El 17 de abril de 1972 fueron fusilados por las Fuerzas Conjuntas ocho obreros desarmados en la seccional número 20 del Partido Comunista de Uruguay. En esa misma sede, ubicada en la avenida Agraciada, se realiza este sábado 23 a las cinco de la tarde un acto de homenaje por los 50 años de ese episodio del terrorismo de Estado. Este texto forma parte del libro inédito Ocho especulaciones en la 20.

Mais oito mortos na segunda-feira
Vea lo que decía Veja en páginas 36 y 37.
Lo que decía Veja con radiofotos de AP
Mais oito, naquela manhã
No geralmente tranqüilo bairro de Paso Molino
Tranqüilo. Geralmente. No.
Ya había
esos días
una huelga general convocada contra la baja del salario
así que a bala el terrorismo de Estado bajaba el salario
bajaba
como en una feria macabra
de ocho en ocho
mais oito mortos
como nuvens carregadas no final da semana pasada.

La greve se fiz.
Igual se fiz.
La greve.
Y en mitad del día de la huelga
durante más de tres horas
mais de três horas, dice Veja
con esa e vietnamita con un sombrero vietnamita cubriéndole del sol del arrozal de Treinta y Tres
el húmedo arrozal del húmero hueso de Trilce
percorreu
así
em orden
sin progreso (porque no hay progreso en el húmero orden del arrozal nordestino)
os oito quilômetros do cortejo
para enterrar a los ocho
mais oito mortos
esos nuestros muertos Fernández más recientes.
Percorreu recorre más lento que recorre
arrastra más la suela de los zapatos en el asfalto con el ruido que lija los oídos
durante más tres horas
en mitad del día de la huelga.
Porque la greve se fiz.
Igual se fiz
La greve.
Al otro día otro día de huelga y esa noche
aquela noite, dice Veja
o cancelamento do jogo marcado entre o Peñarol e o Nacional
el juego marcado de esa noche
cuando todos temían que todo
desembocasse num redemoinho de violencia.

Y ahí estamos todavía. Al filo del redemoinho. Endemoniados de tanta imposibilidad.

Al salir del cine lo real no son las cangaceiras lesbianas que en la película –Mato Seco em chamas– construyen un efímero imperio de barrio
improvisando un pozo petrolero y lanzando
como llamaradas de rabia
el escape de las motos de los deliveries.
Lo real es ese pixote que dice “agua es vida” y moja
con lo que le queda en los riñones
al espectador que no quiso darle una moneda.
“Te zarpaste”, le dice el boletero.
Te zarpaste en ese remolino en el juego marcado de esa noche
durante más de tres horas
en mitad del día de la huelga
porque la greve se fiz
igual se fiz
la greve.
Pero percorreu es más lento.
Hay que percorreu. Labrar el recorrido. Desde el pie. Desde el pie de nuevo. Al filo del redemoinho.

Lula vuelve. “Se mantiene con amplias posibilidades de victoria electoral”, dicen las noticias. Percorreu es más lento. FE se llama el nuevo agrupamiento. Federação Brasil da Esperança. FE. Hay que percorreu. Al Partido de los Trabajadores se le suman el Partido Comunista do Brasil y el Partido Verde. FE fue lanzado –cardumen de motonetistas endemoniados al filo del redemoinho– en el Campamento Indígena de Terra Livre, en Brasilia, el 12 de abril de 2022. Cinco días antes de los 50 años de la 20. Luiz Inácio Lula da Silva se pone una camiseta negra que dice Terra Livre en letras verdes. A su lado azulado las plumas de las anfitrionas en arco de apaches gerónimas. Primas de las cangaceiras lesbianas de aquel Mato Seco em chamas. ¿Se pone la camiseta Lula o se la quita? ¿Irá a quitársela de nuevo y quitarles de nuevo la FE a las motos del escape abierto del Mato? Si queda de la FE algo más que una sigla habrá que apurarla en aquel bar de aquella otra película. La de 1982, el año de los iluminados por el fuego. Bar Esperança, o último que fecha. Así lo muestra, a Lula, la foto de France Press de un fotógrafo con nombre premonitorio: Evaristo Sa. Evaristo. Que suena a nombre del maqui. A nombre elegido por el elegido. Vuelve, sí, vuelve a pelear, Ramón, aunque te mueras. Percorreu es más lento. Pero hay que percorreu. Desde el pie. Perdónanos, Ramón, aunque te mueras, pero una palabra tuya no basta. Para sanarnos. En el filo endemoniado de la duda. ¿Y si acaso?

No es necesario mirar nada
buscar nada
está todo ahí
en la sigla de la FE
en el zarpe del pixote
en el percorreu más lento.
Como mineros del Donbass no saben nada los motonetistas del escape abierto del Mato Seco em chamas.
¿Es la patria o la muerte lo que viene atravesando la frontera que no es frontera a lomos del centauro?
Iluminados por el fuego, los mineros del Donbass se iluminan con el carbón que ya no les pertenece.
No es necesario mirar nada para saber que ya no se cancela el juego marcado de esta noche.
Esqueleto escondido en el placard de Europa
el tablero electrónico muestra dos siluetas:
un presidente y un soldado hablan detrás de los subtítulos
les aplauden los parlamentos, los grammys, el placard del juego marcado de esta noche.

Sólo los griegos de Exarxia le han reconocido y dicen: si en una mesa hay diez justos y un nazi, entonces son once los que están ahí sentados.
Pero es tarde
disparan
juntos
el presidente y el soldado.
Mais oito mortos na segunda-feira.

Es el filo endemoniado del redemoinho. Si acaso.