Con un recorte presupuestal de 80 millones de dólares, parece que la política educativa la define la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y el Ministerio de Economía y Finanzas. Así es imposible.
Parece que para el oficialismo y las estructuras nacionalistas lo importante es acatar lo que mandata la centralidad porque hay orden de no votar, y si lo votás te vas.
Bolsonaro y el Gobierno Federal han declarado la guerra a la cultura y las artes y están destruyendo la estructura pública construida a lo largo de nuestra historia para apoyar y fomentar el desarrollo cultural del país.
Sostener que atender a más de 200.000 niños es una exageración, que la prestación en vacaciones ya no es necesaria y se quitará... se parece más a justificar un recorte del presupuesto que a una argumentación seria.
Ya en el hoy lejano 2019 se planteaba que este gobierno tenía en su composición rasgos fascistizantes. Los hechos y la realidad lo vienen demostrando, lamentablemente. Algunos se están convenciendo de esto. Bienvenidos.
Con rapidez, Vidalín hizo un movimiento sobre el tablero cambiando el centro de la polémica, que era interno del Partido Nacional, y lo trasladó a todo el espectro político.
A la hora de analizar cómo nos fue en estos dos largos años, creemos necesario ponernos en el lugar de las víctimas y sus familias. Por empatía, por solidaridad, por humanismo, por compromiso con la vida y la salud.
El rechazo a la LUC creció desde el pie porque la democracia, con sus atractivos, no es sólo el ejercicio del voto, sino que hay que asegurarla en los hechos con la presencia en las calles.