Desde su comienzo, el 24 de febrero, la guerra de Ucrania dejó más de 5.000 civiles muertos y 11.544 heridos, según datos de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos. Este organismo informó que las cifras reales podrían ser más altas, porque faltan datos de zonas donde los enfrentamientos son fuertes, como Mariúpol, Izium y Severodonetsk. La mayoría de las muertes ocurrieron por artefactos explosivos, señaló.
A esos números de víctimas de la guerra, se suman los de refugiados, que llegaron esta semana a un total de 5,6 millones repartidos en varios países europeos. De acuerdo con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), cerca de dos tercios de quienes dejaron Ucrania manifiestan que tienen intención de seguir fuera de su país hasta que la guerra termine. Pero la mayoría quiere regresar. Los datos surgen de una encuesta que se hizo en mayo y junio a refugiados que viven en República Checa, Hungría, Moldavia, Polonia y Eslovaquia.
Pero según Acnur, el país que recibió mayor cantidad de refugiados ucranianos es Rusia, con 1,5 millones. De acuerdo con las autoridades rusas, el número es mayor: 2,5 millones. Polonia recibió 1,2 millones, Alemania 867.000 y República Checa 388.000.
Los motivos para que ucranianos huyan hacia Rusia incluyen la cercanía, en algunos casos la falta de otras opciones y el idioma común, porque para muchos ucranianos el ruso es su lengua materna.
Esta semana el presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto que simplifica el trámite para concederles la ciudadanía rusa a los ucranianos que la soliciten. Antes, el beneficio regía sólo para los habitantes de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, y los habitantes de Zaporiyia y Jerson, ciudades que están ocupadas en gran parte por Rusia.
Territorios divididos
Tanto en Zaporiyia como en Jerson, los gobiernos prorrusos que se instalaron a partir de la guerra manifestaron su voluntad de celebrar referéndums para ingresar a Rusia. En Zaporiyia está previsto que se celebre en setiembre.
En cuanto a las regiones de Donetsk y Lugansk, que tres días antes de que empezara la guerra el 24 de febrero fueron reconocidas por Rusia como repúblicas independientes, sumaron en las últimas semanas los reconocimientos de otros dos países: Siria en junio y Corea del Norte esta semana.
El líder del gobierno prorruso de Donetsk, Denís Pushílin, dijo que “el estatus internacional de la república popular de Donetsk continúa reforzándose”, y agregó: “Esta es otra victoria de nuestra diplomacia. Agradecemos al pueblo de Corea del Norte por el apoyo tan significativo al pueblo del Donbás”.
Por su parte, el gobierno de Ucrania calificó el reconocimiento de Corea del Norte como un “acto hostil” y “forzado” por Rusia. Según informó Europa Press, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, decidió romper las relaciones diplomáticas tanto con Siria como con Corea del Norte.
Para el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, este reconocimiento muestra que Moscú “ya no tiene aliados en el mundo, excepto los países que dependen de ella financiera y políticamente, y el nivel de aislamiento de Rusia pronto alcanzará el nivel de aislamiento de Corea del Norte”.
Mientras tanto, en Rusia se inauguró la embajada de Donetsk, y se le dio el nombre de República Popular de Donetsk a una plaza de Moscú, junto a la embajada de Estados Unidos. Otra plaza, frente a la embajada de Reino Unido, fue designada República Popular de Lugansk.
Legislación en guerra
El jueves el presidente ruso, Vladimir Putin, promulgó decenas de leyes, varias de las cuales se vinculan con el contexto de guerra. Una de esas normas permite al gobierno adoptar “medidas económicas especiales” para garantizar “operaciones antiterroristas y otras” que lleven adelante las Fuerzas Armadas fuera del país. Esas medidas económicas pueden ser tomadas tanto por el gobierno ruso como por administraciones regionales. Según informó la agencia de noticias Efe, esta ley habilita, por ejemplo, a cambiar las condiciones laborales de los trabajadores, las horas extras, días libres o licencias, según las necesidades de insumos o servicios para esas operaciones militares.
El gobierno argumentó que de las operaciones antiterroristas que se llevan adelante fuera del país “y, en particular, en la operación militar especial” en Ucrania “surge una elevada necesidad a corto plazo de reparar armamento y equipos militares, y de medios técnico-materiales”.
Otra de las normas es una enmienda al Código Penal para aumentar los castigos a quienes hagan llamamientos a actuar contra la seguridad de Rusia. La persona que cometa ese delito puede ser multada o castigada con entre dos y cuatro años de prisión. Si lo comete utilizando medios de comunicación, actúa como integrante de un grupo organizado o amenaza con violencia, puede ser castigada con hasta siete años de cárcel.
Por otra parte, Putin promulgó una ley sobre “agentes extranjeros” que extiende esa condición a cualquier persona física o jurídica que reciba apoyo desde el exterior o se encuentre bajo “influencia foránea”. Aquellos que sean calificados como “agentes extranjeros” no podrán recibir financiación pública para sus actividades ni ejercer la docencia en centros educativos estatales, ni actuar como proveedores para municipios o para el Estado. Además, se creará un registro de “agentes extranjeros” y de “personas afiliadas con agentes extranjeros”, que incluirá a quienes participen en ese tipo de organizaciones.
A estas normas se suma otra para crear un movimiento patriótico para niños y jóvenes, que “participará en la educación, la orientación profesional, la organización del esparcimiento de la nueva generación, la formación de los puntos de vista y en la preparación de los jóvenes para su vida plena en la sociedad”. La participación será voluntaria, y en cada región encabezará este movimiento el gobernante local.
Otra ley promulgada esta semana da estatus de veterano de guerra a civiles que hayan participado en la llamada “operación especial” en Ucrania, incluidos choferes, mecánicos, médicos y corresponsales de guerra. De este modo accederán a beneficios sociales específicos para veteranos.
Por último, Putin firmó una ley por la cual, cuando un medio ruso sea prohibido o restringido en el extranjero, Rusia podrá responder con la prohibición o restricción de las actividades de un medio extranjero en su territorio. También podría prohibir un medio por publicar “información falsa” sobre la actuación del Ejército ruso.
Principio de acuerdo sobre cereales ucranianos
Aunque la posibilidad de negociaciones de paz no parece cercana, Rusia, Ucrania, Turquía y la ONU alcanzaron el miércoles un principio de acuerdo para resolver el bloqueo de más de 20 millones de toneladas de cereales en los puertos ucranianos del mar Negro. Por la guerra, esos cargamentos quedaron bloqueados y no pueden llegar a los mercados internacionales.
“El de hoy es un paso importante y sustancial de cara a un acuerdo completo”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres. Aclaró que todavía queda trabajo técnico por hacer, pero celebró los avances en un acuerdo que, según dijo, “no es sólo entre la Federación Rusa y Ucrania, sino un acuerdo para el mundo”, y celebró que aparezca “un rayo de esperanza para aliviar el sufrimiento humano y el hambre en todo el mundo”. La ONU aspira a que la venta de cereales se retome sin trabas para que se frene el fuerte aumento de precios de los alimentos en regiones como África y Oriente Medio, donde Rusia y Ucrania son proveedores importantes.
La semana que viene continuarán las conversaciones, según informó Turquía, que actuó como anfitrión en este diálogo. El ministro turco de Defensa, Hulusi Akar, dijo que se puede ver que “las partes están dispuestas a resolver este problema”.
Según informó Efe, Ucrania pide que se le asegure que no va a sufrir ataques rusos si elimina las minas marinas que colocó para proteger sus puertos. Por su parte, Rusia reclama revisar los barcos que llegan a Ucrania para asegurarse de que no transportan armas.
“Hubo acuerdo de fondo en muchos aspectos, en las cuestiones relacionadas con los mecanismos de control, con el sistema de coordinación y con las cuestiones de la minería en muchos aspectos concretos, diría de fondo”, dijo Guterres, según citó AFP. “Pero, por supuesto, esta fue una primera reunión. El progreso fue muy alentador. Esperamos que ahora las delegaciones estén regresando a sus capitales y que los próximos pasos nos permitan llegar a un acuerdo formal”, agregó.
Lamentó, sin embargo, que los diálogos no se dirigieran hacia un acuerdo de paz. “Creo que, en cualquier caso, esto demostró que las partes pueden tener un diálogo constructivo, y esto es, por supuesto, una muy buena noticia. Pero para la paz todavía tenemos mucho camino por recorrer”, dijo.