De más

  • Que un langa de gimnasio 25 años menor e infinitamente menos formado te botijee porque sacaste 1,7% en las elecciones.
  • Que la nota sobre los objetos extraños encontrados en los sobres de votación que saca Montevideo Portal después de cada elección justo muestre la foto de Pinchinatti que metiste vos.
  • Ser tan patriótico que no te afecte subir a un estrado mientras suena la canción de una banda argentina que dice “Que noche mágica, ciudad de Buenos Aires”.
  • Saber armar microlistas en todos los departamentos para regresar del ostracismo y llegar al Senado.
  • Haber visto el acto de la plaza Varela desde el nuevo edificio gigante que siempre tiene sólo un par de ventanas iluminadas.
  • Salir electo diputado y que no te estrese demasiado quién gana en noviembre porque vos ya tenés laburo.
  • Pasarte cinco años diciendo que no pensás volver a la política y no gastar plata en las elecciones internas, pero después tirarte a senador para las legislativas y sacar más votos que el que sí puso plata.
  • Estar medio colifa y entrar en el Parlamento.

De menos

  • Sacar un 1,7% en las elecciones pero no estar completamente deprimido porque en las anteriores habías sacado 0,97%.
  • Haber votado a Gustavo Salle porque estabas caliente con el resto de los partidos y darte cuenta de que terminaste dándole dos diputados.
  • Que tu perro te mire con cara triste para hacerte sentir culpable por no haber votado a Andrés Ojeda.
  • Votar en blanco o anulado para darle una señal al sistema y que ahora el sistema te obligue a volver a votar en un mes y con menos opciones.
  • Inventar un curro con microlistas departamentales para conseguir bancas en el Senado y que venga otro, te robe la idea y te deje sin banca.
  • Ser de Unidad Popular y ver cómo un partido más neurodivergente que tus propios militantes saca dos diputados y canaliza el descontento.
  • Haber echado a todos del Partido Socialista por poco socialistas y tener un resultado electoral que muestra qué poco socialista es la sociedad en general.
  • Que se desplome tu partido político pero no poder incluir el clientelismo en tu autocrítica porque el caso más sonado involucra a tu esposa.