Este lunes Donald Trump volverá a la presidencia de Estados Unidos. El contexto en que lo hará es diferente al de su primer mandato y, aunque ciertamente es más complejo, puede verse como una intensificación de muchos de los fenómenos que lo llevaron a ser elegido en 2017, y también como consecuencia de algunas de las políticas que él echó a andar entonces.

Por ejemplo, el conjunto de millonarios y de dirigentes de extrema derecha provenientes de distintas partes del mundo que lo acompañará en la asunción puede verse como la manifestación del aumento de la desigualdad en favor de los más ricos y de la internacionalización de los movimientos reaccionarios. Entre los primeros, además de a Elon Musk, cabe destacar a Jeff Bezos y a Mark Zuckerberg, caras visibles de una aproximación de la otrora liberal élite tecnomediática estadounidense al conservadurismo de Trump.

Entre los segundos, consignemos que el brasileño Jair Bolsonaro fue invitado a la ceremonia, pero que la justicia de su país le impide acudir. Un detalle a atender entre la concurrencia: la ex primera dama Michelle Obama anunció que no concurrirá al acto. ¿Tendrá puesta la mirada en el liderazgo del Partido Demócrata, ahora en la oposición, que muchos le reclamaban?

En todo caso, Trump 2 ya genera hechos políticos por aquí. El jueves, el semanario Búsqueda informó que el presidente electo, Yamandú Orsi, se reunió con el embajador designado por su equivalente estadounidense.

¿Seguirá avanzando la forma de hacer política de Trump en nuestra región? Es el tema de nuestro editorial.

También pasó en estos días

Para leer con tiempo