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De más
Ir a Cinemateca y exigir un ciclo de Shakira Kurosawa.
No deberle nada a la gente de la cárcel de Domingo Arena.
Las despedidas de fin de año en noviembre.
El aire reacondicionado.
Poder aguantar las ganas de comprar sandía hasta que baje de precio.
Andar descalza por elección.
Ser accionista de M24.
El desodorante.
Los comerciantes que fían.
Las clases que siguen hasta Navidad.
Que se venga el verano y las malas noticias para tu gobierno te den un respiro.
Alquilar una casa en dólares y que se profundice el atraso cambiario.
La gente que te insiste varias veces con que la camisa horrible que te regaló tiene cambio.
Sentirte moralmente superior a las personas de tu entorno porque tenés las dos dosis de la vacuna contra el sarampión.
Odiar el Departamento de Desarrollo Social, pero inmolarte agarrando su dirección para colocar a los militantes que te acompañan.
Haber organizado una estafa piramidal y que aún no te hayan agarrado.
Ponerte como objetivo firme perder varios kilos para el verano de 2027.
Ser vaca y salvar tu vida gracias a la impericia de los que te vendieron a Turquía.
Que tus hijos se hagan veganos y poder comerte vos solito toda la carne y los choris de la parrilla.
Ahorrarte unos mangos porque tu sobrina animalista no quiere que se tiren fuegos artificiales.
El pan dulce que tiene gotitas de chocolate en lugar de pasas de uva, fruta abrillantada y ese tipo de porquerías inmundas.
Ir a un partido de fútbol del interior y que no se agarren a piñas.
De menos
Soñar con Bukele.
Clavarte con entradas falsas para el recital de Shakira.
Admitir que tu trabajo te chupa un huevo y que tus contactos lo difundan.
Que Trump se la agarre con tu país.
Que tu presidente sea Maduro.
Que tu presidente sea inmaduro.
Los arbolitos de Navidad de tela.
La gente que abre las ventanas del ómnibus con aire acondicionado.
El olor del ómnibus con las ventanas cerradas.
Las colectas forzadas.
Los amigos invisibles forzados.
Que se te escape ante los niños que los regalos de Navidad en realidad los comprás vos.
Que se te escape ante los niños que no tenés plata para comprar regalos de Navidad por todo lo que gastás en ellos durante el año.
Que se te escape ante los niños que si tuvieran uno solo estarían mucho mejor de plata.
Tener la sensación de que todo esto de Cardama recién empieza y va a seguir hasta la campaña electoral en la que vas a buscar tu reelección.
Que te toque vestirte de Papa Noel en Nochebuena y estar borracho al punto de no poder decir “jo jo jo” sin que se te trabe la lengua.
Tener que fumarte en la cena de fin de año a tu tío facho corte clásico y su hijo incel libertarian.
Seguir borrando emisoras de la memoria de tu radio.
Que un par de días antes de las fiestas te enteres de que se te acabó el curro de pagar por los derechos del fútbol 30 millones de dólares menos de lo que valen.
Meterte al agua y que a la vuelta una elefanta marina haya ocupado tu lugar.
Ir a un partido de fútbol del interior y que no se agarren a piñas.