1. Los animales consiguen el derecho a voto: gana Andrés Ojeda.
El movimiento antiespecista logra la aprobación del sufragio universal multiespecie. Esto le permite a Andrés Ojeda capitalizar su ventaja en este terreno, que consiguió no tanto por su defensa de los derechos de las mascotas, sino por su estrategia de apostar al costado instintivo de los votantes en lugar de al racional.
2. Valeria Ripoll se revela como espía comunista: gana Manini Ríos.
Las denuncias de Gabriela Fossati resultan ser hechos objetivos y no teorías conspirativas. El derrotero político de la ex secretaria general de Adeom era en realidad una estrategia para sabotear desde adentro los movimientos democráticos republicanos. El electorado de derecha responsabiliza al Partido Nacional por su candidez y se vuelca masivamente hacia Cabildo Abierto.
3. Yamandú Orsi confiesa de qué cuadro es hincha: gana en primera vuelta.
El último día antes de la veda, el frenteamplista exhibe sus carnets de socio de Peñarol, Nacional, Cerro, Rampla, Wanderers, Danubio, Racing y Rentistas. Triunfa con el 98,7 % de los votos, aunque se gana la firme oposición del Partido Independiente.
4. Un Buquebús trae a 1.000 libertarians: gana Delgado.
La decepción con el kirchnerismo que afecta a muchos frenteamplistas que viven en Argentina los lleva a volcarse a la ultraderecha y terminan votando al Partido Nacional, al que ven como el principal defensor de las libertades individuales. Lo bueno para el Frente Amplio es que no queda debiéndole favores a López Mena.