Tequeños y pastelitos, como llaman en Venezuela a un tipo de empanada chica, es lo que vende principalmente Stephanie Zavarce a través de la plataforma depana.uy. El emprendimiento que desarrolló por medio de la cooperativa Construyendo Puentes Dignos (CpueD) lleva un nombre significativo: Sabor nostalgia (@sabornostalgia en Instagram).

Aunque Zavarce es ingeniera en electrónica y repara equipos médicos, ocupaciones que sigue ejerciendo en Uruguay, ya en su país de origen despuntaba el vicio de cocinar con los postres. “Esto siempre fue como una segunda opción”, explica. En Uruguay, el asunto de vender comida arrancó para ella como una salida estacional, en pandemia, con dos platillos típicos decembrinos, pan de jamón y hallacas, que los venezolanos consumen en las fiestas. Así se armó una clientela y por ellos terminó mutando la marca hacia los tequeños y pastelitos, dips, quesillo (especie de flan) y torta tres leches, y para pedidos especiales accede a hacer arepas.

“Como migrante traes duelos por lo que dejaste”, cuenta esta jefa de hogar sobre la ayuda que le brindó la cooperativa para enfocarse en sus metas y cómo la capacitación en emprendedurismo la guio en el aspecto legal de su negocio. En el camino, además de las ventas en redes, aprendió a hacer ferias, en eventos puntuales, y para su sorpresa, actualmente la mayoría de sus clientes son uruguayos. Por eso, agregó un gusto conciliador de tequeño: Martín Fierro.

“Desde que entré en el proyecto De Pana mis expectativas eran poner bien a la migración venezolana, que sepan quiénes somos, que la gente entrara a la página y viera que somos gente cálida, trabajadora, que les podemos llevar productos y servicios y que son de buena calidad, que lo hacemos con todo el cariño del mundo. Creo que es una manera de incluirnos en la sociedad uruguaya, porque realmente estamos formando parte y estamos haciendo comunidad”, dice.

De aquí para allá

CpueD es una cooperativa uruguaya de técnicos que gestiona y lidera proyectos de inclusión socioeconómica, en el caso de De Pana, con financiación de una fundación estadounidense. Para entender con ejemplos el papel de CpueD, vale consignar que previamente trabajaron con el Ministerio de Desarrollo Social en el desarrollo de proyectos inclusivos, y que en alianza con la Intendencia de Montevideo involucraron a un centenar de emprendedoras que produjeron tapabocas (desde el diseño de moldes hasta la asesoría en ventas) durante la crisis sanitaria. “Todo lo que implique que la persona se capacite, produzca y mejore a partir de la práctica, que genera competencias”, los ocupa. “Tratamos de unir espacios de capacitación y generación de ingresos. Todo eso produce asociativismo, mucha cooperación”, asegura Mariela Pérez.

“Somos una cooperativa que encuentra una demanda: inmigrantes venezolanos que necesitan salir adelante y fortalecer su emprendimiento y la generación de ingresos. Comenzamos dando capacitaciones y asistencia técnica tanto en lo que tiene que ver con el emprendimiento como en lo relacionado al proyecto de vida. Porque, en definitiva, es de alguna manera volver a empezar. Es una población que tiene un nivel de instrucción que no es bajo, pero, claro, tiene que reorganizar su vida”.

La idea general de De Pana fue redactaba en conjunto entre los técnicos locales y emprendedores venezolanos. Aparte de la plataforma, comprende ferias y eventos, como los que hicieron en Nuevocentro Shopping o los que llevan adelante con la Intendencia de Montevideo. “Ahora nos están invitando a una feria grande que se está haciendo en Ciudad de la Costa, tratando de fortalecer espacios de comercialización. Incluso se aprobó un proyecto con Inefop para reforzar la parte gastronómica”, cuenta.

Foto del artículo '“Con calidad y calidez”: depana.uy'

Foto: Difusión

El proyecto entero reúne a unas 300 personas, mientras que la plataforma está integrada hasta el momento por 60 emprendimientos. “Hay 20.000 inmigrantes venezolanos, según los últimos datos”, dice Pérez, reconociendo el potencial de expansión del portal. “Acá el mercado es más pequeño, hay que adaptarse. De Pana es una plataforma de emprendimientos que se fue construyendo con ellos a partir de sus demandas y sus necesidades. Ellos votaron la imagen, los colores, el nombre. Hoy es un proceso de incubación”.

Guía Sotillo es licenciada en fisioterapia, se recibió en Venezuela y vino en 2018. Al principio cuidaba adultos mayores, luego dio masajes y ahora que puede ejercer brinda servicios personalizados desde un punto de vista integrativo del cuerpo y de la persona, que contempla desde hábitos alimenticios hasta una evaluación exhaustiva de las costumbres y condiciones emocionales del paciente, explica: “Me gusta darles herramientas para que puedan gestionar su salud de una forma más amable”.

Vive en La Paz y lleva este servicio que centraliza en depana.uy tanto a domicilio como al gabinete que el proyecto tiene en Ciudad Vieja. Encontró pertinentes las capacitaciones que le dio la cooperativa, que la ayudó a “bajar a tierra” y “vivir de lo que una ama”, además de vincularla con sus compatriotas.

Recordar y construir

Quizás lo más visible de ese contingente migratorio sea la variedad gastronómica que introdujeron. A propósito de eso, Pérez manifiesta que la mitad de los emprendimientos que figuran en De Pana son de ese rubro. En varios casos, personas que en su país se dedicaban a otra cosa. “Hay unas cuantas variables”, indica Pérez, “una tiene que ver con lo que tarda la revalidación de títulos y a veces casi que tienen que armar la carrera de nuevo, no es tanto de trámites, sino volver a estudiar, porque hay carreras que no existen acá; otra son los mandatos que había en la familia, acá podían reorganizarse y decidir qué les gusta; y otras las necesidades, porque con lo gastronómico es más fácil generar ingresos con rapidez, sobre todo las mujeres que tienen hijos a cargo. Por un lado, está sucediendo que cuidan enfermos, y por otro, tienen su emprendimiento gastronómico. Es una estrategia de cara a poder sostener el alquiler, la comida, porque es un país caro Uruguay”, apunta, sin descontar el factor nostálgico por la cocina que acostumbraban.

Como dice Pérez, “la idea es adaptarse y, sin perder su identidad, de alguna manera poder llegar y complacer al público uruguayo”. Las ferias y encuentros en los que se vienen presentando “son espacios de mucho enriquecimiento. Ellos quedan fascinados con el vínculo que se puede generar en esas instancias”.

La presentación de depana.uy en sociedad fue en diciembre. Su base de operaciones es un local en Sarandí 316, esquina Colón, que están reordenando para exhibir productos, además de tener lo que denominan “un camarote emprendedor”, que utilizan para brindar tratamientos faciales, masajes o incluso mantener reuniones de trabajo.

“En la cooperativa se da la unión de los venezolanos y los uruguayos. No son espacios cerrados, se da la fusión de las culturas y también un vínculo interesante entre ellos en este nuevo país”, recalca.


Feria Interculturas

Este sábado de 11.30 a 16.30 en la plaza Liber Seregni (Eduardo Víctor Haedo y Martín C Martínez), camino a la tercera edición del Mes de las Migraciones, organizan una Feria Interculturas participativa. Se trata de una jornada con comidas regionales, como india, ecuatoriana,venezolana, juegos, baile, música y artesanías en más de 40 stands.

Habrá juegos del mundo, talleres de pintura, danza forró, origami, percusión y lectura de libros, con la participación de la Biblioteca Popular Morosoli.

Además, se armarán mesas de intercambio y participación para conocer ideas y sugerencias sobre el Mes y la Fiesta de las Migraciones. El cierre será con un show de percusión.

Montevideo Pop Up

De 11.00 a 21.00 se realiza una nueva edición de Montevideo Pop Up en el Parque Rodó. La feria gastronómica presentará una variedad de actividades para toda la familia, con más de 70 emprendimientos nacionales. En esta ocasión, por primera vez, se suman emprendimientos que forman parte del programa Sembrando, en el que se realizó un llamado a proyectos relacionados con el área gastronómica, las actividades para los más pequeños que van desde juegos, talleres a trabajos en huertas. También habrá números de circo y aéreos, juegos mentales para los más grandes y diferentes espectáculos musicales.