La representatividad de los trabajadores no médicos de Casa de Galicia en la negociación con el Poder Ejecutivo ha sido un tema difícil de resolver y que se superpuso, desde mediados de enero, con el problema de fondo: resolver la continuidad laboral de más de 1.000 trabajadoras y trabajadores de esta mutualista en proceso judicial de liquidación.
La Asociación de Funcionarios de Casa de Galicia (Afuncag) es el sindicato base de la Federación Uruguaya de la Salud (FUS); el alejamiento entre el gremio y la federación creció a mediados de enero, cuando una asamblea de Afuncag resolvió no acompañar la propuesta impulsada por la FUS en acuerdo con el Poder Ejecutivo de recurrir al documento de la comisión multisectorial firmado en 2001, que propone que ante el cierre de una mutualista, las instituciones que absorben socios deben contratar una proporción de trabajadores.
Afuncag se opuso porque entendía que esa opción implicaba aceptar, de entrada, el cierre de la mutualista. Eso provocó la renuncia de la hasta entonces directiva de Afuncag. La solución del documento de 2001 terminó siendo la opción, y así quedó plasmado en la Ley 20.022 que se votó a comienzos de febrero para distribuir socios y trabajadores. Tal como lo dispuso el Ministerio de Salud Pública (MSP), la mutualista cerrará el 31 de marzo.
El miércoles 16 fue la primera reunión de trabajadores no médicos en el Grupo 15 de los Consejos de Salarios en los que, tal como dispuso la Ley 20.022, se negociará la continuidad laboral de los trabajadores. Allí, representantes de las mutualistas que están recibiendo socios de Casa de Galicia –Círculo Católico, Hospital Evangélico, Universal, Cudam y Crami-, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), del MSP y de los trabajadores, iniciaron la negociación que deberá desarrollarse en pocos días. El tema de la representación estaba pendiente: una semana antes, el Consejo Central de la FUS había resuelto que al Grupo 15 concurrirían dos representantes de la FUS –Soraya Larrosa y Harlington Píriz- y uno de Afuncag, en calidad de suplente. Esto motivó nuevos cruces entre el gremio y la federación, que quedaron saldados este viernes, cuando reunida en una sesión urgente, la Dirección Nacional de la FUS votó que tanto la federación como Afuncag tengan dos representantes. La resolución fue tomada como un triunfo por Afuncag. Consultada por la diaria sobre las diferencias internas, Larrosa expresó que la Dirección Nacional hizo “un llamado a no hacer públicas las diferencias, a debatirlas a los ámbitos que corresponden, porque le hace mal a la organización”, sintetizó.
Puestos de trabajo en cuestión
El miércoles, la FUS entregó en el Grupo 15 las cinco aspiraciones que tiene, y Afuncag sumó más de diez. Las mutualistas quedaron en analizarlas y hoy a las 10.30 se reanudará la negociación.
Afuncag continúa comparando su base de datos con la nómina y las categorías de los trabajadores, con la base de datos que aportó el MTSS. Larrosa informó que hasta ahora, 897 trabajadores no médicos manifestaron adhesión a ser contratados por algunas mutualistas, en el link que disponibilizó el MTSS en su sitio web el 25 de febrero. El plazo para manifestar adhesión va hasta el 31 de marzo.
Lorena Herrera, integrante de la mesa directiva de Afuncag y una de las participantes de la negociación –a la que ahora se sumará Alexandra Vera- informó a la diaria que están alentando a las y los trabajadores a completar el formulario. “Faltan unos cuantos, alrededor de 250”, añadió. Dijo, además, que la base de datos de Afuncag tiene una “diferencia de unos pocos trabajadores” con la del MTSS; la nómina del gremio es mayor, pero la dirigente mencionó que en estos últimos meses han renunciado varios trabajadores.
Según información que tenía Afuncag en diciembre, la mutualista tenía 1.300 trabajadores no médicos, y la propuesta del ministro de Salud Pública, Daniel Salinas era que 840 fueran absorbidos por las diferentes mutualistas y que 460 fueran a un seguro de paro especial. En la reunión del miércoles, Afuncag propuso que las mutualistas tomen a 30 trabajadores por cada 1.000 socios que reciban. El acuerdo de 2001 pautaba que fueran 20. La FUS había propuesto elevar esa proporción , al entender que la situación actual es diferente a la crisis que vivía el sector mutual, y el país, en 2001, pero luego, a partir de los desacuerdos con Afuncag, que le exigió a la FUS abrirse de la negociación, la federación se abrió.
Casa de Galicia tiene 37.700 socios del Fondo Nacional de Salud; si las mutualistas tomaran 20 trabajadores por cada 1.000 socios, serían recontratadas unas 750 personas; si tomara 30%, serían unas 1.100.
Otros puntos de la negociación
La FUS planteó en el Grupo 15 que los trabajadores que vayan al seguro de paro especial que creará el MTSS cobren 80% del salario. “La FUS pide el 80%, porque es el máximo que se puede hacer por la ley pero el gobierno está hablando de 50%”, transmitió, al tiempo que aclaró que “no es 50% sueldo, es el 50% del promedio de los últimos seis meses trabajados, sin aportes”. Por otra parte, la FUS quiere “que el Banco de Previsión Social tome cartas”, dijo Larrosa, para atender la situación de trabajadores que están certificados porque “quizás muchos no puedan jubilarse por enfermedad”. Esa resolución permitiría, además, bajar el total de trabajadores a distribuir. También solicitó que se contemple la antigüedad laboral, “que ganen el salario mejor, es decir, si van a una institución en donde la categoría se remunera en sueldo mayor, que sea igual para ellos”.
Afuncag propuso, además, que las trabajadoras que vayan al seguro de paro especial y sean madres solteras o jefas de familia cobren 100% del salario. Además de mantener el sueldo, la antigüedad, los derechos adquiridos y la categoría laboral que tenían en Casa de Galicia, Afuncag pide que el MSP expida un certificado de la experiencia de trabajadores que tienen 25 o 30 años de experiencia y que no cuentan con capacitación porque en aquella época no había (por ejemplo, auxiliares de servicio y tisaneros). Solicita, también, que las personas mayores de 50 años tengan prioridad en la redistribución, porque son quienes tienen mayores dificultades para encontrar trabajo.
El sanatorio de Casa de Galicia se rematará en bloque con la intención de que mantenga su funcionalidad. Podrá hacerse cargo de él alguna de las mutualistas que tomen socios, la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) o un consorcio formado por algunas de esas instituciones, dijo Herrera. Considerando eso, otro de los planteos de Afuncag es que las y los trabajadores de Casa de Galicia tengan prioridad para trabajar en la sede ubicada en las calles Millán y Raffo.
Por otro lado, está claro que no todos los puestos laborales tienen la misma demanda. Herrera señaló que auxiliares y licenciados en Enfermería son quienes tienen mayor demanda, y que le siguen “auxiliares de servicio y tisaneros, que están en contacto directo con los pacientes”; bastante menos requerido será el personal de otras áreas, como administración, conserjería, lavadero y cocina, pero el gremio quiere que sean considerados al igual que el resto.
La FUS rechazó las declaraciones de Salinas sobre los muertos por covid-19
En una rueda de prensa que dio el fin de semana en que se cumplieron dos años de la emergencia sanitaria, el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, valoró que Uruguay tuvo “un comportamiento extraordinario” gracias a la conducción política del presidente de la República, a la respuesta de la población y saludó, también, el trabajo del personal de salud. A raíz de la intervención de una periodista, que le dijo que “algunas personas perdieron la vida”, el ministro aclaró: “Algunos pocos perdieron la vida en este camino, sobre todo en la época en que no había vacunas”. En su resolución del viernes, la Dirección Nacional de FUS rechazó “enfáticamente las declaraciones públicas hechas por el ministro de Salud Pública, Dr. Daniel Salinas”. La conducción sindical no hizo valoraciones en torno a la población en general sino, en concreto, sobre los propios trabajadores: entendió que las declaraciones de Salinas “pretenden minimizar el número de muertos en la batalla contra el covid-19 que se produjo en el equipo de salud hasta el momento”. Según el informe del Sistema Nacional de Emergencias, han fallecido 30 personas que eran trabajadoras de la salud. “Hemos sido y somos los trabajadores de la salud, la primera barrera de contención de la pandemia por covid-19 y sus distintas variantes”, agregó la resolución, que está impresa en color rosado, en apoyo a la campaña para derogar los 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración, que fue otro de los grandes temas de trabajo del encuentro del viernes.