Este sábado estaba previsto que se abrieran dos corredores humanitarios en Mariúpol y Volnovaja, en el sureste de Ucrania, para evacuar a la población civil, que ya lleva 11 días de ataques, pero la operación se suspendió por acciones de las que ambas partes se acusaron mutuamente. Estaba previsto un alto el fuego por unas horas, pero eso no se concretó.

Rusia acusó a los batallones ucranianos de impedir la evacuación de la población civil de las dos ciudades y aseguró que de las 215.000 personas a las que se iba a permitir la salida de estas ciudades “nadie llegó a los corredores humanitarios abiertos”. Ucrania, por su parte, denunció que las operaciones militares rusas impidieron la salida de miles de civiles para ponerse a salvo y pidió a sus ciudadanos que volvieran a los refugios.

Cientos de personas se habían reunido en los puntos de recogida de Mariúpol, donde vive un millón de personas, para ir en autos y ómnibus habilitados y salir a través de los corredores humanitarios, pero según denunció el alcalde de la ciudad, Vadim Boichenko, hubo ataques rusos. “Valoramos la vida de cada habitante de Mariúpol y no podemos arriesgarnos, por eso detuvimos la evacuación”, señaló.

Desde Volnovaja, la otra ciudad al sureste de Ucrania que también sufre hace días el desabastecimiento, por ejemplo, de agua, 15.000 personas preveían salir por los corredores humanitarios supervisados por la Cruz Roja. Finalmente, sólo unas 400 personas pudieron irse este sábado a través de los corredores, según El País de Madrid.

No obstante estas acusaciones, las negociaciones entre Rusia y Ucrania continuarán el lunes, según dijo el integrante de la delegación ucraniana David Arajamia, jefe de la bancada parlamentaria oficialista, en Facebook. La reunión tendrá lugar en la frontera polaco-bielorrusa.

La primera reunión entre las delegaciones fue el 28 de febrero y la segunda, el 3 de marzo, ambas en territorio bielorruso.

En tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, consideró que las sanciones contra Rusia “son como una declaración de guerra” y reiteró que la implantación de una zona de exclusión aérea sobre Ucrania –algo que reclama el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski– sería considerada por Rusia “una participación en el conflicto armado”. “Cualquier movimiento en esa dirección será considerado por nosotros una participación en el conflicto armado por parte de ese país”, dijo Putin en un encuentro con empleados de la aerolínea rusa Aeroflot, según recogieron varias agencias de prensa.

Zelenski había planteado también este sábado, en una reunión virtual con 280 congresistas, que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) imponga una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, de forma de evitar que Rusia controle ese espacio aéreo.

El secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, había dicho el viernes que eso no era posible, porque implicaría desplegar aviones propios y “derribar aviones rusos”. “Como aliados de la OTAN, tenemos la responsabilidad de evitar que esta guerra se intensifique más allá de Ucrania”, aseguró, y reiteró que “no vamos a entrar en Ucrania, ni en tierra ni en el espacio aéreo ucranio”.

El presidente ucraniano cuestionó esta postura. En un video que difundió el sábado, Zelenski respondió: “Todas las personas que mueran a partir de este día también morirán por vuestra culpa”, y afirmó que no intervenir supone una señal de “luz verde” para Rusia para continuar los ataques en Ucrania.

Putin aseguró que las fuerzas rusas prácticamente han eliminado la infraestructura militar de Ucrania después de diez días de guerra en ese país, algo que, según dijo, fue una “decisión difícil”. Putin explicó que los ataques se han centrado en “almacenes con armas, municiones, aviación, sistemas de defensa antiaérea”, y “prácticamente este trabajo se ha completado”.

En tanto, Putin recibió también este sábado al primer ministro israelí, Naftalí Bennett, quien se ofreció, tras conversaciones telefónicas tanto con Zelenski como con Putin, a mediar en el conflicto.

Por su parte, Zelenski tuvo una reunión virtual con 280 congresistas de Estados Unidos, en la que planteó que se envíen más aviones a Ucrania, que prohíban la compra de petróleo ruso y que se suspendan en Rusia los mecanismos de pago Visa y Mastercard. Esto último se concretó este mismo sábado: Mastercard anunció que suspendería inmediatamente la operativa en ese país y Visa anunció que hará lo mismo en los próximos días, por lo que las tarjetas emitidas en Rusia no funcionarán en otros países y tampoco funcionarán las tarjetas Visa en ese país.

También varios medios internacionales, como la BBC, CNN, Bloomberg, la RAI, Radio France, la agencia Efe o la televisión española RTVE decidieron abandonar su actividad informativa en Rusia, después de que el Parlamento aprobara una ley que prevé penas de hasta 15 años de prisión por difundir “información falsa”.