Si bien la primera Expo Café Uruguay, en 2021 en el Latu, convocó a más de 10.000 personas (las filas llegaban al Portones Shopping), está clara su escalada en propuestas y en receptividad. “Todavía no podemos creer que estamos en la cuarta edición”, apunta Santiago Fernández, desde la organización.   “Tenemos un público que sabe lo que quiere, que conoce el café de especialidad. Ya sabe lo que es probar café de África, de Centroamérica, de Brasil y Colombia; obviamente, Perú también, y Bolivia está muy fuerte este año. Hemos logrado transmitir esta cultura y, sobre todo, los expositores han transmitido la pasión que le ponen”. Buscan ofrecer una experiencia inmersiva, con buena música y aroma a café, en un ambiente ordenado, recalcan, “que no sea una feria gastronómica, sino que las marcas expongan sus productos”.

Ocurre que la primera vez, tanteando cuán lejos se podía ir, el ingreso era mediante registro gratuito. Pero las marcas participantes demandaron un control de los asistentes, “sobre todo porque había mucho público que iba a chusmear, capaz que no era consumidor de café y no entendía muy bien el concepto, porque estamos muy acostumbrados a ese café fuerte, amargo. Entonces, claro, cuando veía un café fino, delicado, con sabor a jazmines, a mandarina, pensaba que era un té”.

Desde entonces cambiaron la modalidad y para la fiesta cafetera de este fin de semana se cobra un ingreso ($ 300) que permite recorrer los stands e ir afinando el gusto.

Además, entre evento y evento, los “groupies del café”, como los llama Fernández, les pidieron más reuniones; por eso organizaron encuentros más reducidos en el hotel Radisson y en el Cottage.

Lo que no hay acá

¿Qué es lo que van a buscar esos fanáticos, que no se sacian de degustar y comprar café, en un sitio así? “Nuestra expo tiene una particularidad: se ha transformado más que nada en un evento internacional”, responde el organizador.

La explicación: “A algunas marcas locales no les parece atractivo participar. Entonces, desde el año pasado hemos salido a buscar, y gracias a las embajadas, a nuestros viajes y a nuestros amigos, traemos marcas del exterior. Vas a poder tomar café que no hay en Uruguay. Y traemos productores para que los tostadores de acá conecten con ellos y les compren café. Para lograr lo que se busca en el café de especialidad, que es el trato justo. Entonces, aquel que es curioso, que no conoce, que está comenzando en el mundo del café, va y descubre cosas. Aquel que ya consume café y que está entrando en el tema del barismo –hay mucha gente estudiando– va a conocer técnicas; damos talleres, charlas, siempre intentamos que haya speakers internacionales”.

Tanto principiantes como expertos van a conseguir consejos y parafernalia para lograr que su bebida salga mejor, y van a aprender sobre tragos con café o los usos que se le pueden dar a la borra, por ejemplo. Entre las charlas más llamativas hay una a cargo de dos químicos argentinos sobre qué infusión contiene más cafeína, el mate o el café.

Rodeando el tema, llamaron a un concurso de fotografía y el resultado se va a exponer y, además, como apareció una colección de fotos antiguas de cafeterías como La Giralda y el Sorocabana, el Centro de Fotografía de Montevideo agrega ese material gráfico.

Además, el memorialista Juan Antonio Varese estará presentando su último libro sobre cafés montevideanos, mientras que el experto argentino Nicolás Artusi, siempre convocante, vendrá nuevamente con sus novedades editoriales.

En el país del mate

Detrás de la Expo Café Uruguay está la agencia de marketing digital Useful-media, que tiene 25 años en el mercado. “Con nosotros han hecho trabajos casi todas las agencias de publicidad”, sintetiza Fernández. “Hacíamos muchas apps para marcas de Argentina, y en los tiempos libres hicimos una que te mostraba dónde había cerveza artesanal, como puntos en un mapa”. Pronto los amigos les preguntaron cuándo hacían una enfocada en café. Llegaron a tener 200 cafeterías cargadas y estaban buscando fondos cuando empezaron a viajar.

“Llegamos a Colombia por cuestiones de trabajo; aprovechábamos, visitábamos fincas, conocíamos marcas, productores; de cada viaje sacábamos el mayor jugo posible. Cuando nace la Expo, comenzamos a vincularnos con quienes hacen eventos de café en toda América y nos invitamos mutuamente para ir a conocer cómo funcionan, porque nosotros trabajamos desde hace mucho, pero siempre tras bambalinas”, subraya.

La primera Expo Café del continente fue la mexicana, luego vino la peruana y más tarde la chilena. Son independientes, pero intercambian know how. Y aunque, como en el caso de Chile, en Uruguay no haya producción de café, para Fernández el desafío fue otro: “Cuando estábamos con el proyecto, todo el mundo nos dijo que estábamos locos. ¿Vas a hacer un evento en el país que toma más mate de América Latina? ¿Por qué no? Sí, yo tomo las dos cosas. Así surge”. No es un tema fácil de delinear, explican quienes están en el asunto, pero se podría calcular que hay entre 60 y 70 cafeterías de especialidad en Montevideo, si se considera a las que tratan directamente con las tostadurías.

Este sábado y domingo estarán presentes 19 cafeterías, y en algunas es posible que haya más de una variedad. “El año que más orígenes tuvimos fue en 2023, con 25: había de Costa de Marfil, por ejemplo, Ruanda, Etiopía, Vietnam, Panamá, El Salvador, Costa Rica, Guatemala...”, cuenta.

Para fanáticos que quieran equiparse o renovar lo que tienen, habrá máquinas, molinillos, cafeteras. “Está muy de moda la semiautomática: tocás un botón, te muele el café en el momento, lo extrae, se puede hasta calentar la leche, hacer la espuma, son mágicas”, describe Fernández. Por otro lado, los accesorios de café, filtro, portafiltro y otros chiches: “V60, Bialetti con la prensa, las Moka italianas, Bodum con las prensas francesas, que son preciosas”. Es decir, que habrá para todos los actores: para el que está arrancando, para el que busca pasar de su máquina chiquita a una más grande, “y aquel que está por abrir cafetería, puede ir a contactar con los que importan”.

Ya que al final controlan, con base en los desechos, cuántos vasos se usaron, saben que, en promedio, el año pasado se tomaron 11 cafés por persona. Pero igual que en un salón del vino, no se trata de recipientes llenos, y algunos sirven capuchino, algunos dan café filtrado, otros espresso.

El año pasado comenzaron a poner puntos de hidratación, que es una condición en eventos de este tipo. “Lo que tiene el café, y la gente no sabe, es que te deshidrata. Te tira para arriba, pero en exceso no es bueno. Aparte, son cafés suaves. Hay café peruano, mucho café panameño, que son una delicia: florales, o con muy rica fruta, porque lo siembran rodeado de frutales. La idea es que vos pruebes y te compres el que más te gusta”. Sin embargo, algunos no van a vender: “Para muchas marcas, su primera experiencia es en la Expo antes de salir al mercado”, explica el conocedor.

El patio de comidas es reducido pero variado, con opciones dulces y saladas, veganas y vegetarianas contempladas.

Como la Expo comprende competencias de métodos —además de demostraciones de latte art—, más allá de la fiesta, en 2024 la organización logró que un uruguayo fuera por primera vez a participar de un campeonato mundial de Aeropress a Portugal; este año el campeonato es en Corea del Sur.

Expo Café Uruguay 2025. Sábado y domingo de 10.00 a 20.00 en el Centro de eventos del Latu. Entradas $ 300. 2 x 1 para la diaria.