El lunes en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheij, situada sobre las costas del Mar Rojo, en el extremo sur de la Península del Sinaí, comenzarán a desarrollarse las negociaciones entre Israel y la organización palestina Hamas, a las que ambas partes accedieron luego del plan de paz para la Franja de Gaza presentado por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Como ha venido sucediendo, los contactos entre los funcionarios del gobierno israelí y los líderes políticos de la facción islamista palestina no serán directos, sino que se harán con la mediación de diplomáticos egipcios, estadounidenses y qataríes.
Medios israelíes informaron que el primer ministro Benjamin Netanyahu ordenó la salida de una delegación a primera hora del lunes, encabezada por el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, pero también integrada por los jefes del Shin Bet, el servicio de seguridad interior, como así también del Mosad.
Por su parte, Hamas anunció este domingo por la noche la llegada a Egipto de su delegación, encabezada por Khalil al-Hayya, quien fue uno de los blancos del ataque israelí lanzado sobre un edificio de Doha a mediados de setiembre.
Mientras en Israel miles de personas se manifestaron en la noche del sábado a favor de un acuerdo de paz, los dos ministros más extremistas del gobierno siguen criticando el paso de Netanyahu, que la semana pasada durante su visita a la Casa Blanca cedió a las presiones y aceptó el plan de paz de Trump. “No podemos aceptar bajo ninguna circunstancia un escenario en el que la organización terrorista que causó la mayor calamidad al Estado de Israel reviva”, declaró el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir. “De ninguna manera participaremos en eso”, declaró el funcionario extremista, amenazando con abandonar el gobierno.
Volviendo a las negociaciones que comenzarán el lunes en Egipto, en la delegación estadounidense participarán el enviado especial de Trump para Medio Oriente, Steve Witkoff, así como también el yerno del mandatario, Jared Kushner.
Una fuente de Hamas confirmó a la cadena saudí Asharq al-Awsat que la fase inicial de las negociaciones tendrá como objetivo abordar los preparativos y fijar las condiciones para la liberación de los rehenes israelíes que están hace casi dos años cautivos en Gaza. De ellos se presume que menos de 20 siguen con vida.
Otras fuentes de Hamas le dijeron al canal saudí Al-Sharq que sus principales demandas en las conversaciones incluirán el cese total de todas las operaciones militares israelíes, la retirada de las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a las posiciones que ocupaban durante el acuerdo de rehenes firmado en enero, fuera de las zonas pobladas, y la suspensión de la actividad de la fuerza aérea y de drones durante diez horas al día, y doce horas los días en que se realicen intercambios de prisioneros.
Según las fuentes, se espera que Hamas insista en que estas condiciones se mantengan durante las negociaciones, que podrían durar una semana o más.
Se espera que las conversaciones también aborden los criterios para la liberación de prisioneros palestinos que están detenidos en cárceles israelíes.
El diario The Times of Israel informó que altos funcionarios de Hamas afirmaron que su organización insistirá en que las liberaciones se lleven a cabo en función de la antigüedad y la edad, específicamente, según la fecha de arresto y la edad de cada prisionero.
Este domingo se refirió a las inminentes negociaciones el presidente Trump, quien dijo que Hamas se enfrenta a la aniquilación si intenta aferrarse al poder en Gaza.
La advertencia de Trump a Hamas se produjo tras la aparición de informes de que el mandatario estadounidense mantuvo una dura llamada con el primer ministro Netanyahu, en la que, según trascendió, el magnate republicano se molestó con el líder israelí y le pidió que dejara de ser “tan negativo”. Fuentes del gobierno de Israel restaron importancia al desacuerdo.
Cuando un periodista de la cadena CNN le preguntó al presidente qué sucedería si la organización palestina no cedía el poder, Trump respondió: “¡Aniquilación total!”.
La dirección política de Hamas viene sosteniendo que no quiere seguir siendo el único gobernante de Gaza, pero no accedió a desarmarse y exigió participar en un futuro Estado palestino, algo que Israel bajo ninguna condición está dispuesto a aceptar.
También este domingo en la Casa Blanca, Trump expresó su optimismo de que el acuerdo seguiría adelante, a pesar de las graves discrepancias entre Israel y Hamas sobre los elementos centrales de su plan. “No necesitamos flexibilidad, porque prácticamente todos lo han acordado”, dijo Trump. “Pero siempre habrá cambios”, agregó.
Paralelamente, también este domingo, los ministros de Asuntos Exteriores de Qatar, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Pakistán, Turquía, Arabia Saudí y Egipto emitieron una declaración conjunta en la que elogiaron la “disposición” de Hamas a cumplir con las principales demandas de la propuesta de Trump, expresando su apoyo a una eventual retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza y al regreso de la Autoridad Palestina al territorio.
Los diplomáticos se mostraron satisfechos por las medidas adoptadas por Hamas respecto a la propuesta de Trump de poner fin a la guerra en Gaza, liberar a todos los rehenes, vivos o muertos, y el inicio inmediato de las negociaciones sobre los mecanismos de implementación.
Sin embargo, queda por ver si se alcanzará un acuerdo rápidamente. En los últimos días circularon informaciones contradictorias acerca de si Hamas aceptará las cláusulas del plan, que implicarían la liberación de los 48 rehenes, el desarme y la cesión del control de Gaza.
Según el plan de Trump, se espera que Israel libere a 250 prisioneros palestinos con cadena perpetua y a más de 1.700 personas que fueron detenidas en la Franja de Gaza tras los ataques de Hamas al territorio israelí el 7 de octubre de 2023.
Denuncias de activistas
Activistas de varias nacionalidades que fueron deportados desde Israel tras haber participado en la flotilla que pretendía llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, volvieron denunciar malos tratos por parte de los guardias israelíes durante las horas que estuvieron detenidos.
Las últimas denuncias de los participantes de la Global Sumud Flotilla se sumaron a las crecientes críticas al gobierno de Israel por el trato que dispensa a los activistas, tanto israelíes como extranjeros.
Unos 450 participantes de la flotilla fueron arrestados entre el miércoles y el viernes cuando las fuerzas israelíes interceptaron en aguas internacionales del Mar Mediterráneo las embarcaciones, que intentaban romper el bloqueo naval de Gaza y entregar una cantidad simbólica de ayuda a los palestinos en el territorio asediado.
Cuando retornó este domingo a Roma, el activista italiano Cesare Tofani declaró: “Nos trataron terriblemente mal... Del Ejército pasamos a la Policía. Hubo acoso”, informó la agencia de noticias ANSA.
Por su parte Yassine Lafram, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Italia, quien aterrizó en el aeropuerto de Milán Malpensa con los activistas, declaró al periódico Corriere della Sera: “Incluso nos trataron con violencia, apuntándonos con armas, y esto es absolutamente inaceptable para nosotros en un país que se considera democrático”.
El periodista italiano Saverio Tommasi, quien retornó a Roma en la noche del sábado, afirmó que los soldados israelíes les habían retenido medicamentos y habían tratado a los activistas detenidos “como si fueran monos”, según informó The Associated Press.
Tomassi dijo también que los guardias israelíes se burlaron de los activistas detenidos, entre ellos la activista climática sueca Greta Thunberg, el nieto de Nelson Mandela, Mandla Mandela, y varios legisladores europeos, para “degradar, ridiculizar y reírse en situaciones donde no hay nada de qué reírse”.
En Israel, el viernes un grupo de activistas locales tuvo un duro enfrentamiento con fuerzas de seguridad cuando, en solidaridad con quienes formaban parte de la flotilla, se acercaron hasta el límite de Gaza, e intentaron, sin conseguirlo, ingresar en el territorio palestino.
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