Si lo que se movilizan son pareceres, la información es menos necesaria. Si lo que importa es la opinión antes que los hechos, la intervención de los dueños puede ser más directa.
Mientras la Rendición de Cuentas pretende ampliar la privatización del conocimiento sobre productos esenciales para la salud pública, las discusiones a nivel internacional tomaron la dirección opuesta en los últimos meses.
La iniciativa contraviene el artículo 47 de la Constitución, donde se establece que “el servicio público de saneamiento será prestado exclusiva y directamente por personas jurídicas estatales”.
Cabe esperar que tamaño escándalo termine judicializado y sea allí, en ese ámbito, donde se confirme o despeje la responsabilidad de funcionarios capaces de pergeñar tamaña entrega.
Es claro que el oficialismo armó un circo, se encontró con escasos elementos para sostener el espectáculo, salió a buscar nuevos motivos por fuera del objeto definido para la comisión investigadora.
La eficaz articulación y conjunción de las fuerzas sociales y políticas logró una “hazaña” con el viento en contra, la mayoría de los medios de comunicación masiva en el mejor de los casos indiferentes.
Una actitud divisoria por parte del gobierno, que dejó en el medio al GACH, que merecía un homenaje libre de sospechas de ser usado para el desvío de la atención de la movilización de entrega de las firmas del referéndum.