El gobierno no ha tomado las medidas propuestas por el GACH que tendrían mayor impacto sanitario, sino sólo las que no tienen un costo económico o cuyo costo es mínimo.
¿Por qué el presidente Lacalle Pou no tomó las medidas que se esperaban? Hay una sola explicación: el presidente y su entorno herrerista no logran salir de sus dogmas liberales.
Las empresas públicas de agua de todo el mundo ya han demostrado la importancia de un sistema público de provisión de servicios transparente, responsable y orientado a asegurar el bienestar social y no el lucro privado.
Es tan claro como lamentable que la política económica es de ajuste fiscal a cualquier precio, a cualquier costo social y también económico, porque en esta mirada cortoplacista no se está pensando en el país pospandemia.
La debilidad de la derecha liberal es un gran problema para la democracia y existe una responsabilidad histórica en estos sectores de involucrar al fascismo en sus proyectos o, por el contrario, sumarse al esfuerzo civilizatorio.
Esta terrible crisis juega y conecta con los procesos subjetivos contemporáneos, fomentando el individualismo a través del no compromiso con actividades que no dejen un placer inmediato.
Con la sonrisa pintada y un optimismo crónico, el Hormiga le ponía el cuerpo a la política. Era un abanderado de una revolución de gestos cotidianos pequeños, medianos y grandes.