Mauro (estudiante de Educación Física). Yo recién este año me di cuenta de que es algo distinto de la Criolla del Prado, que se hace en el mismo lugar y también es sobre campo. Sigo sin entender qué carajos es eso que hay en el parque Roosevelt.
Ximena (rematadora). No me gusta, porque vivo en el Prado y estos días hay demasiada gente en el barrio. Yo lo que hago es hacerme una escapadita a Tacuarembó o Cerro Largo. No, mentira, siempre vamos a Punta del Este.
Hugo (violinista). Me gusta porque todos los países tienen un stand y así recorro y conozco un poco el mundo.
Marianella (acupunturista). Yo lo comparo con el símbolo del yin y el yang. La Expo Prado sería la gotita blanca que está adentro de la parte negra, que vendría a ser Montevideo. La gotita negra en la parte blanca sería como ese intendente de Lavalleja, que es del Frente Amplio.
Zelma (emprendedora). Es muy importante, porque nos da visibilidad a todos quienes estamos en el mundo de la ganadería bovina, como en mi caso, que tengo un puesto de tortafritas.
José (artesano). Hace 25 años que vengo a la Expo Prado y no vendo nada. Te pasás horas hablando sobre la técnica para hacer las riendas trenzadas, pero a los montevideanos no les interesa. El año que viene me voy a poner un puestito para hacer rastas.
Raúl (comerciante de baúles). Para mí está bueno porque ves todo lo que se produce en el país y de qué manera la tecnología puede aunarse con la tradición para generar un futuro mejor, como en el caso de las picanas para ganado.
Mirna (boxeadora). Con la plata de la estancia María Dolores se pueden comprar 35 expoprados. O expropiados, no sé bien.
Rolo (creador de contenido). Después de lo que pasó con Charlie Kirk, seguir con el plan de que el presidente de la asociación rural haga un discurso de cierre es una locura. ¿No se dan cuenta de que este gobierno de izquierda está empoderando a personas como Marcelo Abdala?
Camilo (reponedor). Debería llamarse “Expo Ganadería”, porque la agricultura ecológica, orgánica y sustentable está completamente invisibilizada. El otro día le pedí a un gaucho que pusiera un calabacín al lado del asado con cuero y me dio un rebencazo en el lomo.