De más

  • Estar al día con todas tus obligaciones.
  • No tener muchos votos, pero ser el futuro intendente de Montevideo por la manito que te dio la 609.
  • Estar tranquilo porque alguna matufia de los blancos va a servir para tapar cualquier cagada que haga tu gobierno.
  • Que el 1º de Mayo caiga un jueves para hacer sanguchito el viernes. A menos que trabajes en un diario. O en un hospital. O en un supermercado. O en un shopping. O en una comisaría.
  • Estar tranquilo porque tu casa de veraneo está en Rocha, donde no hay registros ni inspectores ni leyes en general.
  • Tener la concesión del proyecto Neptuno y saber que no importa dónde ni qué, pero el gobierno va a hacer algo contigo y te vas a forrar.
  • Que la sección “Se dice” de El País siga siendo mucho más graciosa que Casalás.
  • Que la Policía encuentre al hombre que te rapiñó, o a uno parecido.
  • Los días en que no salen declaraciones de Javier García en los medios.
  • Ser Luis Alberto Heber y seguir políticamente vivo a pesar de tus continuas declaraciones ambiguas sobre el caso Penadés.
  • Ahorrarte 11 segundos cada vez que vas a hacer una búsqueda en internet gracias a chat GPT e invertirlos en mirar un reel de Instagram.
  • Ser famoso, que pongan una imagen tuya para una estafa en línea, pero la cambien al toque porque no estaba cayendo nadie.
  • Pasar por arriba las notas de Anto Lima en Montevideo Portal e ir directo a las de tipos que llegaron a la emergencia de un hospital en Brasil con algún objeto extraño en el recto.

De menos

  • No estar seguro de si cantar “La internacional” puede hacerte salir en La pecera.
  • Ir al acto alternativo del 1º de Mayo, cruzarte con alguien que está a mitad de camino entre un conocido y un amigo y con quien no tenés mucho tema de conversación, pero no poder zafar porque hay muy poca gente.
  • Ser parte del 1% más rico y estar seguro de que nunca te van a meter los impuestos que piden algunos.
  • Recriminarle al PIT-CNT que no reconozca todo lo que tu gobierno hizo por los trabajadores, pero no recordar una sola medida que haya ayudado a los trabajadores.
  • Volver a discutir cada 1º de Mayo las diferencias entre “trabajador”, “asalariado”, “empleado”, “obrero” y “sindicalista”.
  • Que en las discusiones del comité se note demasiado que fuiste 20 veces al balneario Solís y ninguna a Pajas Blancas.
  • Las personas que dicen “qué increíble, ya estamos en mayo”, como si el calendario no viniera funcionando de la misma manera desde hace 450 años.
  • Ser parte de una organización tan medio pelo que ni siquiera la convocan para el diálogo social.
  • Darte cuenta de que en el gobierno pasado se te fue la mano con lo de pedir auditorías y ahora te puede tocar a vos.
  • No poder decir que la serie de El Eternauta es una porquería en comparación con el cómic porque no lo leíste.
  • Irte a España a laburar de mozo porque te pudriste de Uruguay y fumarte el apagón más grande que recuerdes.