Los Ángeles. Los Ángeles es una megalópolis cosmopolita y llena de contrastes. En las colinas de Hollywood, los grandes estudios albergan el rodaje de superproducciones sobre realidades distópicas en mundos donde la democracia se extinguió y las libertades desaparecieron. Mientras tanto, en las calles de la zona céntrica de Los Ángeles, la situación es mucho peor. Además, las balas ahí no son de salva, sino reales. Se recomienda a los hinchas ir y volver del estadio sin bajar del ómnibus ni asomarse demasiado por la ventanilla.
Nueva York/Nueva Jersey. Nueva York es una megalópolis cosmopolita y llena de contrastes. Nueba Jersey no. Baste como muestra que la comunidad extranjera más grande de esa ciudad es la uruguaya. El 85% de los taxistas son compatriotas que emigraron a Estados Unidos con el anhelo de una vida mejor. Nueva Jersey es la única ciudad del mundo en la que, cuando alguien dice que es uruguayo, no le responden “Ah, Luis Suárez” sino “Ah, Óscar Dourado”.
Ciudad de México. La Ciudad de México es una megalópolis cosmopolita y llena de contrastes. Algunas de sus características más sobresalientes son sus maravillosos tesoros arqueológicos, su exquisita y muy picante comida y que está llena de mexicanos. Esto último es el principal motivo por el cual Donald Trump quiere anexar Canadá y no México. Pero la ciudad es relativamente segura. A pesar de que en los últimos años la capital ha visto un incremento en los ataques vinculados al crimen organizado, los narcotraficantes generalmente prefieren mantenerse alejados de sus alarmantes niveles de contaminación ambiental.
Miami. Miami es una megalópolis cosmopolita y llena de contrastes. También se destaca por la seguridad de sus calles. Quienes viajen allí solamente tienen que evitar cruzarse con Shakira, ya que, en caso de pisarla, pecharla o incomodarla de cualquier forma, ella y Bizarrap podrían dedicarle al ofensor una humillante canción llena de odio y revanchismo.
Montevideo. Montevideo es una megalópolis cosmopolita y llena de contrastes. Quizás el perfil cosmopolita de la capital no sea tan conocido, pero en sus calles, junto con los montevideanos, se puede ver canarios, salteños, fernandinos, artiguenses y personas de prácticamente todos los departamentos del país. Si bien Montevideo no es técnicamente una sede, no se descarta que Luis Lacalle Pou, en caso de ganar las elecciones en 2029, logre convencer a la Gianni Infantino de que el partido inaugural del Mundial se juegue allí. Para esto será fundamental concertar una reunión en la que el presidente electo sea acompañado por Yamandú Orsi y los hologramas de todos los expresidentes de la posdictadura.