De más

  • Sentarte a tomar un café y tener una charla distendida con alguien que quiso estafar al Estado
  • El reconocimiento de la Real Academia Española a Sebastián Marset por haber inventado un nuevo acento latinoamericano con el que hablar en los videos.
  • Tener amigos que se dediquen al lavado de activos.
  • Que tus conocimientos sobre construcción de barcos te sirvan para convertirte en el centro de cualquier conversación.
  • Encontrarte con aquel profesor que te hacía perder todos los escritos en el liceo y enterarte de que es alcohólico y vive en la calle desde hace cinco años.
  • Que Chat GPT te diga que hacés buenas observaciones y tus preguntas son excelentes.
  • Los amigos que te tienen presente, te escriben para preguntarte cómo estás y llegan al extremo de interesarse por tu respuesta.
  • Vengarte de los que quisieron enchufarte un muerto y que encima te den una embajada en Portugal por eso.
  • Pagar la suscripción a El Faro de Vigo para poder escuchar la otra campana del caso Cardama.
  • Salir a decir que los zurdos uruguayos no entienden a la gente de a pie y por eso se sorprendieron ante la victoria de Javier Milei, que para cualquier otra persona era algo obvio, recién al día siguiente de las elecciones legislativas argentinas.
  • Que tu hijo adolescente ocupe su liceo y te dé un fin de semana de paz y tranquilidad.
  • La calidad de la hotelería en la cárcel de Florida.
  • Cabildo Abierto.

De menos

  • Que se busquen excusas, como que la garantía de Cardama la daba la empresa de un ruso que figuraba con un solo empleado, con una dirección falsa y que en la web tenía la foto de un banco canadiense acusado a su vez de estafa, para no continuar las Políticas de Estado en Defensa Nacional.
  • Que hayan obligado al expresidente a parar sus vacaciones por una de tantas cagadas de su gobierno.
  • Que aparezcan casos de empresas fantasmas que estafan al Estado y de lavado de dinero justo cuando estás intentando defender el secreto bancario.
  • Los militantes que no dudan en aplicar el nefasto “izquierdómetro” a sus dirigentes sólo por no hacer ni decir cosas de izquierda.
  • No poder complementar tus seis ingresos con un séptimo porque ya parece que no te estás dedicando a una de las seis labores iniciales.
  • Que el city tour que vas a hacer por Río de Janeiro no incluya una visita a las favelas porque la cantidad de cadáveres que hay en la calle no permite que pase el ómnibus.
  • Tener la inquietante sensación de que aún hay muchos episodios turbios de tu gobierno que van a explotar en cualquier momento.
  • Darle tu dinero al novio de una amiga para que lo invierta en un proyecto que tiene y después enterarte de que el proyecto en realidad es una estafa piramidal y que encima se separaron.
  • No tener ningún amigo que esté en el Comando Vermelho.
  • Cruzarte con Sebastián da Silva mientras estás almorzando en un bar.
  • No darte cuenta de que ya no sos un músico de rock con amplia trayectoria, sino lisa y llanamente un viejo choto.