En la plaza número cuatro los sábados de tarde ensaya una batucada, muchos niños juegan y dentro del gimnasio entrena el único equipo de roller derby de Uruguay. Un verdadero encanto. Aunque el deporte tiene casi 100 años y goza actualmente de gran popularidad, recién en 2013 algunas uruguayas decidieron armar equipo. Se llaman Pájaros Pintados, y como la mayoría de los escudos de los equipos internacionales de roller derby, tienen una mujer como insignia. Y claro, juegan de celeste.

“Empezó un grupo chico de personas. Se comunicaron con una de las ligas de Buenos Aires y fueron las primeras a las que se les tomaron las pruebas para pasar de nivel. Así pudieron llegar al mínimo para formar un equipo”, contó Maira da Rosa, alias Megalodón, una de las dos voceras. Honey Lemmon, Tortura Ninja, Esther Minate, Pérez Oso... todas las jugadoras de derby tienen su sobrenombre, un alter ego en la pista, el derbynick.

La prueba estándar la fija la Women›s Flat Track Derby Association (WFTDA, Asociación Femenina de Roller Derby en Pista Plana). Aunque no están afiliadas, las Pájaros Pintados se rigen por sus reglas. A veces hasta le dicen la guatafac, porque les resulta complicado nombrarla. En su ranking, actualizado en noviembre, la asociación anglosajona cuenta con 340 ligas registradas de todo el mundo. Hay, por lo menos, dos formas más de jugar roller derby: en una pista ovalada inclinada y, más minoritario, el renegade, en el que no hay reglas.

Las voceras reflexionaron sobre la incomprensión que sienten a veces de sus familiares o amigos. Les preguntan por qué eligen hacer este deporte, “más cuando tenés casi 30”, subrayó Maira. En general, cuenta que cuando las ven con patines, asumen que son bailarinas o que hacen algo artístico: “pero nosotras hacemos deporte”, aclaró. “Si estuviera haciendo zumba, nadie me lo cuestionaría, pero como es un deporte de contacto, que puede parecer agresivo o violento, les parece que no cuadra. A las boxeadoras les debe de pasar lo mismo. No están acostumbrados a ver a las mujeres haciendo este tipo de actividades”.

El roller derby es un deporte casi exclusivamente de mujeres. Y aunque hay mucho contacto, que de manera no eufemística significa golpes, empujones, codazos, detrás del juego hay mucha estrategia y trabajo en equipo. “En la liga tenemos tremendo feeling. Estamos en una sintonía que quizás la gente, cuando ve que es un deporte agresivo, no logra visualizar”, aseguró Mercedes Carriquiry, alias Merkedes. Dicen que también la sororidad es un valor intrínseco. Lo resumen así: “Nos cagamos a palos pero nos queremos”.

Del Cerrito a Argentina

Unas 20 mujeres practican regularmente este deporte en Montevideo. Dicen que son un total de 30, entre los que se cuentan cinco varones, pero no todos pueden dedicarle el mismo tiempo, así que en los entrenamientos son menos.

Se turnan en dos gimnasios, uno en Cerrito de la Victoria y otro en Buceo. Maira y Mercedes son las encargadas de la difusión, que rotan cada tanto. Tienen alrededor de cuatro comisiones autogestionadas en las que se organizan, y en las cuales todas deben participar. El trabajo en torno a la generación de finanzas es clave en la organización de la liga, porque si no, no pueden viajar a competir. Acá, al ser el único equipo, no tienen posibilidades de jugar de local. “La idea es crecer y mantener cierta regularidad. Es un deporte bastante demandante a nivel físico. Aunque entrenemos todos los fines de semana, al jugar siempre entre nosotras, cuando lo hacemos por primera vez contra otro equipo, es muy difícil. De esa forma, no tenemos mucha chance de crecer”, planteó Mercedes.

Hace unas semanas las chicas representaron a Uruguay en un amistoso en Argentina: “Jugamos dos partidos en un día; éramos tres equipos. En agosto también fuimos a jugar el Piratas en el Asfalto”. Explican que en Argentina hay una movida enorme: “Las argentinas están muy saladas, se preparan mucho, van a ir en febrero a jugar un mundial que se hace en Inglaterra. Nos permiten aprender cada vez que vamos”, comentó Mercedes.

Ellas se preparan mucho también. Entrenan ocho horas por semana. Además, realizan actividades físicas complementarias que les proporcionan velocidad, fuerza y resistencia, sobre todo crossfit.

La liga y el juego

El roller derby se juega de a cinco. Son dos tiempos, cada uno consta de 15 jams de dos minutos. Cuatro son bloqueadoras y deben impedir que la jammer (anotadora) del equipo contrario las pase y marque puntos. Al mismo tiempo, deben ayudar a la jammer de su equipo a anotar; esta se distingue de las demás por tener una estrella en el cubrecasco. Se anota cuando una jammer pasa a las bloqueadoras por una cadera.

Una de las bloqueadoras es designada como pivot y, en ese caso, se la distingue del resto por usar un cubrecasco con franja. Es la única bloqueadora que puede recibir un pase de estrella. Esto implica que durante un jam la jammer le entregue su cubrecasco y así pase a ser la jammer de ese jam.

En las Pájaros Pintados juegan mezclados tres niveles: las pichonas, nivel principiante de ingreso, las rookies, novato en inglés, equivalente a nivel intermedio. Y por último, las avanzadas. Funcionan por cuatrimestres y al final se hace una prueba para subir de nivel.

No todas tienen por qué elegir el juego de contacto, pueden ser reefs (árbitros) o coachs. Aseguran que son necesarios aproximadamente siete árbitros en el juego, cifra difícil de alcanzar para la cantidad de miembros actuales del equipo. “Ser parte de la liga significa que cada una tiene su lugar”, aseguró Mercedes.

El roller derby es el deporte que más crece entre las mujeres, según destacó la cadena BBC. Constituye una afrenta directa al acaparamiento masculino del deporte. Con una estética desafiante, directamente punk en la mayoría de los casos, las mujeres organizan sus ligas y se contienen, pero en el asfalto son rudas y veloces con sus patines. Además, no basta con la agresividad para ser una buena jugadora de roller derby. Es fundamental descubrir y contrarrestar la estrategia del equipo contrario. Así que si las ven con patines, rodilleras y casco, no les pregunten si hacen patinaje artístico, cómprenles unas rifas y corran la voz.