisión de Hacienda y que nosotros vamos a retomar una vez que finalice toda la discusión presupuestal. Es un proyecto que recoge antecedentes que vienen desde hace más de diez años. Cabildo Abierto es el que más se ha abanderado porque largó un plebiscito hace muy poco, pero, en realidad, es un proyecto que tiene antecedentes de todos los partidos políticos. Creo que no es como “el poroto de Cabildo a través del presupuesto”, sino que la propuesta de la bancada frenteamplista es dar una discusión sincera sobre una problemática que abarca a más de un millón de uruguayos que se encuentran en una situación crediticia complicada.

No es, entonces, un tema para el presupuesto.

Julieta Sierra: No lo han planteado, honestamente no lo sé. El tema de los deudores lo vamos a trabajar después en el proyecto que está en este momento en la Comisión de Hacienda, que, seguramente, así como el presupuesto no sale como ingresa, va a tener modificaciones.

El incremento adicional del presupuesto es de 140 millones de dólares. El impuesto al 1% más rico, según sus defensores, recaudaría unos 800 millones de dólares. ¿Esa es una discusión saldada en el FA?

Ana Olivera: No. Acá no hay nada ni saldado ni no saldado. Primero que nada, el plenario [del FA] que discutió el 2 de agosto el plan de trabajo, entre otras cosas, resolvió que nos merecemos una discusión sobre el sistema tributario, y por lo tanto se encargó a la Comisión de Programa abordar este tema de aquí al Congreso que tenemos el año que viene.

Creo que el 1% puso sobre la mesa el debate del sistema tributario, cuando tampoco estaba claro por dónde iba a ir el gobierno desde ese punto de vista. Hoy tenemos cinco ajustes tributarios que van en la dirección, insisto, de recaudar sobre el capital y no sobre el trabajo, entonces, nunca podés saldar una discusión.

Julieta Sierra: Totalmente. El impuesto mínimo global es algo que estamos discutiendo hoy, pero es algo que los países de América Latina recién están empezando a implementar. Seguramente vengan nuevas discusiones incluso sobre temas tributarios que hoy no tenemos sobre la mesa. Creo que, más que sano, es pertinente que estemos discutiendo este tema, sobre todo, con una perspectiva de izquierda de no querer gravar a la gran mayoría de los trabajadores.

Y sobre esto que decías de los 800 millones por un lado y los 140 millones por otro, en realidad, actualmente con la propuesta que tenemos en términos tributarios se estaría recaudando más o menos lo mismo, porque los 140 es el incremento que está ahora, pero van a ser 100 más al finalizar el período, y entre el impuesto mínimo global y el incremento de las divisas en el exterior, ahí también sería una recaudación más o menos similar.

Ana Olivera: La mitad, 400 millones de dólares.

Julieta Sierra: Va sumando, va sumando. Creo que la discusión tributaria tiene que estar siempre sobre la mesa. Será con la propuesta del 1% y será con otras que vengan, pero si queremos ir rumbo a un país más justo y más equitativo, va a ser una discusión permanente. Tiene que ser así.

Ana Olivera: Hoy está sobre la mesa el impuesto mínimo, que hace unos meses no estaba, y que va a costar que salga en el presupuesto. Creo que el 1% logró instalar el tema tributario en la sociedad, pero lo tributario no es la única manera de obtener los recursos que precisamos. Necesitamos crecer con trabajo de calidad.

¿En qué medida es bueno para el gobierno que la fuerza política siga discutiendo el 1%, cuando ya lo descartaron tanto el presidente como el ministro de Economía?

Ana Olivera: No hay ningún problema en que eso suceda. Lo descartaron ahora para el presupuesto... A ver, lo que quiero decir es que la fuerza política no se puede amputar discutir ningún tema. ¿Eso quiere decir que se va a aplicar mañana o pasado? No, quiere decir que nosotros generamos densidad programática, que es necesaria pensando en la perspectiva, y no pensando solamente en pasado mañana. Y estos temas van a estar en el Congreso del FA en setiembre del año que viene.

Julieta Sierra: En el FA hay una mirada en el largo plazo que trasciende el período de gobierno. Ahí creo que Ricardo Ehrlich ha hecho un trabajo fabuloso en poder tener una discusión programática permanente rumbo al país que queremos. El FA es una fuerza política de izquierda que está totalmente nutrida por las demandas de la gente, no puede desconectarse de eso y tiene que ser permeable a lo que está ocurriendo todo el tiempo.

El FA está organizando actos en defensa del presupuesto. ¿Cómo están manejando la ansiedad que hay en algunos militantes por mayores cambios?

Ana Olivera: Fantástico. A mí me tocó ir a la reunión que se hizo en el viejo sindicato de Funsa con Gonzalo Civila y Lucía Etcheverry. Hay una ansiedad muy bien expresada, con un respeto enorme, porque hay dudas, preocupaciones y muchas cosas de la expectativa de la vida cotidiana, la expectativa de que en seis meses se podrían haber resuelto un montón de cosas que va a llevar un tiempo resolverlas; entonces, el tiempo de no enojarte porque te hacen una pregunta, y de a veces decir “para eso no tengo respuesta”, porque no tenés por qué tener la respuesta de todo, hace bien a todas las partes y va construyendo y fortaleciendo.

Julieta Sierra: Además, cuando se explica, se entiende. Obviamente hay ansiedades por parte de los frenteamplistas, porque ansiábamos este gobierno, ser oficialismo, poder poner nuestras prioridades sobre la mesa y llevarlas adelante. ¿Quién no quiere que los cambios sean rápidos y que, en seis meses, todo de un momento a otro sea mejor? Pero cuando se explica por qué se toman algunas definiciones, por qué se comienza por un lado y no por otro, se entiende fácilmente.