“Mi relación con la feria es de toda la vida: tengo 55 años de edad y 48 en la feria, porque de muy chico empecé con mi tío, y luego con mi padre, que lo sucedió en el puesto. Con los años soy de las personas más conocidas de Tristán Narvaja, o al menos es lo que me dicen los demás”, cuenta Ricardo Cozzano, que tuvo tiempo para hacer acopio de cuentos y datos y a fines de setiembre se dio el gusto de publicar un libro sobre “un ser vivo que cumple 150 años, la empresa privada más longeva en actividad continua de Uruguay”, asegura.
“La feria es evolutiva: cuando mi tío comenzó, vendía cerámicas, de aquella que se usaba en los años 1970, cuando en todas las casas había un florero marrón con listones amarillos y verdosos, había fuentes también, platos, tazas, ceniceros, conejos, adornos que luego con la moda fueron cambiando. Por lo tanto, hubo que cambiar de rubro y mi tío se dedicó entonces a los buzos tejidos. Después él abandonó la feria y mi padre siguió con el negocio. Actualmente lo que se vende allí son mates, artesanías y termos. Pero eso es lo de menos. Lo interesante es el fenómeno que se da en la feria madre dominical, devenida la actual feria de Tristán Narvaja. Todos los conceptos que se manejan modernamente, como inclusión, solidaridad o feminismo, construcción de ciudadanía, todo eso la feria lo tiene solucionado desde el vamos. Digo esto porque en aquel entonces se recibía a los inmigrantes españoles, italianos, armenios, portugueses, judíos, rusos, de la misma manera que hoy la feria abarca bajo un mismo paraguas a venezolanos, cubanos, dominicanos, bolivianos, peruanos, argentinos y brasileños. Además, en la feria hay una iglesia evangélica, en el cruce con Paysandú, que hace su misa todos los domingos; enfrente, a unos 30 metros, hay una mezquita, y se llevan bien, se saludan. También hay otros que vienen esporádicamente con su credo, como los hare krishna o los judíos mesiánicos. Y están incluidos todos los colectivos, como el LGTB, desde hace años”.
Cozzano habla de convivencia y pone el ejemplo de “Julio Sosa, Kanela, ciudadano ilustre de Montevideo, era inspector del municipio en la feria, y nunca tuvo problema con nadie”.
Memorias y títulos
Cozzano confía en que puede extraerse información valiosa de una charla dominical: habla de la sabiduría de los libreros y del dato minucioso que manejan los anticuarios. Dice que en algunos personajes que circulan por ahí “no coinciden la apariencia con la persona”, pero que igualmente puede resultar un poeta. Para su trabajo Así en la feria como en la vida, una edición de autor que puede conseguirse en las librerías y puestos de Tristán, entrevistó a sus compañeros, desde el que vende tornillos hasta el que vende verduras, recogió testimonios y anécdotas, y encontró que “el término que más se repite es ‘familia’”.
Se jacta de haber redondeado un libro sobre Tristán conociéndola desde adentro. Busca con sus relatos que el lector sienta empatía con el feriante: “Es gente humilde, lo que no significa que no sea culta”. De manera que, amén de sus pormenores biográficos, en sus 328 páginas aborda además sucesos históricos, clientes famosos y conflictos con la intendencia que desembocaron en la conformación del Colectivo Cultural Tristán Narvaja.
“Cuando me puse a recopilar material sobre el tema, hace ya un tiempo, lo que más me enojaba era que en Uruguay no había mucha bibliografía. La feria de San Telmo, en Buenos Aires, fue creada por un arquitecto que concurría a Tristán Narvaja. A influjo de la feria, generó aquella, que este 5 de noviembre cumple sus primeros 50 años, mientras que Tristán Narvaja cumple 150... Enrique Mena Segarra, que era un asiduo concurrente, un grosso de la cultura nacional, una vez pronunció una frase que puse en el libro: ‘Todo lo que fue creado por Dios, todo lo que fue hecho por los hombres, fue hecho con el propósito secreto y desconocido hasta para ellos mismos de un día ir a dar a la feria de Tristán Narvaja’”.
En febrero, los planes para festejar el aniversario eran ambiciosos, pero las medidas sanitarias suelen rebajar cualquier despliegue y en el ínterin tuvieron que asumir tareas solidarias en el grupo, además de solicitar prórrogas para el pago de tributos. Aunque hubo que reacomodar el foco en la pandemia y sus consecuencias, la idea de celebrar siguió andando.
La feria es patrimonio cultural departamental desde 2013, pero están trabajando para que obtenga el estatus de patrimonio inmaterial nacional e hicieron los trámites para que se la declare de interés turístico nacional: “En baja temporada la feria es visitada por entre 20.000 y 25.000 personas por domingo, más unas 5.000 que están en los puestos. Es un montón de gente. Y en alta temporada, cuando no existía la pandemia, había unas 50.000 personas por domingo. Esto arroja dos millones de visitantes al año, siendo, sin lugar a dudas, el destino turístico más visitado por donde se lo mire, sin haber gastado un solo centavo en publicidad”, argumenta Cozzano. “Si viene un turista y no pasó por la feria, no sabe lo que es ser uruguayo”.
Cronograma de festejos
- Inauguración de una placa conmemorativa.
- Exposición de pinturas montada sobre 18 de Julio, entre Fernández Crespo y Gaboto, entre las 9.00 y las 15.00.
- Apertura del escenario sobre 18 de Julio y Tristán Narvaja a las 10.30 con artistas del Colectivo Cultural Tristán Narvaja. Cada media hora actuarán: Natalia Bolani y Álvaro Hagopián, Ricardo Olivera y Franco Polimeni, Compañía de Tango Julio Sosa, Olga Delgrossi y Marcelo Pérez, Alberto Magnone y Anabella Viera, Gustavo Goldman, Julio V González El Zucará, y el cierre será con artistas del Colectivo Cultural Tristán Narvaja.
Degustación de ahumados
Los secretos del ahumador y los placeres de las carnes y las hortalizas serán develados a lo largo de cinco horas, que incluirán además del taller, un festín. Será el domingo a partir de las 17.00, en Francisco Muñoz 2984, a un costo de $ 2.500. Esto incluye café de bienvenida, sopa de vegetales ahumados, chorizos, morcillas, longanizas, costillar, ribs de cerdo, pastrami, brisket, lengua, pollo y vegetales ahumados. De postre, habrá chocolate ahumado. Por más datos y reservas: 092 079 477.
Mediotanque en Tepache
Este sábado al mediodía vuelven a instalar el mediotanque en la puerta del bar de tapas y restaurante Tepache (Masini 2950 esquina Gestido). La dupla Dorado-Arsuaga prenderá el fuego para sacar unos tacos de cochinillo y choripán de curry verde, obviamente con un embutido de la casa, en este caso “tipo húngara”, con kimchi, verdes y mostarda de quinotos.
Máxima y Pop Up en el Latu
Arte, moda y gastronomía siguen hoy y mañana, de 14.00 a 21.00, en el nuevo centro de eventos del parque tecnológico del Latu, como efecto de la unión de Feria Máxima y Montevideo Pop Up. Habrá bandas en vivo, actividades para niños y una zona de picnic. La entrada es libre.