Una cafetera Canadiano, que se fabrica en arce y en roble, es lo más novedoso que puede encontrarse en el sector de tienda de Soy Café, algo más que una cafetería, que desde noviembre se fue haciendo vecina de sitios clásicos de la zona, como el bar Luz y la parrillada La Marañada.
En esa vidriada esquina de Rivera, que antes fue bar y peluquería, convergen personajes que buscan reponer fuerzas o regocijarse de algún modo en una taza. Escena de la vida real, miércoles, hacia las 15.30: una murguista trasnochada se sienta en una mesa en la vereda a comer una carrot y un café energizantes, un ejecutivo de las cercanías rodea con los codos su café solitario, su pausa de cada día, mientras que un niño de unos 11 años entra –se nota que está acostumbrado– y pide un flat white (dos ristrettos y leche con microespuma) en el mostrador para llevar. Sí, un consumidor infantil procurando una merienda de especialidad.
Volvamos al asunto de las cafeteras. Como su nombre indica, aquellos curiosos embudos de madera provienen de Canadá. “Es una cafetera ecológica, tipo decanter, con un sistema de filtrado de metal y un soporte de madera; hay que tener mucha paciencia, lleva más tiempo que la prensa francesa. La misma madera va brindándole sabor al café. Entonces, es una cafetera con memoria”, cuenta Dahianna Andino, que lleva más de una década en el mundo del café (buena parte en su anterior proyecto, Ganache).
A la vez, señala, es una forma de no utilizar tantos filtros de papel. “No tenés que invertir más que en buen café”.
Ese ahorro viene de la mano del concepto de la casa: “Ser lo más ecológicos que podamos, porque muchas veces es difícil reciclar o separar todo. Hace dos años que estamos investigando cómo reutilizar la borra del café y la película dorada que se desprende cuando se tuesta. Estuvimos en la Agencia Nacional de Investigación e Innovación y se desprendieron varias ideas; al tiempo me contacté con Victoria Apud, que se dedica a fabricar biomateriales”. Así llegaron a realizar macetas biodegradables que venderán en breve, igual que bolsas de café, un material que abunda, recicladas. Y hay una muestra, en el exhibidor, de una interesante partida de tazas hechas en base a desechos de café. “Por más que se utilice la borra, es un producto que lleva mucho tiempo y capital”, explica Andino. Pero el resultado vale la pena, argumenta, por una porosidad que imprime un perfil de sabor en lo que allí se sirve.
En los estantes conviven distintos modelos de cafeteras y filtros con totebags (bolsas de lona impresas), remeras, frascos con terrones de azúcar rubia y morena (Zuker, $ 260), grappamiel con café (Rosa Negra, $ 895), café en grano (250 gr, $ 550), láminas y tarjetas con ilustraciones de molinillos y patentes de cafeteras (A4, $ 300).
Tienen cafés clásicos como espresso, capuccino, café con leche, flat white ($ 160, que puede pedirse con leche de almendras), más una carta fría con la cold brew de la casa, ya sea sola, con tónica (con opción de agregarle rodajas de naranja) o con leche. Para esos momentos en que cuesta decidirse entre postre o café, crearon el affogato con helado de coco ($ 220). Para comer sirven carrot cake, torta de frambuesa con chocolate blanco, cuadrados de limón, cookies, scones, medialunas simples o rellenas ($ 95).
La incorporación más reciente es una alianza con Vegalatto: bombones de chocolate belga, sin azúcar, veganos, y con granos de café (paquete de diez $ 380). Vale recordar que en Soy Café trabajan con dos orígenes –Brasil y Colombia– y que con estos bombones empiezan a sumar productos con café, no necesariamente de elaboración propia. Aparte de brindar asesoramiento al amante del café que quiera sacarle el jugo a la parafernalia que haya adquirido y de procurarle repuestos de Bialetti, por ejemplo, están brindando cursos de barista y de filtrado (el 11 de marzo abren nuevos cupos). En el primer caso, la formación, diseñada sobre la base de la Specialty Coffee Association of Americ-SCA, dura 15 horas, de las cuales 70% están dedicadas al latte art (dibujos, texturizados), y se hace hincapié en las prácticas. Las docentes son la barista venezolana Virginia Sánchez y la dueña de casa.
Por último, lo que inaugura una serie de actividades extra, este “estilo de vida” en torno al café que describe Andino: el toque de la semana próxima de Diego González, íntimo, gratuito, el jueves a las 19.00. “Nos conocimos cuando tenía mi cafetería en Colonia del Sacramento y un día fue a tomar café. Quedamos en contacto, siempre lo voy a ver, no puedo faltar, me hace muy bien su música. Y ahora tenía ganas de aprovechar el espacio y que mientras sirvo café, esta vez en lugar de salir de la computadora, la música fuera en vivo. En un momento se habló como si se tratara de un Tiny Desk, un toque relajado”, invita.
Soy Café, en Rivera 2201 esquina Paullier de lunes a viernes de 8.30 a 20.00 y los sábados de 9.00 a 14.00.
Tercera Cata Nacional de Tomates en Paysandú
La Cata Nacional de Tomates, organizada por la Intendencia y el Bureau Paysandú, reunirá este fin de semana a más de 30 expositores de todo el país que acercarán alrededor de 100 variedades. Desde ayer funciona en ocho locales gastronómicos el circuito “Tomate a la mesa”, mientras que hoy la actividad se trasladará a la Asociación Rural Exposición Feria de Paysandú.
Este año se suma la propuesta “Tomate el tren”, lo que significa que este sábado se podrá llegar al predio en ese medio de transporte. Habrá salidas cada hora desde la estación de la ciudad (Cerrito s/n) desde las 17.00 hasta las 22.00.
La Cata Nacional de Tomates visibiliza el trabajo de productores agroecológicos, en particular de quienes se dedican a variedades antiguas de tomates, escasamente conocidas y comercializadas, como persimon, cebra verde, americano verde, cherry negro, tomate blanco, tomate tigre, corazón de buey y corazón de liebre.
El predio se poblará de locales que ofrecerán platos en base a esos tomates y habrá distintas catas –una científica junto a la UTEC, en la que se analizan atributos como sabor, textura y apariencia, y otra para los más chicos, junto al cocinero Diego Ruete–, así como la elaboración de una pizza gigante, postres que incorporarán tomate y miel, así como un innovador trago sin alcohol.
Se desarrollará en paralelo un cronograma de charlas referidas a la agroecología, talleres del INIA, música en vivo y una feria sustentable con una selección de productos de todo el país.
Explorador de vinos inglés
El periodista británico y master of wine Tim Atkin visitó Uruguay entre el 24 y el 29 de enero con el objetivo de escribir nuevamente un reporte sobre el país y sus vinos. Atkin, que tiene más de 35 años de experiencia en el rubro, es copresidente del International Wine Challenge, destacado concurso internacional con los jueces más rigurosos.
Su breve gira por Uruguay tuvo como principal objetivo catar cerca de 300 vinos de más de 30 bodegas exportadoras. Invitado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura y Uruguay Wine a este tour por el país, como parte de su programa de promoción de exportaciones del vino uruguayo, Atkin también visitó la nueva sede del instituto en Las Piedras.
“Estoy convencido de que el vino uruguayo tiene más futuro que nunca, un futuro muy alentador”, dijo el experto británico al completar su tercera visita al país, con el apoyo de la sommelière uruguaya Gabriela Zimmer. También destacó el alto nivel en los vinos catados: “El tannat uruguayo es conocido en el mundo entero por sus cualidades y su frescura. El albariño no me deja de sorprender: cada año hay mejores ejemplos que expresan el terruño uruguayo”.