Solía ver a mis abuelos tomar un aperitivo antes de las comidas. Él siempre tomaba un vermú, un amargo, una cerveza ligera o un vaso de vino acompañado de algún queso o embutido. Sin embargo, mi abuela sigue hasta hoy tomando su whisky.
Como el aperitivo por definición es esa comida o bebida que se sirve antes del principal para abrir el apetito, se acostumbra tomar bebidas con poca graduación alcohólica, que despierten las papilas gustativas y acompañen un “abreboca” para ir entrando en calor. Este hermoso momento gastronómico, heredado sin dudas de los inmigrantes, fue desde siempre la excusa perfecta para la reunión familiar o las charlas entre amigos.
En Italia es el antipasto, en España son las tapas, en País Vasco los pintxos: cada región tiene su nombre para esta antesala. En nuestro país lo llamamos picada. Podemos preverla y hacerla pensada, combinando quesos, fiambres, legumbres, frutas y verduras, o tan solo empezar a sacar todo lo que tenemos en la heladera y la alacena para ir poniéndolo en pequeños pocillos y tablas sobre la mesa.
Volviendo a mi abuela, siempre me asombró su costumbre (que mi papá heredó) de tomar un whisky de entrada. Este destilado con 40% de alcohol obviamente no va a despertar nada en nuestras papilas gustativas, sino al contrario: va a dormirlas y saturarlas. Tampoco va a abrir nuestro apetito ni a favorecer el sabor del plato principal. Es más, va a quitarnos el apetito. Sin embargo, somos el segundo país más tomador de whisky per cápita del mundo y es muy normal ver que se consume como aperitivo. Esta costumbre es bien nuestra: no conozco ningún otro lugar del mundo donde se empiece una cena o almuerzo tomando whisky.
Mi abuela hoy sigue tomando whisky, con sus 90 años, y yo sigo los pasos tanos de mi abuelo y prefiero empezar con un vermú, una cerveza suave o ir directo a una copa de vino.
Hay varias opciones de aperitivos que podemos ir incorporando en nuestras picadas para de a poco ir dejando al destilado escocés para el final de la comida. Claro está que sobre gustos no hay nada escrito, pero les aseguro que van a disfrutar más los sabores si empezamos distinto.
Algunas recetas fáciles para preparar aperitivos con diferentes vermús sin usar destilados:
Long Punt e Mes
Vaso largo + Hielo + Punt e Mes + Tónica a gusto + Rodajas de naranja
Cinzano Rosso
Vaso largo + Hielo + 4 partes de Cinzano Rosso + 6 partes de gaseosa de pomelo + Rodaja de pomelo
Mezzo & Mezzo (Martini Tonic)
Copa o vaso largo + Hielo + Mitad de Martini Bianco + Mitad de agua tónica + Rodaja de limón
Americano* (también conocido como Milano-Torino)
Vaso corto + Hielo + Mitad de Campari + Mitad de vermú rosso + Agua con gas + Rodaja de naranja + Rodaja de limón
* Para que lo ubiquen mejor, este es el famoso cóctel pedido por James Bond en los libros de Ian Fleming. En la versión cinematográfica pide Martini.