Como cada 24 de marzo, este lunes se llevarán adelante en Buenos Aires y otras ciudades argentinas manifestaciones populares en conmemoración del último golpe de Estado de 1976.

En el marco de un clima de gran crispación política y social, se aguarda que la marcha de este año que terminará en Plaza de Mayo sea multitudinaria aunque pacífica, como suele acontecer en esta fecha.

Oficialmente denominado Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, este día es feriado nacional inamovible en Argentina desde 2006, cuando fue aprobado en el Congreso a instancias de un proyecto de ley impulsado por el entonces presidente Néstor Kirchner.

En esta ocasión, hay varias convocatorias paralelas, pero todas convergerán sobre las 16.30 en Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, donde no estará el presidente, Javier Milei, que se estima que se quedará trabajando en la residencia de Olivos, como suele hacer.

De acuerdo a lo que informó el diarioAR.com, el denominado “acto oficial”, vinculado al peronismo y más específicamente al kirchnerismo, junto con algunas organizaciones nucleadas en el espacio Memoria, Verdad y Justicia, que incluye a agrupaciones como Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S) y el Centro de Estudios Legales y Sociales, creó un documento que tuvo el consenso de Estela de Carlotto, Taty Almeida y Adolfo Pérez Esquivel, que será leído en el escenario en el cierre del acto.

Partidos de izquierda y otras organizaciones políticas, sociales y sindicales harán su propia movilización en las inmediaciones del Congreso y posteriormente se trasladarán hacia Plaza de Mayo, y La Cámpora también finalizará allí una larga caminata que partirá desde la ex Escuela de Mecánica de la Armada, el más celebre centro de detención clandestino durante la dictadura.

Desde el gobierno se espera que, como sucedió el año pasado, se difunda un video sobre la “memoria completa”. Se estima que será el vocero presidencial, Manuel Adorni, el encargado de comunicar dos anuncios a través de un mensaje grabado con el que se busca sumar un nuevo capítulo a su “batalla cultural en defensa de la memoria completa”.

Mientras tanto, desde el Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich anticiparon que no aplicarán el protocolo antipiquetes, al igual que ocurrió en la última protesta de los jubilados del miércoles, y especificaron que trabajarán en coordinación con las autoridades del Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, en un despliegue que contará con escasa presencia policial. Según informó Ámbito Financiero, la explicación es argumentada por el carácter pacífico de la movilización.

Pese a la determinación de no poner centenares de efectivos de las fuerzas de seguridad, desde la cartera que lidera Bullrich revelaron que llevarán adelante el monitoreo de la extensa movilización para coordinar los cortes de las calles afectadas y también en Plaza de Mayo.

Para eso, Bullrich trabaja junto con su par de la ciudad, Horacio Giménez, con especial atención en la permanencia de los manifestantes en Plaza de Mayo, la Casa Rosada y la zona del Congreso.

Si bien el tránsito será el área más afectada a la tarea, más allá de que se trate de un día feriado, desde ambos ministerios se mantienen expectantes en la desconcentración de la movilización, momento en el que tienden a aparecer lo que califican como “infiltrados o grupos ajenos a quienes se concentran”.

“No se espera algo en concreto, porque siempre han sido pacíficas, pero vamos a estar atentos sobre todo en lo que será la desconcentración de Plaza de Mayo y la Casa Rosada, por si hay algún tipo de infiltrados violentos que quieran causar caos”, manifestaron desde el Ministerio de Seguridad.