Bajo la consigna “¿Dónde están? Nunca más terrorismo de Estado” se llevó adelante en la tarde de este sábado 20 de mayo la edición número 26 de la Marcha del Silencio en Maldonado, con una concurrencia de público mayor que otros años.
Durante la jornada se realizaron diferentes actividades en las distintas ciudades y localidades del departamento. A las 8.00 de la mañana en Punta del Este se sembraron margaritas y carteles con las fotografías de los detenidos desaparecidos en la dictadura.
Sobre las 10.30 comenzó la marcha en San Carlos desde la plaza 19 de Abril hasta el Paseo de la Memoria Amelia Lavagna, en donde también se plantaron margaritas. Además, hubo marchas en Piriápolis, Pan de Azúcar, Gregorio Aznárez y Balneario Buenos Aires.
Al mediodía en Punta del Este vecinos, madres y familiares de detenidos desaparecidos, así como también personas autoconvocadas, participaron en el homenaje a los hermanos argentinos Lila y Claudio Epelbaum, quienes fueron detenidos por los militares, en el marco del Plan Cóndor, el 4 de noviembre de 1976, cuando salían de las oficinas de la aerolínea Pluna, que se ubicaba en la esquina de las calles 31 y 20, en la parada 1 de La Mansa, luego de haber comprado los pasajes para regresar a Argentina.
En la ciudad de Maldonado la convocatoria se realizó a las 16.30 para una concentración en la intersección de las calles Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz. Media hora más tarde comenzó la marcha bajo un silencio profundo que aturdió las calles del centro. Varias cuadras de la capital fernandina se tiñeron de fotografías, pañuelos, margaritas, banderas y carteles con frases en reclamo por verdad, memoria y justicia.
En ese silencio ensordecedor, marcharon hacia la plaza San Fernando. Al llegar se encendieron varios faroles mientras caía el sol en la tarde fría. Allí se leyó el nombre de los 197 detenidos desaparecidos en la dictadura cívico-militar uruguaya al grito de “¡Presente!”.
Mientras se hacía la lectura, varias personas llevaron adelante una performance artística en la que se fueron colocando en el piso, detrás de las velas encendidas. Al finalizar, quienes leyeron los nombres de los desaparecidos fueron en busca de los caídos, los levantaron y todo el público presente entonó el himno nacional.