Duda Fonseca y Chico Jofilsan, dos brasileños que hace siete años se radicaron en Montevideo, donde se hicieron amigos, saben bien que más temprano que tarde les van a pedir cachaça, pero su carta de presentación por el momento es el gin. Es la bebida que vienen perfeccionando desde hace más de dos años y que el jueves dieron a conocer con la apertura de Capicúa, su propia “destilería urbana” y bar de tapas, con una convicción: “Acá producimos y acá disfrutamos”.

Chico igual dice que “capaz más adelante” encaran la fabricación de caña, aunque “no es fácil conseguir el jugo fresco con hasta 24 horas de cosechado”.

Lo seguro es que van a seguir con otras bebidas espirituosas. De hecho, en San Pablo, la última ciudad donde vivió antes de venirse, Chico ya había empezado a hacer cerveza artesanal de manera casera y en pandemia la inquietud de su socio, que se trajo un pequeño alambique de cobre, lo llevó a investigar en la cultura de los tragos, especialmente en el mundo de las gintonerías.

“Desde el principio salió rico”, asegura, aunque en este tiempo jugaron con gustos y especias hasta dar con la fórmula que los convencía, lo que no quita que en época de butiá o de arazá no vayan a incorporarlos. Por ahora van a tener embotellado el gin básico de la casa –con pimienta roja, cáscaras de limón, pimienta de Jamaica, mostaza, hinojo, nuez moscada, raíz de angélica, jengibre, coriandro y enebro– y servirán dos más que sólo se podrán probar allí.

Duda, que es periodista y Chico, diseñador y animador, son autodidactas en temas de alcohol, si bien intercambian nociones y descubrimientos con una comunidad destiladora que se reproduce en las redes. Cuentan que consiguen su gin mediante un proceso usualmente conocido como London Dry, que rebautizaron Montevideo Dry: “A partir del macerado en frío en una mezcla de alcohol de cereales y agua –por lo general 24 horas, a veces más, depende de la receta y de lo que queramos–, lo destilamos en un alambique de cobre con los botánicos dentro, por lo cual se generan aceites esenciales que están muy ricos y le dan cuerpo. A veces, a medio camino del enfriador, usamos un canasto que tenemos, que por arrastre lleva también gustos y aromas de ciertos botánicos que preferimos no cocinar”.

Explica Chico que experimentaron y seguirán haciéndolo con sus amigos como cobayos y que la graduación se va regulando; en el caso del Capicúa tiene 43 grados de alcohol, “es bastante concentrado”.

La elección de la marca tiene un fundamento vinculado a los encuentros azarosos e improbables, como dicen, que de algún modo se alinean: “Una palabra de origen catalán, nacida de la unión entre capi (cabeza) y cua (rabo), que en países de lengua hispana pasó a representar también algo que puede ser leído de izquierda a derecha y viceversa, y en el Río de la Plata, además, capicúa puede ser sinónimo de suerte”.

Pero como no todo puede quedar librado al destino, confiaron la carta de tragos clásicos y de autor a un experto en la materia, Andrés Silveira Jasquin (quien pasó por La Ronda, Café Misterio y un largo etcétera de bares), mientras que la cocina, que promete ir creciendo en contundencia en el correr de las semanas, fue derivada a Yaela Neves, una gestora que dejó una grata impresión desde el palermitano Buena Costumbre.

Los tragos van de $ 250 a $ 380 y las tapas de $ 80 (chips de garbanzos con tajín o shot de caldo de feijão, porotos negros, con chips de panceta y perejil) a $ 280 (pastel de carne o coliflor frito, por ejemplo). La botella de la casa es retornable y cuando se la devuelve está la opción de recibir $ 100 o un gin tonic clásico.

Capicúa (Peatonal Pérez Castellano 1364) abre en plan happy hour de miércoles a sábados de 18.00 a 3.00 y en plan almuerzo/aperitivo sábados y domingos de 12.00 a 16.00.


Baile del vino y cata en el Chuy

“Más vinos, más historias” es la propuesta de escapada concebida por el portal www.chuytuproximodestino.com para este fin de semana. La idea es pasar unas vacaciones de invierno disfrutando productos típicos de la fusión entre Uruguay y Brasil, hacer compras o conocer los itinerarios de naturaleza e historia de la frontera, con el fortín de San Miguel. Es que el tradicional Baile del Vino tiene una nueva edición este sábado, regado por Bodega y Viñedos Tomassi, producido en la costa de Rocha a pocos kilómetros de La Paloma. A esta fiesta, que tendrá como sede, a las 21.30, el Club Social de Chuy (Avenida Brasil 333, entradas en venta en Cambio 3 a $ 1.200) le suman degustaciones y promociones en free shops y medio centenar de comercios de la zona. Por ejemplo, habrá un ciclo de catas bajo el nombre Quien Vino se Queda en el restaurante Fusión, liderado por el sommelier Diego Schiavo y Leticia Somma, acompañado por un menú de pasos.

Guiso artístico

Este sábado de, 19.00 a 22.00, en Agraciada 2332 y San Martín la gente del Espacio Cultural Bibliobarrio retoma una costumbre que no practicaba desde que sobrevino la pandemia: el guiso artístico. La movida sucederá en alianza con Radio Comunitaria Vilardevoz, equipo que aprovechará para presentar su libro Manual para radialistas impacientes.

Habrá además, como lo anuncia el encuentro apoyado por el Instituto Nacional de Letras del Ministerio de Educación y Cultura y el Espacio de Trabajo Colaborativo Enlace, un guiso a precio popular, mientras se comparten lecturas y música, porque el cierre será con las canciones de Salvador García.

Sanos en el parque

Como es habitual, con frecuencia mensual, este sábado entre las 11.00 y las 16.00 en el Jardín Botánico el Municipio C se encargará de promover productos y actividades para una vida más sana, con entrada libre.

Mesa servida

El vernissage que tendrá lugar este sábado en el local del Mercado de los Artesanos de Ciudad Vieja (Piedras 258 esquina Pérez Castellano) es al mediodía. Se inaugura la Exposición de Vajilla Artesanal, enmarcada en los festejos de los cuarenta años de la institución, y permanecerá abierta hasta fin de mes de viernes a domingos en el horario de 10.30 a 16.00.

Cocinas que transforman

En 2014 la Fundación Corazón Verde de Colombia celebró la primera versión del Foro Gastronómico Internacional Alimentarte, un espacio de discusión del sector para América Latina que se realiza en alianza con el Basque Culinary Center de España. Anualmente reúne a periodistas gastronómicos, cocineros, académicos y expertos del sector y permite dimensionar su contribución cultural, económica y social.

El miércoles 13 comienza la séptima edición, en la que se abrirá el debate en torno a preguntas como si son los restaurantes capaces de provocar y liderar transformaciones sociales o si es la gastronomía ya un rubro sustentable y cuáles son las nuevas formas de trabajo en los restaurantes, entre otras cuestiones. Se expondrá además acerca de las nuevas corrientes culinarias, técnicas y recetas de los invitados, habrá mesas de diálogo y demostraciones de cocina.

Las inscripciones para asistir a este evento académico de gastronomía están abiertas para todo público ingresando a www.foroalimentarte.com.